La 4ª etapa transcurría de Torre Pellise a Pramolo. Contaba con dos especiales cronometradas y a priori debía cubrir 88 Km con más de 4000 metros positivos acumulados.
Para empezar 20 Kilómetros neutralizados que nos devolvían -en un bucle- al punto de salida, Torre Pellice. La lluvia irrumpía sobre nuestros cascos sucios poco después de dar la salida. El gran grupo de corredores llevaba impermeables y ropa de abrigo pues debíamos ascender a más de 2.200 metros de altura. El control avituallamiento número 1 era como un gran cementerio donde más de una docena de corredores abandonaban, algunos por cansancio, otros por miedo a la climatología y las adversidades que a priori nos esperaban.
Xavi y un servidor reemprendemos la marcha con más pena que gloria. Abrigados y conscientes de la difícil ascensión que nos restaba. La niebla hará más tenebre la ascensión. La lluvia ahoga nuestras alegrías y el camino se convierte en un rosario de fango y piedras resbaladizas que hace mella incluso en los primeros clasificados. Las subidas acontecen imposibles de pedalear y todos echamos pie a tierra. Mis zapatillas de bailarina no son las más indicadas, suerte que llevo bolsas de plástico que me aíslan virtualmente del agua fría, aunque no me impiden dar más de un resbalón.
En la cota 2.400 de Chiot Cavallo miembros de la organización arrecidos de frío van cortando pedazos de mantas térmicas para que nos envolvamos y emprendemos el largo y técnico descenso, precioso pero imposible de realizar en estas condiciones. Las caídas se suceden, por suerte sin males mayores. Una vez abajo dos colinas nos alejan del último especial. Afortunadamente la climatología dulcifica el carácter agresivo de la prueba, pues la organización decide prescindir de la última especial (y con ellos más de 3 horas de caminar) dejando la prueba en poco más de 60 Kilómetros, ¡pero qué kilómetros!.
Tras cruzar la línea de meta nos informan que 10 han sido los corredores que han tenido que rescatar por hipotermia.
El campamento es -lejos de lo que esperamos- un barrizal donde las incomodidades se suman a las ya vividas.
Mañana, la lluvia determinará los auténticos héroes capaces de supervivir a esta aventura.
me quito el sombrero!!!!
con un par de pel……
abrazo.