Miguel Heras ha cruzado la meta de la Ultra Trail del MontBlanc (UTMB) en segunda posición, llegando a las 14:20 al pueblo de Chamonix después de recorrer 168 kilómetros en 20:54:05 horas. Esta ha sido la confirmación de la recuperación del de Béjar, en una prueba que se le había resistido en diversas ocasiones.
La UTMB es una de las carreras míticas del ultra running. Con una distancia de 168 kilómetros y 8600 metros de desnivel positivo, la carrera se desarrolla en parajes espectaculares alrededor del MontBlanc.
Heras llegaba a la cita sin objetivos, después de la lesión sufrida a principios de año y que le había llevado a modificar el calendario de competición. Esta recuperación no habría podido salir mejor a pesar de que lamenta no haber podido tener más tiempo para preparar la cita: “He sufrido mucho, con el año que llevaba de lesiones no he podido competir tanto como hubiera querido, y la verdad es que eso me ha llevado mucho sufrimiento durante la carrera”
Miguel salió tranquilo de Chamonix a las 16:30h del viernes 30 de agosto. En el primer punto de asistencia en Contamines (km 31, 1170m) llegaba en octava posición: “Salí con mucho miedo al principio de la carrera. Nunca me pongo nervioso, pero esta vez tenia miedo de que las cosas no fueran bien, después de esta temporada y las experiencias vividas en esta carrera”
Aún así, poco a poco ha empezado a meterse en la carrera, y mientras el sol caía en el valle del Montblanc, Heras avanzaba con paso firme llegando en primera posición al Col de la Seigne (km 60, 2516m), en la frontera francoitaliana, junto a Krupricka y Chorier. Des de allí, había que descender un fuerte desnivel, coronando antes la Arête du MontFavre (km 68, 2435m). Al llegar al segundo punto de asistencia en el pueblo italiano de Courmayeur (km 77, 1200mm), Miguel llegaba junto a un grupo de cuatro corredores (Krupricka, Chorier y el que sería el gran revulsivo de esta carrera, el francés Xavier Thevenard).
Sin casi pararse el avituallamiento, Miguel ha encarado la subida al Col Ferret (km 99, 2537m), uno de los momentos más duros y épicos de la prueba. Ahí han empezado los dolores estomacales del de Béjar, que le llevarían problemas durante una parte del recorrido: “En la carrera lo he pasado mal por un tema estomacal. Hasta el kilómetro 82 iba bien, pero entonces he empezado a notar que no me entraba la comida, y sabía que eso podría traerme problemas. Y así ha sido, subiendo al Col Ferret he pasado un rato muy malo. Ahí íbamos Krupricka y yo en cabeza y he coronado cuarto con unos cinco minutos detrás de ellos. Ahí pensé que no iba a llegar… Pero nada, comí forzado y me recuperé un poco. He ido tirando hacia delante, pero siempre con la sensación que al mínimo descuido podría volver a tener problemas. A partir de ahí, a la mínima que me notaba mal, comía un poco, y así he ido aguantando.”
A partir de Col Ferret empezaba una bajada, ya por tierras suizas, hacia Champex-Lac (km 122, 1477m), el siguiente punto de asistencia, donde Miguel ha llegado en segunda posición, recuperando poco a poco el tiempo que había perdido en la subida a Col Ferret.
“Cuando he tenido los primeros problemas de estómago he pensado que no iba a terminar, pero he continuado porque no es una lesión, sino que los problemas de estómago vienen y van, y debía continuar para intentar terminar”. Así ha sido, y con los problemas estomacales resueltos, Miguel ha usado su experiencia y su mental, que asegura ha sido de diez, para encarar la última parte de la carrera. Ha sido hacia Trient (km 139, 1300 m) que Heras ha conseguido adelantar a Krupricka y situarse en segunda posición, unos diez minutos por detrás de Thevenard, que ya se había afianzado a la cabeza de la clasificación.
Heras ha sabido mantener el ritmo y no abandonar la segunda plaza hasta su llegada a Chamonix, parando el cronómetro en 20:54:05.
Esta ha sido una gran actuación del de Béjar, al que le ha costado contener la emoción al cruzar la meta: “Estoy muy contento con el resultado, venía sin objetivo a una prueba que se me resistía y me voy contentísimo. No sólo por mi, sino también por toda la gente que me ha estado siguiendo estos años, los fans, la familia, los amigos…”
Miguel Heras, pues, ha sabido una vez más controlar su cuerpo a nivel físico y mental para ofrecer una gran carrera, signo de una excelente recuperación: “He intentado mantenerme vivo durante toda la carrera, y es que a pesar de los problemas tenía muchísimas ganas de llegar, de poder cruzar la meta y compartir todas estas alegrías. Es realmente un día muy feliz”
Miguel Heras: http://www.miguelheras.com/