Agosto no es mes para maratones pero la capital finlandesa celebra la Helsinki City Marathon. ¡Y merece la pena!Los aficionados al atletismo seguramente recordarán el campeonato del mundo del año 2005. Aunque se celebró en agosto, Helsinki vivió un verano lluvioso y frío como nunca se ha visto en estas latitudes. Atletas sufriendo hipotermia, mantas térmicas de aquí para allá… El clima jugó una mala pasada a los atletas y advirtió que en los países escandinavos siempre puede cambiar el tiempo. Pues eso mismo me pasó a mí cuando corrí la maratón de Helsinki, una de las pocas que se celebran en agosto.
La salida estaba programada, como cada año, a las 3 de la tarde. Es un horario extraño y presumiblemente bochornoso, pero el día amaneció cubierto y durante toda la mañana caía una fina lluvia que bajó la temperatura hasta poco más de 10 grados. La pereza se palpaba en el ambiente; los pasadizos del estadio olímpico donde se podían dejar las bolsas estaban repletos de corredores sin ganas de mojarse hasta que no fuera inevitable. Las calles, con poca presencia de público, tampoco ayudaban a subir la moral. Pero el circuito es espectacular y, según parece, lo han mejorado el último año.
No se puede decir que el circuito sea duro. Es muy plano, pero es incómodo. Muchos kilómetros se hacen por carril bici en lugar de ir por la calzada y esto lo convierte en un circuito estrecho. Si a esto le sumamos que en muchas ocasiones (y durante centenares de metros) la ida se mezcla con la vuelta, el caos es omnipresente. La primera vez que me crucé con los corredores (sin siquiera cintas o conos en medio) pensé que me había perdido porque ¡iba al revés que ellos! Por suerte, el nuevo circuito ya no tiene cruces entre los corredores.
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Helsinki City Marathon: http://www.helsinkicitymarathon.fi/