Antonio de la Rosa se posiciona como líder de la Rames Guyane 2014 adelantando al resto de competidores franceses de la prueba a unos 550 kilómetros de la meta. Ya ha superado una de las dos corrientes que cruzan la travesía antes de llegar a las costas donde finalizará la competición.
En estos últimos días decisivos, aún queda por ver cómo el aventurero y el resto de remeros se enfrentarán a la segunda de las corrientes que tienen que atravesar antes de llegar a tierra. De ello, se vislumbrará el ganador de esta última Edición de la prueba.
Mientras sus competidores se encuentran bloqueados entres dos de las corrientes cercanas a la costa, Antonio de la Rosa ha aprovechado esta circunstancia para posicionarse como líder. Al contrario que el resto de remeros que iban los primeros la última semana, el español se mantuvo en el Norte para atajar la primera corriente por la zona más estrecha. Fiel a su actitud competitiva, el aventurero ha luchado sin parar ni un segundo, comentaba “menuda paliza física y técnica que me he dado estos dos días, intenté no perder tiempo ni para comer tranquilo, ya que cada vez que paraba una corriente fortísima me llevaba hacia el sureste”.
Esos dos días han significado para el español un fuerte desgaste físico y mental, explicaba “me duelen las piernas como si hubiera bajado cuatro montañas seguidas, la espalda, el cuello y los hombros están igual. Las manos se me abren, apenas puedo coger un tenedor. Pero estoy feliz del palizón que me he dado. Creo que dará sus frutos.” El último día lo ha aprovechado para recuperarse, “ahora descansando y aprovechando para cargar pilas de todo tipo, las mías y las del barco.”
La mente del aventurero sólo piensa en cuál será su estrategia de aquí en adelante, “me toca ir pensando en cómo afrontaré la segunda corriente fuerte que me llega mañana. Aunque es hacia arriba y un poco hacia Guyana, intentaré tomarla desde un punto más bajo que la línea de meta para que no me suba demasiado y termine en el Caribe. Voy a bajar hasta el paralelo 5, la meta está en el 5.25 más o menos.”
Mientras uno de los remeros que competía, ha abandonado la prueba ante la insuficiencia de comida para llegar a meta. Antonio de la Rosa aprovecha a comer sus últimos geles y barritas los días más complicados de la competición y pescar el resto de días, para poder llegar a tierra con provisionamiento suficiente.”
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