El pasado domingo 22 de enero se celebró en Llançà la segunda edición de la Mitja de Muntanya de l’Albera que este año contó con 450 inscritos frente a los 150 de la primera edición.
Se repitió el trazado del pasado año con un desnivel positivo de 976m y un recorrido de 21km que salía de la Plaça Major de Llançà y seguía por la Ermita de Sant Genís del Terrer, Ermita de San Silvestre, Mas Guanter-Puig d’Esquers, Mas Patiràs, Puig Tifell, Puig de les Aigües, Serra del Socarrador, Port de Llançà y Plaça Major.
Con una temperatura primaveral y un sol radiante los 450 corredores iniciaron a las 9 de la mañana la prueba que tenía un total de 8 controles de paso. La organización impecable y los paisajes por los que recurría la prueba de una belleza extraordinaria.
Los primeros km de la prueba después de salir del pueblo transcurren por la riera de Llançà hasta el km 4 que llega el primer susto con una subida de unos 400 metros que quita el hipo.
Después de sortear este primer desnivel entramos en una pista forestal rápida donde nos cruzamos con un rebaño de vacas y llegamos al primer control de paso en el km 4,6 (Coll de les Portes). Continuamos por la pista hasta llegar a un sendero con una bajada técnica que nos lleva directos al segundo control de paso en el km 6,3 (Sant Silvestre) donde se encontraba el primer avituallamiento y en el que pasé sin pararme ya que llevaba un buen ritmo de carrera.
Aquí empiezan unos km llanos que transcurren por el margen de una riera que cruzamos en varias ocasiones y que nos lleva al tercer control de paso (Mas de Baix) km 8,4 de la prueba. En este punto hago una breve parada para reponer un poco de líquido y continuar rápidamente antes de que empieza la parte dura de la carrera. Seguimos por una pista forestal que asciende continuamente y de modo progresivo hasta alcanzar los 606 metros (Puig d’Esquer) km 12 de la prueba y llegada al control número 4 donde encontramos un nuevo avituallamiento que aprovecho para comer un trozo de plátano y media naranja para reponer fuerzas.
Después encaramos un descenso muy rápido y técnico donde hay ir con sumo cuidado ya que las piernas empiezan a notar la acumulación de km. Es más de un quilómetro de descenso hasta llegar a Mas Patiras, km. 13,6 de la prueba y quinto control de paso.
Acto seguido nos esperaban dos fuertes subidas , el Puig del LLop (452m) y el Puig Tifell (408m), km 14,3 y sexto control de paso. Un poco de líquido para reponer fuerzas y afrontar el tramo final de la prueba sabiendo que tan sólo quedaban pocos tramos de subida antes de empezar el descenso hacia Llançà. Nos encontramos ya en el km 14,3 de la prueba (Puig Tifell de 408m), sexto control de paso y tan sólo nos queda pasar por el Pic de les Aigües y Puig de l’Illa de bajada ya hacia la población de Llançà. Consciente de que estamos ya en plena bajada y se divisa ya el puerto de Llançà las piernas se dejan ir y cojo buena velocidad de crucero pero con el peligro constante de los matorrales que pueden provocar una caída, más cuando las piernas empiezan a estar cansadas y el camino es estrecho.
Llegando ya a Llançà hacemos un tramo de la riera antes de llegar al último control de paso (km 19,3) pisando ya asfalto en la carretera que cruza el pueblo. Las piernas y la cabeza están ya deseando cruzar la línea de meta y más cuando mirando mi crono veo que puedo bajar de las dos horas que era mi objetivo. Estos últimos km que transcurren ya por el pueblo de Llançà los hago a una media de 4m/km y consigo cruzar la línea de meta con un tiempo final de 1h57m53s en el puesto 19 de la general.
Muy contento a nivel personal de mi carrera. Fantástica organización, paisajes de gran belleza y un tiempo primaveral que hizo disfrutar aún más de la carrera.
Agradecimiento especial a Bàrbara y Alex por prestarme su pequeña cámara de vídeo para filmar la prueba y disfrutar de esta experiencia. Espero no sea la última.
Marc Sala