El pasado 3 y 4 de julio a las 16:00 empezó la Nuria-Berga con tan sólo 300 participantes y esto que la organización había limitado a 600. Esta vez no se lleno, supongo que por causa del cambio de recorrido, con más desnivel y mas km.
Para un total de 96 km y unos 10.000 metros de desnivel acumulado, siendo la edición más dura de todas las celebradas hasta el momento.
Al llegar al Santuario de Nuria empezaban las primeras dudas, ya que empezaba a caer una pequeña tormenta que duraba poco, «que suerte ya ha descargado esperemos que no vuelva a hacerlo en todo el día, Me llevo el Gore o sólo la chaqueta para vientos?» pensé… Error sólo me llevé la chaqueta para vientos» .
Salimos Bárbara, Jordi y yo, pactamos que iriamos juntos, en los primeros compases de la carrera lució el sol y un calor agradable hasta llegar al primer control (La Font de l’home Mort).
Aquí empieza lo duro una ascensión de 900 metros en 5 km casi un km vertical. Es precioso se sube paralelo al río que baja cargado de agua y llegando a la cima una nube negra descarga una tormenta de lluvia y granizo que casi nos acompaña hasta llegar a la estación de tren de la Molina, con el para vientos me defiendo ya que todavía hace calor.
Antes de llegar al siguiente control Bárbara me comentó que le dolía el estómago y le dije que comiera algo y me dijo que no podía, mal vamos y casi llegando a la estación de esquí se puso blanca de piel con los labios morados casi negros y temblando como una hoja de papel, allí a lo lejos ví un restaurante de la estación de esquí, nos dirigimos allí arrastrándose como un gusano, hola, hola, coño no hay nadie! al rato apareció un hombre y le pregunté si estaba abierto. Me dijo que no pero le expliqué el tema y me abrió, Bárbara sólo entrar se fué al WC y se pasó más de media hora dentro, mientras yo le pedí una infusión y un bocadillo, mientras Jordi dijo que iva tirando. Se esperaba lo peor, que abandonara, pero yo conozco cómo va el tema (no es la primera vez que le pasa esto). Después apareció Bárbara y me dijo: «no quiero seguir» yo le comenté «tómate esto y hablamos». Se tomó la infusión pero el bocadillo no pudo y todo lo que comió lo devolvió…
Al cabo de una hora y media o más salimos del bar, para abandonar… «pero yo te arrastro», le dije, ella no quería pero le cogí de la mano y empezé a tirar de ella, en estas que nos adelanta Jaume Terés, Paco Robles y un compañero suyo. La vieron tan mal que cuando llegamos a meta le preguntaron por el abandono y ella les dijo que no que había estado más de 20 horas por el monte para abandonar, que de abandono nada de nada, ellos se sorprendieron ya que la verdad es que estaba muy mal.
Hacia las 6 de la madrugada empezó a llover… mierda! y yo sin chaqueta para la lluvia, en el control le comenté a Bárbara y a Jordi que lo habíamos vuelto a coger en el sexto avituallamiento, que yo no quería seguir y me dijo: «vamos!», mierda! no les puede convencer. Madre mía que calvario, y que frío de allí hasta meta nos acompañó la lluvia, el viento y yo muerto de frío nunca había pasado tanto frío, doce horas bajo la lluvia con los pies mojados y llenos de llagas.
En uno de los avituallamientos ví a un corredor envuelto con la manta térmica y me dije que era una buena. Pero incluso así no logré aumentar la temperatura corporal. Llegando a Berga salió el sol y me maldije, no podría haber salido antes!!
a día de hoy todavía tengo frío! me caló en todo los huesos!
Al final, un buen entreno de coco para el Ultra Trail de Mont Blanc 2010
Alex
SPORTVICIOUS