Pensábamos que con la etapa del km vertical mi pierna recuperaría pero no fue así. Al finalizar la etapa fuimos a ver al médico y nos confirmo una rotura del tendón del tibial.

Me aconsejaron que dejará de correr pero tenía tanta ilusión por continuar que al día siguiente decidí estar en la línea de salida nuevamente.

Antes de empezar la sexta etapa me dirigí a enfermería por tal de realizarme un taping con la esperanza de que quizás eso me ayudaría un poco.

El dolor no era tan fuerte al realizar las subidas pero éste se intensificaba en las bajadas. Evidentemente esa etapa la realizamos a mi ritmo o mejor dicho al ritmo que mi pierna marcaba que ya fue mucho.

La etapa se iniciaba con un recorrido llano hasta el km 7, los hicimos tranquilamente ya que a medida que mi pierna se iba calentando no tenía tantas molestias y podía ir trotando despacito.

Después de esos kilómetros se iniciaba la subida partiendo de 1200 metros para subir a unos 2400 metros, aproximadamente el km 25. Durante la subida todo iba más o menos bien tenía molestias pero… lo peor estaba por llegar.

A partir del km 25 venía la bajada fue horroroso, primero se bajaba por una pista con hierba y a continuación se seguía por asfalto fue un calvario.

Los últimos kilómetros hicieron que mis ojos se llenaran de lágrimas no eran de emoción sino de dolor. Al oír los gritos de mis amigos animándome me emocioné muchísimo.



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