Nuestra amiga Maria Donadeu participó en la marcha cicloturista Buff 4 Cims con un recorrido de 162 kilómetros y un desnivel +3.600 metros.  La prueba se disputó el pasado 3 de julio con salida y llegada en Bagà. Teniendo que superar 4 puertos: el Coll de la Creuta, la Collada de Toses, el Coll de Merolla y el Coll de Pal. Maria obtuvo la primera posición de la carrera en categoría femenina. ¡Felicidades!

Os dejamos con la experiencia personal de Maria en la Buff 4 Cims:

«¿Por qué soñar si la recompensa es mucho más dulce cuando se convierte en realidad?

El día antes de una prueba todo ciclista sueña que lo consigue, fantasea con cada cima conseguida, se ilusiona con el premio de la llegada, ¡a por ello!

La adrenalina que te empuja a apretar el botón “confirma tu inscripción” se convierte en una mezcla de nervios, impaciencia y obsesión por revisar y volver a revisar que la presión de tus neumáticos no ha variado respecto a 5 minutos antes.

Sin darte cuenta te has situado en la línea de salida junto a otros soldados, guerreros que se han camuflado con su mejor armadura. Minutos antes de empezar a rodar se produce un silencio contenido, un minuto tenso donde se evita el cruce de miradas y cualquier contacto con el mundo exterior. En ese momento tan solo estás tú, tu bici y el botón “start” de tu pulsómetro.

A medida que los kilómetros van pasando te das cuenta que Buff 4 Cims es montaña en estado puro, un ascenso a lo salvaje para los que vivimos en la ciudad. Es rodar por paisajes silenciosos, que van cambiando de color a medida que asciendes hacia la cumbre. Verdes intensos y saturados van perdiendo fuerza hasta volverse grises y rocosos en el punto más alto, allí donde ni las flores consiguen llegar. El Coll de la Creueta, la Collada de Tosses, Coll de Merolla y Coll de Pal, 4 cimas diferentes con personalidad propia que han puesto a prueba las piernas, la cabeza y la ilusión de todos los que nos atrevimos a dar el primer pedal decididos a pasar por la línea de meta asumiendo lo que tocaba dejar por el camino.

De pronto eres consciente de que los nervios desaparecen a medida que notas que tu cuerpo responde, agradeces cada uno de los entrenos que te tocó sudar (gracias Underbike) para no agonizar el día D, le haces una reverencia a los pelotones que te acogen y tiran de ti hasta conseguir bailar al mismo compás (gracias Joan, Xavi & Co) y te concentras, haces estimaciones de tiempo mirando en tu pulsómetro. Llegas, alcanzas el punto más extremo del recorrido, el Coll de Pal, ebullición (literal) en estado puro donde has de demostrar que las ganas son poderosas y que son solo 10 kilómetros los te separan de convertir un sueño en realidad, arriba te espera la gloria, la adrenalina que te hizo aceptar el reto y toda la organización que vive cada una de las metas como un victoria propia.

¡Gracias Cristian, Mauro, Pau & Co! Se nota que detrás de Buff 4 Cims hay un equipo que conoce y forma parte de la “fiebre”, en ocasiones masoquista, porque ha sabido juntar el espíritu aventurero y explorador del montañero con el genio y la locura del deportista de fondo consiguiendo 1.200 inscripciones en su primera edición. Estamos en un momento álgido para el deporte de exigencia, los aficionados a la larga distancia o a las pruebas épicas tenemos ganas de ponernos a prueba, de comprobar hasta dónde podemos llegar. Nos empuja lo épico, lo singular, lo desconocido… buscamos experiencias que dejen huella, que nos marquen de manera diferente cada vez.

Para la segunda edición, toca sorprender de nuevo, redefinir el circuito para volver a conectar con la locura que nos empuja a vivir kilómetro a kilómetro pruebas como esta».

Maria Donadeu