Estamos ante una de las últimas incorporaciones al mercado de la marca americana Ultimate Direction. Se trata de la segunda versión de la mochila Ultra Vest, desarrollada por Scott Jurek y destinada a cubrir óptimamente todos los aspectos que resultan imprescindibles cuando entrenamos o competimos tanto en media como, sobre todo, en larga distancia.
La Scott Jurek 2.0 Ultra Vest es una mochila muy liviana, de volumen muy contenido y cargada de detalles, que a simple vista no parece que realmente disponga de 7 litros de capacidad.
Cabe señalar también que es un modelo muy anatómico y que, aparte de estar disponible en 3 tallas, dispone de cinchas tanto en la zona pectoral (regulables en altura) como en ambos laterales de la mochila para lograr el ajuste perfecto. Una vez bien acoplada, nos envuelve perfectamente la parte alta de la espalda y el torso, dejando totalmente libre la zona lumbar, evitando con ello roces en esta zona y favoreciendo la transpiración.
En nuestro caso, hemos probado la talla S, cuyo peso es de tan solo 315 gramos. La incorporación de los dos bidones que trae de serie, de 600 ml de capacidad, supone sumarle 160 gramos en total.
El desarrollo tecnológico de esta mochila se basa principalmente en dos aspectos importantes. Por un lado, las soluciones adoptadas para portar todo el material necesario y, por otra, los materiales utilizados para su construcción, que son ciertamente innovadores.
A fin de abundar en ambos puntos, primero describiremos las características de los materiales para, a continuación, describir paso a paso el procedimiento para incorporar todo el material obligatorio exigido en la mayor parte de los ultra trails que se celebran, dentro de la Scott Jurek 2.0.
El bolsillo principal de la mochila está fabricado con Silnylon 66, material con el que se confeccionan las velas de barcos y paracaídas, entre otros. Como su nombre indica, está formado por nylon impermeabilizado con silicona. Esto le confiere, por una parte, una gran impermeabilización y, por otra, aumenta considerablemente la resistencia al desgarro. Esto ha sido un avance respecto al modelo 1.0 de esta mochila, en la que se utilizaba Fibra Cuben.
Asimismo, la estructura Hex Mesh, de la cual están compuestas prácticamente todas las zonas de la mochila que están en contacto con el cuerpo del corredor, es completamente transpirable, muy robusta y de peso ligero. Tiene una capacidad muy elevada para evitar la absorción de agua por lo que permanecerá más tiempo seca y, a su vez, añade un plus de comodidad precisamente en las zonas donde es más requerida. A fin de reforzar el confort de marcha, los bordes de la mochila en contacto con el cuerpo están revestidos de Velvetex, un material con textura de microfibra y tacto agradable que evita totalmente la fricción con la piel.
Por último, Ultimate Direction ha utilizado, para la construcción de prácticamente todos los bolsillos, el tejido Power Mesh. Una especie de cordura muy elástica que, aparte de ofrecer gran resistencia, dota a gran parte de los bolsillos de la mochila de mucha mayor capacidad de la que a simple vista pueda parecer.
Para demostrar esto último, vamos a mostrar a continuación todos los compartimentos de los que dispone la Scott Jurek 2.0, a la vez que introducimos en ellos el material obligatorio que comúnmente debemos llevar si recorremos una carrera típica de ultradistancia.
Empezaremos por los portabidones. Éstos tienen una estructura bastante sólida, lo que facilita la entrada y salida del bidón. Quedan totalmente pegados al pecho y disponen de un cordón elástico de ajuste en su parte superior. A su vez, incorporan dos bolsillos de Power Mesh a ambos lados aptos para barritas y geles energéticos.
Cada bidón tiene una capacidad de 600 ml, con lo que cumpliríamos sobradamente el litro de reserva hídrica que se suele exigir sin necesidad de recurrir a una bolsa de hidratación. Tanto el tapón como el envase de estos bidones están fabricados de un material rígido y robusto. Este último cuenta con hendiduras de cierta rugosidad para facilitar su sujeción y evitar que se nos escurra de las manos. También la tapa está provista de un asa que sirve de ayuda a la hora de sacar el bidón con rapidez.
De todos modos, lo más característico de estos bidones es el sistema de succión incorporado. Para beber agua debemos tirar previamente de la boquilla para, a continuación, morderla ligeramente a la vez que succionamos el líquido.
En cualquier caso y, a pesar de contar con estos bidones de excelente calidad y capacidad, una buena alternativa puede ser optar por los novedosos Body Bottle. Recipientes softflask de 420 ml de capacidad que arrojan un peso de tan solo 30 gramos y un volumen significativamente inferior a los de un bidón, y que, a costa de perder un poco de autonomía si solo portamos dos, ganaremos ostensiblemente en espacio y ligereza.
Una ventaja a sumar es que es un recipiente que, a medida que se va vaciando, se puede ir plegando y disminuyendo así su volumen hasta quedar reducido a poco más que solo su boquilla.
Continuando con la parte delantera de la mochila, comprobamos que sobre ambos portabidones se cuenta con dos bolsillos con cierre de velcro que pueden resultar apropiados para alojar un teléfono móvil de medianas dimensiones, aparte de la documentación, pilas de recambio de los frontales o incluso algunos geles o barritas más. Observamos también que justo encima del bolsillo del lado izquierdo se encuentra el silbato.
Debajo de los portabidones también se hallan ubicados dos pequeños bolsillos horizontales con cierre de velcro. Uno de ellos es totalmente impermeable, con lo que parece el lugar idóneo para alojar las sales. En el otro podremos guardar alguna llave y las pilas de recambio de los frontales (si hemos decidido no guardarlas en el otro bolsillo indicado para ello).
Realmente comprobamos que prácticamente todo aquello que resulta necesario mientras estamos en marcha (comida, bebida, teléfono, etc.) lo tenemos cómodamente accesible en la parte delantera de la mochila.
Pasando a la parte trasera, vemos que principalmente posee dos compartimentos de gran capacidad. El más amplio, no totalmente impermeable pero sí bastante protegido, incorpora en su interior una cinta elástica que sirve bien para alojar una bolsa de hidratación separándola del resto de componentes alojados en ella o bien para comprimir lo que llevemos dentro de este bolsillo.
Aquí introduciremos el sobrepantalón impermeable, una camiseta térmica de manga larga, una malla larga, los guantes y manoplas impermeables, un segundo cortavientos, un tubular, una venda, el frontal de repuesto y una manta de supervivencia.
Por su parte, el frontal principal lo llevaremos en uno de los bolsillos laterales que disponen de cierre con cremallera. El otro bolsillo de similares características lo emplearemos para alojar el vaso de plástico; así nos aseguramos un fácil acceso al mismo y evitamos que algo que se suele ensuciar se mezcle con otras cosas.
El compartimento exterior es altamente elástico y permeable, y es donde alojaremos el cortavientos principal. Al fin y al cabo, es la prenda que más a mano debemos llevar y así lo conseguimos fácilmente.
Esta mochila ofrece dos sistemas para portar los bastones. En nuestro caso, hemos optado por una solución que nos parece la óptima, dada su facilidad para colocarlos y, sobre todo, para poder extraerlos en marcha. El sistema consiste en alojar uno de los extremos en el hueco que queda detrás del bolsillo para, a continuación, fijar la parte superior con el elástico que encaja con un pequeño gancho de sujeción. Con esta sencilla maniobra, los bastones quedan perfectamente acoplados a la mochila sin peligro de que se muevan o se caigan.
La Scott Jurek 2.0 hasta incorpora, en la parte inferior, una cinta para poder enganchar el piolet (aunque estimamos que en un ultra no será necesario) y dos cuerdas elásticas a los lados por si queremos utilizarlas para portar los bastones. Lo cierto es que, una vez hemos probado el sistema anteriormente descrito para este cometido, no querremos utilizar otro.
Una vez descrito esto, procedimos a ajustarla correctamente y nos pusimos en marcha para evaluar su comportamiento.
Ya desde los primeros metros comprobamos que el ajuste es espectacular. También el peso se siente equilibrado entre la parte delantera y trasera, lo que nos hace menos penosa la progresión, especialmente en ascenso.
Pronto necesitamos beber y realmente lo primero que valoramos fue el asa de la tapa del bidón, que nos permitió sacarlo con rapidez. La boquilla requirió un poco de práctica para habituarse a ella, pero finalmente su sistema nos ha parecido correcto. A la hora de volver a alojar el bidón, la maniobra no entrañó dificultad alguna. La extracción de barritas energéticas también fue muy sencilla, así como las sales.
Según completábamos kilómetros, más a gusto nos sentíamos con ella. Especialmente, su excepcional ajuste y lo ligera que se percibe nos estaban maravillando.
Al alcanzar cierta altitud fue necesario ponerse el cortavientos. Para ello, procedimos rápidamente a quitarnos la mochila soltando previamente las cinchas pectorales y, abriendo la cremallera correspondiente, lo pudimos extraer con facilidad. Posteriormente realizamos la misma maniobra con los crampones que, en este caso, llevábamos alojados en el bolsillo principal. Tampoco esto entrañó dificultad alguna.
En cuanto tuvimos que acometer alguna bajada medianamente prolongada y técnica, valoramos de nuevo el contar con su extraordinario ajuste. El hecho de que todo lo que portamos pueda ir bien sujeto dentro de la mochila y la propia ergonomía de este modelo nos permitieron descender sin percibir bamboleo alguno, ni de la mochila ni de su contenido. Los bidones tampoco se movían en absoluto, ni siquiera cuando estaban llenos, y su ubicación nos ha permitido bracear con total libertad.
Durante la bajada también decidimos hacer alguna foto, para lo cual agradecimos poder tener a mano el teléfono en todo momento. En caso de precisar realizar una llamada de emergencia, este detalle es especialmente importante.
Finalmente, decidimos colocar los bastones y probar la maniobra de sacarlos en marcha. Al respecto, nos agradó especialmente el poder hacerlo en pocos segundos y de dos formas diferentes, tanto desde arriba como desde abajo. A la hora de volver a guardarlos, sin embargo, no tuvimos más remedio que detenernos y sacarnos la mochila previamente.
Tras completar un recorrido exigente, con un desnivel considerable y con cambios de temperatura constantes, hemos de concluir que, aparte de todas las virtudes ya comentadas, es una mochila muy cómoda que no nos provocará rozaduras y que ofrece una capacidad para gestionar el sudor también muy adecuada. En fin, esta mochila de Ultimate Direction nos ha parecido un producto bien pensado, con un despliegue tecnológico importante y que nos permitirá disfrutar plenamente de nuestras largas jornadas de trail-running.
No os perdáis el vídeo explicativo de la Scott Jurek Ultra Vest 2.0:
http://youtu.be/5YtM8knnoSw
Alvaro Rodríguez y Mercedes Arcos