Muchos de entre vosotros ya conoceréis las espeluznantes cifras de la Transalpine Run: 272km, 4 países, 320 equipos, y una organización de cine.
Este año Stephanie Jimenez y yo hemos vivido la carrera etapa a etapa, corriendo a gusto, disfrutando del ambiente, de los equipos y de la gente. Hemos ido aguantando y sorteando los problemas físicos que hemos ido teniendo, pero tras 6 etapas vistiendo la «maglia rosa», con una gran ventaja sobre las segundas clasificadas y entrando en muchas etapas entre el Top-15 de la general, ayer, 7ª etapa tuvimos que abandonar en el km 15 por una inflamación muy dolorosa que no me permitía correr ni andar.
Hoy nos ha tocado vivir la última etapa des de detrás de la valla, des de allí donde nunca te esperas encontrar, y, tras una mañana de «parón» , desde la cama del hotel, viendo las montañas a lado derecho, y con unas muletas en mi lado izquierdo ya tengo ganas de volver a calzarme las zapatillas y poder volver a sentir ese estribillo que nos ha acompañado cada mañana en la línea de salida, en cada momento de flaqueza y en los últimos pasos hasta la llegada: «KEEP ON RUNNING»
Para nosotras era un nuevo reto, y, si alguien nos hubiera asegurado que ganaríamos…habría dejado de serlo. Ha sido una experiencia muy bonita y hemos disfrutado recorriendo estos senderos durante siete días. Hemos vivido momentos muy emotivos y hemos vibrado todos juntos durante esta aventura, aquí, hay una gran familia.
El verano ya se acaba, las últimas carreras están ya a la vuelta de a esquina. Me gustaría poderos decir con cual iba a intentar a poner la cereza a la Transalpine pero hasta para mí es un interrogante.
Mireia Miró