Nos han venido a buscar al hotel para llevarnos al aeropuerto, uff! todavía voy zombi no sé si es el jetlag o que es y otra vez nos han metido en un avión, para trasladarnos a Lukla donde empezaremos el trekking.

La sensación de este avión es indescriptible, no sé si me decían que tenía que pedalear para ayudar a despegar el avión o que presionara fuerte las paredes del avión para que no se desmontara,  la verdad es que ha sido un vuelo con un alto consumo de adrenalina, ya no sé si me queda adrenalina después de 1 hora de vuelo. Ha sido un excelente vuelo de montaña pudiendo disfrutar de las vistas de la cordillera. Hemos visitado el pueblo de Lukla y hemos conocido nuestro equipo de porteadores,  iniciando el trekking hasta llegar al alojamiento un Lodge.

Hasta muy pronto!

Bàrbara
SPORTVICIOUS

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