Eugeni Prieto participó en el Ironcat, primer gran objetivo de su proyecto «Todos con Laia».
Este sábado día 10 de mayo tenía uno de mis retos principales: el primero de los tres triatlones de larga distancia que tengo planificados hacer esta temporada: EL IRONCAT (3,8 swim-180 bike-42 run).
A las 5 de la mañana ya sonaba el despertador, tocaba madrugar ya que el disparo de la salida era a 7 de la mañana. Me preparé todas las cosas y comí un bocadillo de pavo con queso.
Las previsiones climatológicas eran de mucho calor y estaba seguro de que tocaría sufrir pero lo afrontaba con muchas ganas e ilusión.
Esta prueba es realmente especial para mí. Fue aquí donde me inicié en el triatlón de larga distancia justo hace un año. Mientras me dirijo hacia boxes voy bebiendo bebida isotónica del 226ers.
A las 7:05 comenzaba el espectáculo, hacía muy buen día y el agua estaba calmada. Entré al agua con ganas pero sin apretar porque quedaba mucha carrera por delante y en larga distancia no se puede ir al límite desde el primer momento.
Así pues fui a buen ritmo pero sin pasarme, con muy buenas sensaciones salí del agua con un tiempo de 01:09 h (130ª posición).
Fui hacia boxes, me saqué el neopreno, me puse crema solar ya que eran las 8 de la mañana y el sol ya apretaba, cogí la bici ¡y pedalear!
Tenía que hacer 6 vueltas de 30km cada una. Me sentí muy bien quizás demasiado. Esto hizo que apretará y luego me paso factura…
Cuando llevaba 30km me comí un plátano y luego durante las otras vueltas tiré de barritas energéticas (4) y de geles (2).
Quería probar de subsistir sin nada sólido pero es evidente que cómo un buen bocadillo a media carrera no hay nada… la próxima no lo dudaré.
Estuve bebiendo bebida isotónica con sales que me iban dando mi asistencia en las zonas de avituallamientos permitidas. Éstas me fueron de maravilla y no las dejé de tomar durante toda la carrera.
Finalmente me salió un tiempo de 5:27 horas por 180km (54ª posición).
Entré en boxes, me calcé las zapatillas y ¡a correr! Con un sol inaguantable… ¡cómo sufrí! Tenía que realizar 6 vueltas de 7km cada una.
Aún no había dado una vuelta cuando me encontré con mi gente, les dije que iba muy tocado… me quedaba mucho y notaba que quizás había apretado demasiado en el sector de la bici. Tocaba continuar, no podía pararme porque si no se hace eterno. Así que cogí un botellín que me habían preparado con sales y ¡a seguir! Poco a poco parecía que iba mejorando pero de golpe me empezaron mis amigas “las rampas” ¡qué sufrimiento!, cansancio extremo y calor infernal. Me tomé 2 pastillas de sales y continué bebiendo isotónico. Noté una mejoría importante aunque mis piernas iban tocadas. Pero por si era poco en el km 30 aproximadamente me empezó a coger dolor de estómago, entre las barritas, geles, la bebida y el no comer nada sólido, supongo que mi estómago dijo BASTA.
Continué pero a un ritmo muy inferior de lo que yo podía ir. En el km 35 aprox mi estómago se revolucionó y vomité. En ese momento me puse muy nervioso, me entró miedo y empecé a hacerme preguntas como: ¿qué me está pasando?, ¿podré acabar con lo poco que me queda? Fueron momentos muy críticos de mucho pánico. La verdad es que vomitar fue lo mejor que me podía haber pasado porque quedé como nuevo, de golpe me desapareció el dolor estomacal y empecé a correr con ganas para terminar los 7 km que me quedaban.
Finalmente terminé el run con un tiempo de 03:58 h por 42km (49ª posición) entré en meta con un tiempo de 10:37:46 y en una 50ª posición de la general y 32ª posición de categoría (ABM).
Aunque no logré mi objetivo de sub 10:30h estoy muy contento del resultado y con muchas ganas de seguir trabajando para poco a poco ir mejorando.
De cada carrera se aprende algo y en esta me he autoconvencido que no se puede ir al límite desde el principio en distancias tan largas. Tengo que ir de menos a más y si no lo hago así mi cuerpo se acaba quejando.
Sé que si no hubiera apretado tanto en la bike, hubiera hecho mejor tiempo en el run y probablemente hubiera entrado en meta con mi objetivo conseguido.
¡Seguiremos trabajando!
Gracias a todos los que hacéis posible este projecto, a los patrocinadores: Sportvicious, Nutrisport, Taymory, Recupera,t fisioteràpia i nutrició, Vermuts Miró,Tuga, Sailfish, Suunto, Restaurant Vermuts Rofes, Construccions Priar, Rocanys Aiguardents), a los colaboradores, a todo mi equipo, a mi familia y como no LAIA por regalarme una vez más su sonrisa.
¡Gracias!
Eugeni Prieto Soria
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