Este año coincidiendo con su 5º aniversario, la Salomon 4 Trails estrenaba nuevo recorrido diseñado por los grandes corredores alemanes Philipp Reiter y Stephan Repke “Gripmaster”. Son cuatro jornadas intensas donde se disfruta del puro y duro trail running compartiendo camino con más de 500 corredores. Lo importante es gestionar las fuerzas y superar cada etapa hasta convertirse en finisher el último día.PALABRAS DE MIGUEL CABALLERO, EL GANADOR DE LA PRUEBA
¡SALOMON 4 TRAILS! en mayúsculas y en negrita. Para mí fue uno de los objetivos más importantes del año.
Cargamos la furgoneta y salimos desde España en dirección a Berchesgaden, un pequeño pueblo alemán que casi no sabemos ni ubicar en el mapa. Dejamos que sea el GPS el que nos lleve a él. Por delante más 15 horas de viaje. ¡Tengo complejo de Willy Fog!
Por el camino nos paramos a recoger a Dani y Miquel, dos amigos catalanes que se convertirían en parte del equipo. Durante el viaje vamos charlando y comentando el perfil y terreno de cada una de las etapas que nos esperan. ¡Toda una aventura por delante!
Una vez llegados allí, nos encontramos con Álex, Bárbara, Depa y Elena. ¡Parece que corremos en casa! ¡Qué gusto tantos amigos! Nos dirigimos a la recogida de dorsales y surgen los primeros nervios al ver a los corredores más fuertes e imaginar cómo deben ser los que no conocemos. ¡Corren que se las pelan!
Estamos en la línea de salida de la primera etapa. La han tenido que recortar por lluvia, tocará mojarnos. Primeros pasos, primeras sensaciones, pero sobre todo mucha velocidad impuesta por Dimitris Theodorakos, corredor griego del equipo Salomon Internacional y claro favorito después de ganar la edición pasada de la Salomon 4 Trails. Detrás voy yo aguantando a duras penas. Comenzamos la primera subida y se nos une un corredor alemán muy fuerte, Helmut. De repente el griego cede un poco y parece que se queda, pero Helmut parece que tiene prisa y yo me voy con él. Finalmente corono solo, bajo y vuelvo a salir a otra pista. Solo… me extraña, no sé qué pasa pero me gusta, me anima y me da fuerza para apretar más. Tanto que llego victorioso, mojado y muy feliz, más aún por ser mi cumpleaños. ¡Bonito regalo!
Sin emocionarme demasiado pero dejándome llevar por el optimismo, recupero y disfruto de la pasta party. Risas, fotos, vídeos y charlas con los contrincantes y los amigos. Sin duda, esta es la esencia de este tipo de carreras.