Porque detrás de esos colores llamativos, prominentes tacos y diseño propio de un deportivo italiano relacionado con la tauromaquia, se esconde una zapatilla dócil, apta para todos los públicos y concebida para contentar a un amplio abanico de corredores en las más variadas disciplinas del trail-running.
Al tenerlas entre las manos uno se da cuenta rápidamente de que La Sportiva ha puesto todo su empeño en aportar las mejores soluciones posibles para cada una de las partes que conforman la zapatilla. Tanto en su upper como su suela y media suela se atisban detalles muy particulares de este modelo y sobre los que uno desea fervientemente probar su funcionamiento.
Comenzando por el upper, destaca poderosamente, aparte de su atractivo diseño, el hecho de contar con una estructura del talón bastante rígida y de perfil bajo, unos refuerzos laterales de plástico transparentes que nacen en la misma suela y que están destinados a reforzar el ajuste del empeine, así como una contundente y amplia protección de plástico en la puntera.
La media suela no se queda atrás. En ella destaca especialmente su parte central, especialmente rígida y reforzada con un estabilizador que abarca hasta la zona media del talón. A su vez, La Sportiva ha bajado el drop al que nos tenía habituado con las Crosslite 2.0 /Q-Lite y en las Bushido lo ha dejado en 6 mm.
En cuanto a la suela, aquí nos encontramos con numerosos detalles característicos de este modelo. No tanto por la utilización del compuesto Frixion XT, que busca ofrecer un equilibrio entre agarre y durabilidad, ni por la forma de sus tacos, a lo que La Sportiva nos tiene más que acostumbrados en otros modelos, sino, por una parte, por el tamaño y disposición de aquellos que se encuentran en la parte externa de la suela y que, a su vez, sobresalen sin reparos de los límites marcados por la media suela, así como por el hecho de que la suela, en la zona de los metatarsos es ligeramente cóncava (al posar la zapatilla en el suelo son principalmente los tacos laterales los que tocan el suelo), lo que está encaminado a incrementar significativamente la estabilidad delantera. Finalmente, nos ha llamado la atención que el rockguard (de EVA de doble densidad) asome entre los tacos de la parte delantera.
¿Y en qué se traduce todo esto a la hora de la verdad? Vamos a verlo…
En cuanto procedemos a calzárnoslas, lo primero que percibimos es un gran ajuste. Ello en parte debido a lo ligeramente estrecha de su horma en la parte central (aunque sin llegar a ningún extremo) y a la ergonomía de su estructura rígida del talón que, a pesar de contar con un perfil más bien bajo, cumplirá su función a las mil maravillas. Al atarnos los cordones, comprobamos como también la sujeción del empeine es exquisita gracias, en buena medida, a los tirantes de plástico de los laterales, que actúan eficientemente como contrafuertes, y a las tiras elásticas que se hallan cosidas en ambos laterales de la lengüeta y que, aparte de contribuir a que ésta no se retuerza dentro de la zapatilla y a frenar la entrada de pequeñas piedras en su interior, colaboran eficientemente a evitar holguras en el ajuste y sujeción del empeine. Su puente más bien poco marcado y su calidad en los remates interiores hacen de La Sportiva Bushido sea un modelo apto para un amplio abanico de formas de pie y también para aquellos más sensibles a sufrir rozaduras. Tan solo hemos de tener en consideración que la contundencia del ajuste de su talón y su mínimo acolchado en su parte inferior puede resultar un tanto agresivo con el paso de los kilómetros.
Una vez en marcha, percibimos enseguida que su comportamiento no es el puro de una zapatilla eminentemente “racing”. La prominencia de sus tacos laterales hacen que se sienta más voluminosa de lo esperado y, desde luego, increíblemente estable.
Pronto nos damos cuenta de que su amortiguación es generosa, tanto en la parte delantera como, especialmente en el talón, lo que nos hace pensar, en un primer momento, que puede ser un modelo más que apto para acometer largas distancias.
Sin embargo, esta posibilidad la vamos descartando conforme sumamos kilómetros por terreno técnico. El motivo no es otro que su rockguard. Éste no resulta para nada intrusivo a la hora de mantener una buena flexibilidad de la media suela en la zona de los metatarsos pero se nos ha antojado insuficiente para aislarnos de sentir las irregularidades del terreno en la medida de lo exigible para acumular un número considerable de kilómetros sin que la planta de nuestro pie se resienta. De todos modos, es probable que los corredores más livianos, o los más curtidos en este apartado, no se encuentren con este inconveniente.
Un aspecto remarcable, sin embargo, es su sistema “Impact Brake System”, el cual está destinado a suavizarnos el impacto con el terreno en subida y, especialmente, en bajada. El caso es que el sistema funciona y muy bien. Es muy perceptible en las bajadas, donde notaremos el impacto con el terreno muy suave, exento totalmente de tosquedad, lo cual han agradecido enormemente nuestras articulaciones durante las largas jornadas de entrenamiento a las que las hemos sometido. También hemos celebrado que su ajuste se ha mantenido inmutable tras largos tramos de subida y bajada. Un gran logro de La Sportiva en un punto que era el “talón de Aquiles” de las Crosslite 2.0.
En cuanto al comportamiento de su suela en los distintos terrenos, hemos de decir que su agarre y tracción es remarcable bajo cualquier circunstancia (tanto en seco como en mojado, sobre roca, tierra y superficies grasas). El compuesto Traxion XT unido a un diseño de los tacos muy agresivo y acertado, nos brinda unas prestaciones excelentes. Quizás se perciba una ligera merma en su tracción sobre barro y nieve respecto al modelo Crosslite/Q-lite 2.0, más que nada debido a que la prominencia de los tacos de éstas era mayor que en las Bushido, pero a favor de estas últimas, hemos de decir que su rodar es más agradable y algo más fluido. Sobre todo se nota una diferencia abismal en terreno poco técnico (pista forestal y asfalto).
El diseño de sus tacos laterales, así como la forma cóncava de la parte delantera, tal como hemos comentado, nos ofrece una estabilidad sensacional. Respecto a esto, tan solo hemos encontrado dos hándicaps para los corredores acostumbrados a zapatillas de corte más minimalista. Por un lado, el hecho de que se hacen un tanto voluminosas, con lo que, si estamos acostumbrados, en terreno técnico, a pisar sutilmente en pequeños apoyos que “leemos” conforme avanzamos, aquí la amplia superficie de la suela de las Bushido nos puede resultar un inconveniente. Por otra parte, y relacionado con lo anterior, la más que generosa superficie del talón, que será más que celebrada por aquellos que apoyan principalmente con éste (ya que la estabilidad y amortiguación que otorga es espectacular), será un pequeño estorbo para aquellos acostumbrados a recepcionar con los metatarsos, ya que es bastante habitual que estos tacos sobresalientes tropiecen con alguna piedra tras hacer dicha recepción, corrigiendo de forma no deseada una pisada efectuada de una forma natural. En definitiva, una inestimable prestación para los corredores que aterrizan con el talón; un pequeño fastidio para los que cultivan el natural-running.
Lo que resultará de agradecer a unos y a otros será sin duda la pieza de plástico de la parte central de los laterales de la suela, ya que ofrece una más que contundente protección del puente, parte del pie donde es relativamente fácil clavarse una piedra. Con las Bushido podemos estar tranquilos de que esto no acontecerá.
Con todo, es una zapatilla con la que disfrutaremos más en terreno de alta montaña. Especialmente zonas deplacas de roca y losas de piedra típicas en las carreras de sky run celebradas en altas cotas. Ello es debido a que su flexibilidad en la zona de sus metatarsos, unido a su no menos alta estabilidad en esta zona y la enorme confianza que nos otorga el compuesto de su suela sobre roca, tanto seca como mojada, hará que progresar por esta caótica superficie sea un verdadero placer con las Bushido. No en vano el terreno sobre el que concibe y desarrolla este producto es, en buena parta, los Dolomitas italianos y eso se nota… y mucho…
Otro punto a su favor es el mesh del que está compuesto en mayor porcentaje el upper (Air Mesh transpirable con alta resistencia al desgarro), así como la calidad de su plantilla Ortholite (no microperforada pero sí con una porosidad por encima de la media). Ambos ofrecen una capacidad de transpiración más que adecuada, aunque no excepcional y, en el caso del primero, gestiona eficazmente la evacuación del agua del interior de la zapatilla cuando ha conseguido entrar, y todo ello a pesar de la existencia de las tiras laterales de plástico, las cuales podrían suponer un freno en este cometido.
Bien, una vez descubiertas sus bondades, os comentamos su evolución durante los no pocos kilómetros que hemos tenido oportunidad de ponerlas a prueba por terrenos eminentemente técnicos.
Por una parte, hemos podido comprobar que sus cualidades de amortiguación, estabilidad y sujeción del pie se mantienen intactas. Su suela también mantiene su capacidad de agarre y tracción en buenas condiciones, aunque los tacos de la parte interna han sufrido un desgaste estimable y significativamente mayor que los tacos dispuestos en la parte externa de la suela. Un buen agarre, especialmente en roca mojada siempre tiene una contrapartida en cuanto a duración de la suela y, en el caso de las Bushido, no podía ser una excepción.
Por otra parte, la puntera puede llegar a despegarse del upper. El hecho de que aquélla sea de plástico y esté solo pegada con pegamento al upper, supone una vulnerabilidad evidente, que puede llevar a un deterioro prematuro de la puntera.
Finalmente, otro punto a mejorar es la fijación de la suela en la parte pegada a la zona central de plástico del puente, donde, asimismo, el taco en contacto con esta pieza tiende a despegarse.
Por lo demás, es un modelo sobre el que hemos de destacar su polivalencia. Muy de agradecer sobre todo manteniendo un peso por debajo de los 300 grs. En talla 9 USA (concretamente 292 grs.) y que será muy adecuado para aquellos corredores de peso medio que deseen una zapatilla que les ayude a progresar con seguridad por terreno complicado (gracias a su grip y excelente estabilidad, tracción y agarre) y que, a su vez, valoren una buena amortiguación y protección del pie (perfecta en todas las partes más expuestas y un poco escasa, en nuestra opinión, en la zona delantera de la planta del pie).
En cuanto a la distancia ideal, las vemos como un modelo idóneo para distancias comprendidas entre los 20 kilómetros y el maratón. Más allá de esta distancia dependerá, tal como hemos comentado, de varios factores; la experiencia del corredor para gestionar la capacidad de absorción del rockguard, su propio peso y técnica, así como el terreno predominante durante el recorrido a completar. Por debajo de los 20 kilómetros y para kilómetros verticales, por ejemplo, es un modelo, desde luego, muy válido también. Para los que solo utilicen un modelo de zapatilla durante toda la temporada, con las Bushido obtendrán unas más que aceptables prestaciones, pero entendemos también que existen otros modelos más específicos para distancias cortas y kilómetros verticales que, obviamente ofrecen unas cualidades más apropiadas.
Álvaro Rodríguez
La Sportiva: http://www.lasportiva.com