Miguel Flor participó en TNF Alhárabe Trail Race el pasado 15 de marzo en la Sky Marathon de Alhárabe Trail Race logrando cruzar esa deseada meta y aquí nos deja su crónica:
Ya me ha pasado otras veces, cuando me invitan a alguna carrera o me ceden un dorsal, inconscientemente parece que la carrera es mas “fácil” pero luego ocurre lo de siempre, a la carrera le importa un bledo que vayas “gratis” está ahí con su perfil desafiante y gratis o no tienes que terminarla, y una vez más las montañas de Moratalla me mostraron lo mejor y lo peor de ellas.
5:15 de la mañana, montamos al coche Sebastián y Jose en Villena y para Moratalla que nos vamos, con un poco de suerte y por el retraso en el control de material todavía nos da tiempo a saludar a los otros cinco villeneros que iban a desafiar a la otra prueba que se celebraba conjunta, la ultra de 70 km y valedera para el campeonato Regional de Murcia, a esas horas las 7:20 todavía hacía algo de fresco pero todo hacía presagiar, como así fue, que con el transcurso de las horas se iba a convertir en una jornada muy calurosa.
A las 8:10 salíamos los de la maratón, antes tuve ocasión de saludar a mi amigo y compañero del club Miquel Giménez, también Jorge Mañez villenero y compañero disputaría junto a su pareja Teresa Nimes la maratón. Salida bastante rápida que hacemos por unas empinadas calles del pueblo hasta abandonarlo y coger las primeras sendas donde el chubasquero superultraligero de Salomon ya tuve que quitármelo. Sendas divertidas para coger pulsaciones que nos meterían de lleno ya en la pista forestal que poco a poco iba picando y donde debías controlar puesto que se podía correr enterita y no convenía abusar con tantos km, por delante que quedaban. Así hasta el km. 7,5 donde alcanzamos un pequeño «respiro» y pista forestal hacia abajo para en apenas 1 km. doblar a izquierda donde se iniciará la cuesta más fuerte de la jornada, la subida al pico de Los Frailes, aquí no hay otra que tener paciencia, manos a las rodillas y dosificar isquios y gemelos pues la subida es con bastante pendiente pero tan bonita y en umbría que apetece hasta subirla.
Una vez en la cumbre viene una bajada de las mías, muy rápida y técnica donde el más simple fallo te hubiese hecho pegarte un buen trompazo pero me encuentro “fresco” de mente y reflejos y bajo como un rayo para enlazar con una pista forestal bastante corrible que nos deja en el primer avituallamiento en Los Álamos, aquí apenas paro y me decido a subir el pico del mismo nombre Los Álamos, otra subida algo más corta que la anterior pero muy entretenida y que tras consumir mi gel Coup de Fuet de Oversti’s la hago a buen ritmo. Una vez en la cima me dispongo a realizar otra gran bajada y larga hasta el km 19 próximo a la zona de La Escalera, una preciosa zona donde los pinos de aguja bien grandes nos reciben frondosos, vamos pisando un manto de agujas pino secas, piñas y un agradable olor a tomillo y romero, en esta zona de La Escalera, la organización puso cuerdas para poder bajar algunos destrepes con mayor seguridad. Justo antes de las cuerdas me encuentro al grupo de A to trapo que iba haciendo la Ultra y les pido paso que me ceden amablemente.
Sigo bajando de La Escalera por una de las zonas más bonitas de la carrera y es que realmente hace un día esplendido y el paisaje es espectacular, altamente recomendable para el año que viene donde si puedo repetiré, la senda termina en la pista forestal donde estratégicamente está ubicado el siguiente puesto de avituallamiento, km 25 aproximadamente y una bajada larga de pista nos espera, y a pesar de que la pista forestal no me gusta nunca, aquí es distinto porque la bordean pinos por doquier al más puro estilo canadiense. Me debo de ir frenando o las rodillas, que ya hace tiempo que no llevo del todo bien, se me van a ir hacer puñetas, ahora viene un riachuelo y no hay más remedio que mojarse al menos una zapa, así que sin pensarlo mucho meto el pie y salto, para salvar la otra zapa, ahora el sonido al pisar es “chof”, “tap”, “chof”, “tap”, y así sigo corriendo hasta que la pista y tras oír sin parar las sierras mecánicas hacer leña de los pinos nos detienen en otro avituallamiento curiosamente cercano al anterior, pero es porque aquí coincidimos con los de la ultra y a ellos sí que les viene de lujo.
Senda a derechas y nos metemos de lleno en la zona más peculiar de la carrera ya que el río Alhárabe y que da nombre a la carrera, va discurriendo entre cañizos, rocas gigantes y saltos de agua que hace que nuestro correr por allí sea una alegría para los sentidos, no hay que dejarse llevar por la adrenalina de la situación porque es tan bonito saltar por allí que un tropiezo sería ir al dentista una buena temporada, y así tras salto y esquive llegamos al camping La Puerta, donde tras atravesarlo, un poco tontamente volvemos sobre nuestros pasos, ahora sí al menos pegados a la orilla del río donde se nota que es una zona preciosa de relax para los campistas que a pesar de la hora, casi las 12 de la mañana, no hay casi nadie animando la carrera, cosa que me extraña, y tras saltar entre rocas atravesando el río pasamos a la otra orilla a seguir con la carrera.
Nos acercamos a La Celada ¡pero vaya por Dios! que aquella senda entre pinares, no acababa nunca, era muy bonita con algún que otro repecho pero la subida al Peñón del Cuervo no venía, hasta que llegó, aquí las fuerzas ya van muy justas, antes hemos parado en el avituallamiento a repostar, me tomo dos coca-colas y algo de isotónica y me animo a mi mismo pensando que apenas tres subidas y meta. La subida al Peñón del Cuervo… como lo diría… es empalagosa, vas subiendo por zonas de tirar de gemelo que medio se entrecortan entre falsos llanos y de nuevo a volver a subir pendientes del 35-40% de desnivel, y así varias veces que al final se va acansinando pero como que se van uniendo unas con otras sin dar tiempo al respiro. Hasta que veo colgando de un pino el cartelito de “km 40” y esto sí que ya me da la inyección de moral que me hacía falta.
Se acaba la cuesta y me encuentro con un avituallamiento que no estaba señalado, ya hace un calor de mil demonios y el bote de cerveza fresca lo llevo dibujado en la mente hace varios km, justo aquí los de la Ultra siguen hacia arriba a la derecha y ya nosotros hacia abajo por la izquierda, apenas un par de km a meta, así que como es ya todo bajada, pongo la directa y por la pista forestal por donde antes subíamos ahora voy como un meteoro hasta llegar al asfalto que lleva al polideportivo, subo la rampa de acceso como un sputnik y me planto con mi salto característico en línea de meta con un tiempo de 5:51 como 6º veterano, estoy contento a más no poder aunque mis rodillas me piden que haga algo de descanso.
Allí está Miquel que ha llegado hace rato, Jorge Mañez ha sido tercero, Teresa Nimes primera y mis compañeros de Villena entraron detrás mío en un tiempo de 8 minutos, así que ducha todos juntos, dos platos de paella y otras tantas cervezas y para casa que todavía llegamos a buena hora. Así que tras doce horas, de salir de Villena estábamos de vuelta con los deberes hechos y la autoestima por las nubes.
Miguel Flor Hernández
TNF ALHÁRABE TRAIL RACE: http://www.tnfalharabetrailrace.com/