Para comprender y comprobar rápidamente la eficacia de la electroestimulación muscular (EENM), como muestran los resultados de las investigaciones, conviene realizar una sencilla prueba en músculos largos, como los cuádriceps o gemelos. Seleccionar un programa de hipertrofia durante cinco a diez minutos, iniciar el mismo con la intensidad máxima que pueda soportar e ir aumentando para evitar adaptación.

La eficacia de la EENM se muestra en las potentes acciones musculares que provoca

A partir de las 24 horas del ejercicio, el dolor muscular retardado (lo que comúnmente se conoce como agujetas) será muy superior al que le causaría cualquier entrenamiento voluntario y va a tardar algo más de tiempo en estar recuperado. Si se realiza un análisis de CPK, HG, cortisol y otras hormonas, con mucha probabilidad, revelará alteraciones muy superiores a las que provocan los entrenamientos convencionales de hipertrofia con cargas. De hecho, la simple observación visual de la contracción provocada con la EENM a intensidades máximas, comparada con la contracción posible con un entrenamiento tradicional con cargas, pone de manifiesto la superioridad de la profundidad de reclutamiento de fibras musculares lograda por la EENM, frente al entrenamiento voluntario con cargas.

Las investigaciones que comparan la electroestimulación con el entrenamiento con cargas dejan patente la eficacia de la EENM. El reclutamiento motoneuronal con EENM es muy superior al que se consigue con el entrenamiento voluntario pues, al invertir la ley de reclutamiento de las fibras, se reclutan con prioridad las fibras rápidas (Requena, 2004; Fromer y cols., 2004).

Se sabe que, para aumentar la fuerza y/o la masa muscular hay que realizar entrenamientos voluntarios con cargas extremadamente elevadas. Esto supone un estrés importante en las articulaciones y en el sistema cardiovascular e implica riesgos musculares y osteo-articulares. Prueba de ello es el elevado número de deportistas con problemas en la zona lumbar, en las articulaciones del hombro y en las rodillas debidos a excesos realizados en entrenamientos con cargas.

En contraste, el reclutamiento de fibras con la electroestimulación se realiza de la superficie a capas más profundas y no en función de la naturaleza de las fibras. Ha quedado demostrado que la EENM permite evitar los riesgos que supone entrenar con pesos elevados y además, en función de la frecuencia programada, recluta preferentemente más fibras rápidas que una contracción voluntaria de la misma intensidad (Rigaux 1998). Así pues, en una contracción provocada por la EENM al 50% de la capacidad máxima, un cierto número de fibras rápidas están ya reclutadas, mientras que esto no sería posible en el entrenamiento voluntario.

Sabemos, por otra parte, que la fuerza es una de las cualidades físicas que degenera con la edad, y mantenerla es una excelente terapia preventiva en muchas patologías. Las personas que conocen la EENM, además de utilizarla para lograr mejoras de fuerza y velocidad sin generar lesiones, pueden apoyarse en ella para mejorar la fuerza, la masa y el tono muscular aunque tengan patologías asociadas como artrosis, artritis u osteoporosis. Estas patologías suponen una limitación importante para poder reforzar la musculatura de forma voluntaria (realizando ejercicios con el propio cuerpo o con máquinas de musculación), de modo que las personas con estas problemáticas no deberían realizar entrenamientos de fuerza voluntarios con cargas. Por suerte, la EENM es una forma óptima para ello, pues, insisto, no conlleva efectos nefastos sobre el sistema articular. Muy al contrario, al reforzar la musculatura que rodea las articulaciones, el sistema articular se protege y refuerza, beneficiando esto no sólo a esas articulaciones, sino también al estado general de la persona.

Las últimas investigaciones apuntan el interés que tiene combinar el entrenamiento voluntario con  cargas a la electoestimulación. Así lo apuntan Gondin y sus colaboradores en 2011 cuando concretan que, si bien no se puede considerar a la EENM como un entrenamiento sustitutivo, la combinación de estas dos modalidades debería optimizar la mejora de la función muscular.

En rehabilitación, Niyamoto  (2012), confirma que la EENM es preferible a la contracción voluntaria como método de calentamiento en periodos de rehabilitación.

Es muy eficaz el uso de la Electroestimulación para mejorar el rendimiento deportivo y así lo confirman Brocherie y sus colaboradores en 2005 cuando encuentran mejoras significativas en fuerza y en velocidad en jugadores de hockey hielo concluyendo que se logran aumentos de fuerza máxima de hasta el 44%. También el equipo de Balbaut publica que las ganancias de fuerza y potencia en jugadores de rugby logradas en 12 semanas llegan a ser del 8% en Squat, del 9,5% en Squat Jump y del 6’1% en Drop Jump. Mafiuletti en 2002 ya confirmó que, en jugadores de básquet, en sólo cuatro semanas  y con únicamente 48 contracciones en cuádriceps (unos 5 minutos de EENM), habían verificado aumentos del 14% en Squat que eran mantenidas durante 8 semanas con sólo el entrenamiento convencional. Previamente, Pichon en 1995 verificó, en nadadores de competición, con dos grupos que utilizaron el mismo entrenamiento voluntario de natación y que a uno de ellos se les añadió EENM en dorsales; que los que utilizaron la EENM mejoraron significativamente la fuerza de estos músculos y también mejoraron su record en 25 metros con piernas atadas y en 50 metros libres.

La electroestimulación en abdomen no aumenta la presión y si el tono muscular y la fuerza

En relación a la disminución del porcentaje de grasa con EENM, se observaron excelentes resultados mientras se realiza un entrenamiento cardiovascular (75% de la frecuencia cardíaca máxima) y se añade EENM en un programa de capilarización. Para ello se utilizaron dos grupos, uno entrenó cardiovascular exclusivamente y otro se le añadió EENM en abdomen. Se observó que la disminución del pliegue de grasa abdominal disminuía sólo de 0,3 mm en los que hicieron sólo cardio y en 6’2 mm en los que añadieron EENM, la  reducción del perímetro de la cintura fue nula en los de cardio y de 3’8 cm en los que usaron a la vez la EENM y el total de masa grasa, medido por bioimpedancia, fue d 0,3 Kg en los que hicieron sólo cardio y de 0,8 Kg en los que añadieron la EENM. Posteriormente, en 2005, Porcari corrobora la disminución del perímetro de la cintura con EENM en abdomen y en su investigación encontró reducción de 3,5 cm. También en 2005 Angelo, Carvalho y Mourao confirmaron quela utilización conjunta del entrenamiento cardiovascular y la EENM logra resultados estadísticamente significativos en la disminución de los pliegues de grasa.

Piti Pinsach

Director Internacional de Formación del Método Hipopresivo

Ldo. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

D.E.A. Morfología Médica

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