El kayak de mar es una actividad deportiva que no requiere una especial condición física, pues con poco esfuerzo podremos empezar a remar por las tranquilas aguas marinas. Si nos tomamos la ruta con calma y el tiempo nos acompaña, disfrutaremos mejor del entorno y no nos cansaremos demasiado.
A pesar de que si nos lo proponemos, una salida en kayak puede representar un gran desgaste físico en función del ritmo de palada, material utilizado, duración de la actividad, condiciones ambientales y estado del mar y meteorología.
Es importante saber que el kayak de mar es una embarcación diferente al kayak de aguas dulces (ríos): mayor longitud (4-5 metros), mayor estabilidad y prácticamente insumergible gracias a los compartimentos estancos.
También se diferencia por su notable capacidad de carga interior para poder transportar material diverso. La comodidad de un kayak de mar nos permite poder navegar durante horas sin molestias.
Una de las principales normas para disfrutar del kayak al mar es mantener siempre las máximas condiciones de seguridad durante el desarrollo de la actividad. Conocer el medio cambiante donde nos movemos (previsión marítima y meteorológica), conocer la embarcación (el kayak) y conocer las técnicas de salvamento y auto rescate (esquimotage), son cuestiones básicas para poder practicar este deporte.
No tenemos que olvidar la alimentación durante la navegación en kayak: siempre traeremos alimentos energéticos y bebidas para compensar el desgaste energético durante la actividad.
Es importante conocer el régimen de brisas que se generan en las costas a diario: vientos suaves de mar a tierra durante el mediodía (marinada) y de tierra a mar al atardecer (terral). Son vientos generados por la acción del sol sobre el mar y la costa. Por eso las primeras horas del día y las últimas de la tarde son las más tranquilas para remar. Es necesario tener en cuenta este punto en el momento de planificar nuestras salidas.
Con todos estos conceptos aprendidos podemos planificar nuestra primera excursión en kayak de mar. Una ruta de 2 a 4 horas nos permite navegar una distancia considerable (entre 5 y 10 millas) con poco esfuerzo: Acceder a lugares inaccesibles desde tierra, disfrutar de aguas cristalinas, tocar literalmente las rocas de la costa, entrar en cuevas marinas, etc.
Las costas de Cataluña nos permiten practicar el kayak de mar desde cualquier punto de acceso (centenares de km. de playas y decenas de puertos deportivos). Si no disponemos de kayak propio existen muchos puntos de alquiler desde los cuales realizar rutas en solitario (si tenemos experiencia) o con guía (lo más recomendable cuando empezamos a remar).
Si disponemos de kayak propio podemos iniciar la navegación desde cualquier playa, sin necesidad de solicitar permisos ni trámites. A la mayoría de las playas podemos acceder en vehículo hasta la arena. También desde algunos puertos deportivos podemos iniciar una salida en kayak.
En definitiva, si estás dispuesto a experimentar nuevas sensaciones haciendo deporte en contacto directo con la naturaleza no esperes más e iníciate en el mundo del kayak.
Joan Morillo