Debido al éxito que están teniendo las carreras de ultra distancia en la actualidad, la Federación de Entidades Excursionistas de Cataluña proponía para esta temporada un circuito de carreras exclusivo para los amantes de la larga distancia.
En esta ocasión, y siendo la última prueba puntuable del circuito, los amigos de Naturetime Events nos ofrecían una competición a partir del gran recorrido que transcurre por las montañas de Prades y l’Alt Camp y que une los refugios de la zona.
Tratándose de un espacio natural que amo profundamente, con el cual comparto mucho tiempo a diario, disfrutando de sus caminos, fuentes, senderos, e incluso de la fauna, que de vez en cuando se cruza en mi mi camino, haciéndome sentir como un más.
Pues no podía dejar pasar la ocasión de poder correr en mi tierra, en un imponente recorrido a partir de la renovada Ruta dels Refugis (Sierra del Montsant y Montañas de Prades), del cual soy buen conocedor.
La distancia poco despreciable de 90 kms me hacía respeto, pero todavía me lo hacían más los casi 5000 metros de desnivel positivo acumulado.
Una vez decidido a participar, me puse a trabajar. Estudiar bien el recorrido, tramo a tramo, desniveles, distancias…un montón de números, sumas, etc. para acabar transformándolo todo en una acción tan simple como desplazarse corriendo.
Con el añadido que hacía falta hacer esta acción durante un largo rato.
La estrategia, la de cualquier otro “ultrero”: “haz tu carrera , marca tu propio ritmo, gestiona bien el alimento y el agua…las cosas en su momento se pondrán a su lugar”.
Y así salimos a las 9 de la mañana del sábado 15 de septiembre desde la plaza de Prades, acompañados de un tiempo fresco propio de una población a 1000 metros de altura.
Más adelante la situación cambiaría radicalmente.
Desde el inicio, un intratable Adolf Aguiló, de Alcanar, impuso su ley marchando en solitario, siguiéndolo a duras penas por un reducido grupo con Oliva, Balanyà, y yo mismo entre otros.
Oliva hizo su intento de aproximación a Aguiló y ya no le vimos más, manteniendo esta segunda posición hasta el final.
Los restantes hicimos juntos el paso por el Coll del Vidrier, Albarca, Cornudella y la ascensión a Siurana (Km.25).
A partir de allí, bajando por el Grau de la Trona, el cual aproxima a los escaladores a sus preciadas paredes, aposté por bajar seguro pero ágil, lo cual me permitió distanciarme del grupo.
Y entonces empezaron los mil pensamientos por mi cabeza: “en solitario demasiado pronto?”, “que hacen estos que no vienen?”, “debes comer y beber inmediatamente!”. Debía poner orden, concentrarme.
Tras pasar por el Gorg y la antigua base militar de Castillejos, tocaba bajar bruscamente hasta Vilaplana por el Grau de Garrigots, dónde divisé demasiado cerca al grupo que hacia un rato había abandonado.
Vilaplana (Km.43), era unos de los controles con avituallamento completo, dónde confiaba en poder recuperar para afrontar la segunda parte, la más dura en cuanto a desnivel. El sol ya hacía unas horas que nos alegraba el día y obligaba a beber más agua de la prevista.
Tres vasos de coca-cola después, me lancé por la subida de las Campanilles, dónde me reunía otra vez con Marc Balanyà, que no había perdido ni un segundo en el control. Con la ayuda de los bastones fui progresando hasta la cumbre de la Mussara, dónde la gente de Evasion Running de Reus aportaban su energía en todos los sentidos.
Llaneo hasta el Albiol y bajada rápida hacia Mas de Forès, cerca de Alcover (Km.62).
Ante mí, un muro en el perfil final, subida a Montral, paso por La Foradada, Motllats y finalmente bajada hasta Capafonts (km.78), dónde me desorienté algo perdiendo por instantes las señalizaciones del recorrido.
Sólo faltaban 12 kms de nada! Pero qué 12 . Subida a la ermita de l’Abellera, Coll del Serafí, Cuevas d’en Pere y al fin: Tossal de la Baltassana (km.86)
Eran casi las 9 de la noche, y en el bosque, ya es muy oscuro. Frontal en la cabeza y a acabar de redondear el día, con precaución, con alegría contenida que empezaba a rebosar justo cuando vi las primeras luces de Prades.
“Ahora sí, ya soy Finisher, y además en el podio!” -Casi grité. Y en medio de la oscuridad, después de 11 horas y 48 minutos, y 90 kms en las piernas, entraba en la plaza de Prades, la llegada.
Otros corredores pasarían más horas durante la noche por conseguir también su sueño y lamentablemente otros lo dejaron en un intento.
Satisfecho por el rendimiento y acompañado por mi familia que había hecho el seguimiento durante el día y compartido parte de los nervios, a mi cansado cerebro, vino un pensamiento:
“Hoy me lo he pasado en grande! “
El Podio:
1-Adolf Aguiló 11h15min
2-Juan José Oliva 11h42min
3-Jordi Pàmies 11h48min
Destacar la 4ª posición del gran amigo Marc, que entró en meta con poco más de 12h y me trajo todo el día de cabeza !
Jordi recibe el apoyo de DIEDRE-Running, HOKO-ropa de compresión, MONFISIOCENTRE y Ayuntamiento de l’Espluga.
Más información en www.naturetime.es