CamelBak ARC 2: Cinturón de Hidratación Práctico, Ligero y Seguro

A veces no tenemos necesidad de transportar muchas cosas pero sí que necesitamos llevar una buena cantidad de líquido, por ejemplo en triatlones de larga distancia, entrenamientos largos, épocas de mucho calor, complemento a otra mochila…Como siempre, las posibilidades que tenemos son infinitas y la mayoría de las posibles soluciones no son especialmente complejas (algunas de ellas caseras), pero eso no es óbice para que no nos lo tomemos en serio y busquemos la mejor solución posible, más que nada, porque a la larga lo agradeceremos y amortizaremos con creces.

Hay una diferencia abismal entre una solución chapucerilla y una solución como el ARC 2 de CamelBak y, aunque pueda parecer que no merece la pena y que con cualquier cosa te apañas, en cuanto comienzas a usar el CamelBak ARC 2 ARC 2 te das cuenta de por qué es un producto tan aclamado y seguramente pasarás a utilizarlo más de lo que te imaginabas.

CamelBak ARC 2

Es uno de esos productos que sin ser imprescindibles, desde el momento que lo usas por primera vez quedas prendado y pasa poco menos que a depender de él.

Es un cinturón de hidratación que no busca ofrecernos grandes capacidades de porteo de material sino que se centra casi en exclusiva en el tema de la hidratación.

Es muy ligerito (161 gramos sin bidones) y el cuerpo principal, por llamarlo de algún modo consta de tres partes:

La cinta azul, que es ligeramente elástica para permitir una pequeñísima holgura que en marcha se agradece mucho porque nos permite apretarnos mucho el cinturón y que no nos estrangule la cadera.
La cinta gris, que no es elástica y que queda al lado del cierre y sobre la que reposa el pequeño bolsillo.
La “pieza grande” que queda en la zona lumbar, que es la que le da cuerpo y sujeta los bidones. Los portabidones no van directamente cosidos a esta pieza sino que van sujetos en dos trozos de tira gris cosidos.

El ajuste es mediante dos presillas correderas y el cierre es “de clic”, con una pieza contundente que nos garantiza que no se va a soltar con facilidad y que no se va a ir dando de sí con los usos. Al tener la posibilidad de tirar de ambos lados, podemos ajustarlo mucho y jugar con la orientación de los objetos aunque, si somos muy delgados, el bolsillo puede limitarnos algo ese ajuste.La calidad de los materiales y acabados de los productos de CamelBak los percibimos hasta en los detalles más pequeños ya que, por ejemplo, no sólo es muy buena la calidad de la cinta gris, sino que el remate que tiene es excelente y pensado para que se pueda enganchar en las dos presillas reflectantes. El reflectante está bien y se tiene bastante visibilidad nocturna aunque la que queda en la derecha, puede quedar tapada por el bolsillito.Este bolsillito está pensado para teléfonos o eso dicen en la publicidad, pero hay que tomarlo con cautela. Es de unas dimensiones de 14’5 centímetros de ancho y 7’5 centímetros de alto, pero no es elástica nada más que la parte inferior, con lo que no aumenta apenas su capacidad respecto a la que tiene cuando está vacío. La parte inferior es de rejilla por lo que transpira para que no se estropee lo que hayamos metido dentro, el tejido es repelente al agua, etc. Sin embargo, cuidado, que no es 100% impermeable, entre otras cosas, porque la cremallera no va sellada así que, si llueve mucho, acabaría calando. Creemos que estaría bien hacer un par de modificaciones: permitir que el bolsillo actual pueda crecer más y, quizá, añadirle uno más en la zona lumbar.Pasando al tema líquido, ofrece la posibilidad de llevar dos botellas Podium Arc que vienen de serie, de 300 mililitros cada una. Hay que remarcar el hecho de que vienen con el cinturón y de que no son unos botellines cualquiera porque parece mentira hasta qué punto puede ser de complejo y avanzado algo teóricamente tan sencillo como un botellín.

Son más o menos rectangulares y ligeramente curvados, con una boquilla bastante amplia, de unas dimensiones de entre 6 y 8 centímetros de ancho, entre 3 y 4’5 centímetros de grosor y 15 centímetros de alto y pesan uno 52 gramos cada uno. El material es polipropileno, con un tratamiento especial (TruTaste) para que no afecte al sabor del líquido que pongamos dentro, no contienen BPA ni BPS y se pueden meter en el lavavajillas (menos mal porque, si no, para algunos perderían todos los puntos).

Gran parte de su gracia (aparte de cómo quedan en los portabidones y que veremos un pelín más adelante) está en su boquilla, relativamente amplia para el tamaño que tienen, que enrosca a la perfección (no se escapa ni una gota) y que dispone de un mecanismo de bloqueo que nos permite mediante un giro de un cuarto de vuelta en uno u otro sentido, permitir que salga líquido o no. Si lo abrimos, simplemente presionando el botellín, saldrá el líquido de una forma bastante controlada y, al cerrarlo, no saldrá ni una gota por más que lo apretemos o chafemos.

La válvula BigBite está hecha con silicona de grado médico por lo que es hipoalergénica y es de las que te hace pensar en que “ojalá todos los bidones tuvieran este tipo de cierre” porque se acabarían los típicos problemas de goteo. La única peguilla que le hemos encontrado es que, para tomar el líquido hay que presionar el botellín, no vale sólo con sorber.

Aunque tenga unos botellines como éstos, crème de la crème, no valdría de mucho si los portabidones no estuvieran a la altura pero, en este caso, lo están con creces. Tienen una forma como de alas de mariposa, quedan sujetos al CamelBak ARC 2 mediante dos tiras de cinta, están ligeramente arqueados y adoptan la forma del Podium ARC, abrazándolo por los dos laterales.

Los abrazan por ambos laterales, envolviendo los salientes que tienen los botellines y al ponerlos, hacen una especie de clic que nos indica que han quedado sujetos. Y damos fe de que lo quedan, no se caen solos ni queriendo, lo que no quiere decir que sacarlos sea complicado porque únicamente hay que forzar un pelín hacia fuera un de las dos abrazaderas y ya está, el bidón queda suelto. Volver a ponerlos es aún más fácil ya que únicamente hay que meter el botellín de arriba abajo y él sólo acaba haciendo el clic.Lo hemos estado usando sobro todo con temperaturas cálidas (algunos días en plena ola de calor) y el comportamiento ha sido excelente en cuando a la transpirabilidad. Todos los cinturones y mochilas acaban haciéndote sudar un poco más que si no llevaras nada pero, con el CamelBak ARC 2, no lo hemos notado en exceso ya que tapa nada más que lo justo: en la parte delantera la cinta ancha y en la zona lumbar una pieza fina y muy transpirable.En cuanto a la durabilidad, también sacan una nota muy alta y es tanto por la calidad como por los acabados, que le permiten aguantar todas las perrerías que se le quieran hacer.

Tampoco nos ha parecido especialmente agresivo con la ropa que utilizamos y no hemos notado que nos haya dañado más de la cuenta ninguna de las mallas o pantalones que hemos usado con él.

La verdad es que nos cuesta quedarnos con “la mejor característica” del CamelBak ARC 2 porque creemos que tiene varios detalles que hacen que sea uno de los que más nos ha gustado dentro de su segmento. Por ejemplo, el sistema de sujeción de los bidones es excelente, de los mejores que hemos conocido, además de ser de los más ligeros. El ajuste global también es muy bueno y lo consigue gracias a esa combinación de diferentes tipos de cintas. El nivel de los acabados y la durabilidad que tiene.En fin, que lo dejamos en que es un gran cinturón de hidratación, una de las mejores opciones para quienes busquen uno que se centre sobre todo en la parte líquida y que necesiten una cantidad de porteo de poco más de medio litro.