Nadar para respirar hondo, esta es la mejor manera que tengo de responder cuando me preguntan como soy capaz de nadar durante tanto tiempo.

Me siento afortunada de ser capaz de afrontar y superar pruebas como la Marnaton Edreams Formentera del pasado 5 de Octubre en la que unos 105 participantes nos metimos en el mar para recorrer 11 kilómetros en la isla de Espalmador.

Marnaton Formentera

En los 11 kilómetros que recorrimos, la gráfica de motivación de los nadadores es muy parecida a una montaña rusa, los ritmos y la motivación van tambaleándose como los tonos graves y agudos de una canción. Durante la travesía, ritmos altos y momentos de excitación se alternan con desesperación y cansancio que hacen que tu motorcito aminore el ritmo para concentrarse en dejar de hiperventilar y recuperar la respiración profunda y acompasada. Nadar durante 3 horas y media, aletear piernas y brazos durante  210 minutos, atravesar litros y litros de agua. Nadie dijo que fuera fácil, ninguna prueba de larga distancia lo es, a diferencia de carreras de 10 kilómetros, aquí la cabeza es quien asume casi el 70% de la responsabilidad de que el reto acabe en éxito o fracaso.  Sufrir en este tipo de pruebas es inevitable, forma parte del “pack” es cosa de la cabeza el poder convertir este sufrimiento en rabia y energía con la que poder seguir avanzando.

Para muchas personas, nadar sigue siendo la asignatura pendiente, su talón de aquiles, su pesadilla. ¿El porqué? el medio acuático nos crea inseguridad y sentimiento de descontrol. Tenemos muy interiorizado el hábito de respirar al aire libre, lo hacemos de manera automática, sin pensar pero, cuando nos cambian Oxígeno por H2O, la concentración por respirar y combinarlo con los brazos y las piernas somete a muchas personas a un estado de estrés que les hace subir de pulsaciones y cansarse antes de tiempo.

A diferencia del correr, actividad explosiva y anaeróbica, nadar en aguas abiertas es un deporte de resistencia, un esfuerzo continuado y un baile a ritmo de las olas muy poco agresivo para las articulaciones y los músculos. Nadar es un deporte en el que la técnica prevalece por encima de la fuerza, el margen entre los tiempos de las mujeres y de los hombres es mucho más estrecho que en una Maratón. Por ejemplo en la pasada edición del IM de Kona los primeros hombres acabaron el segmento de natación en 51 minutos mientras que las mujeres lo hicieron en unos 54 minutos.

Nos encontramos en la era de la superación, en los años del esfuerzo personal e individual, el auge de las Maratones, Trails, Triatlones, Ironmans… está instaurando en la sociedad la necesidad de demostrar el «Yo también puedo». El partido de tener post jornada laboral, el «footing» tranquilo por la diagonal o las excursiones en bici por la carretera de les aigües se han cambiado por entrenos, pruebas y retos. Y en este camino, la ilusión, la disciplina, el carácter y la perseverancia son los principales aliados del éxito más allá de las aptitudes físicas.

Pero todo esto no sería posible si no existieran organizaciones dispuestas a retarnos, a prepararnos pruebas en las que poder poner a prueba nuestra fortaleza mental y física mientras ellos nos esperan en el arco de llegada con un vaso de cocacola, un trozo de plátano y una sonrisa de oreja a oreja. Creo que el equipo Marnaton Edreams Formentera está haciendo un buen trabajo en popularizar las travesías en aguas abiertas sumando, año tras a año nuevos adeptos decididos a romper barreras y aliarse con el mar en lugar de batirse con él para acabar siendo mejor persona, más dura, más tozuda y más feliz.

Más información: http://www.marnaton.com/es/retos/reto5.aspx