Productos ecológicos, biológicos, naturales, para veganos, para vegetarianos, para intolerantes al gluten o la lactosa…
Hasta hace nada eran poco menos que frikadas que sólo encontrabas en tiendas pequeñas, de las que encuentras en rincones apartados y eras un “rarito” si los consumías.
Ahora es como si nos hubiéramos ido al otro extremo y el “rarito” es casi el que no consume y compra pensando en alguna de esas cosas, el que no tiene problemas con el señor gluten, ni con la señorita lactosa, ni tiene prejuicios respecto a lo de comer “cosas de animales”, …
Pero, bueno, independientemente de todo eso, el caso es que, por necesidad o por simple evolución del mercado y su “ley de oferta y demanda”, ahora tenemos miles de opciones dentro de este segmento de productos y una de las grandes ventajas que tienen es que suelen ser productos bastante cuidados, en los que se nota que has puesto mimo a la hora de diseñarlos, que seleccionan con cuidado las materias primas, etc. De hecho, muchas veces toca sacrificar la variable precio para poder cumplir con esos requisitos y, a pesar de tener que cargar con ese lastre, muchos optamos por ellos si consideramos que merece la pena.El mundillo del deporte es muy proclive a este tipo de productos porque se pone mucho foco en el tema de la nutrición así que van apareciendo nuevas marcas cada poco tiempo.
Roo Bar es una de esas jóvenes empresas que se han lanzado al ruedo y lo han hecho con una sugerente gama de barritas que abogan por los productos naturales, ecológicos, saludables…, por supuesto, cumpliendo con los correspondientes objetivos nutricionales y sin olvidar lo de que estén ricas, tengan buena digestibilidad, etc.
Y, de propina, una buena dosis de originalidad a la hora de elegir los ingredientes y sabores e incluso la presentación, nombres y demás, algo que siempre se agradece.EL ORIGEN DE ROO BAR
Como tantas otras veces, el origen de Roo Bar fue un tanto casual, porque una cosa llevó a la otra ya que comenzaron fabricando barritas sin procesado a mano en una tienda y a raíz del éxito que tuvieron gracias al boca–oído fueron creciendo hasta que, en unos meses lanzaron comercialmente como Roo Bar, inicialmente en su país de origen, Bulgaría.
Poco a poco se van extendiendo por todo el mundo y ganando premios relacionados con temas naturales, veganos y, sobre todo, relacionados con la innovación.
Seguramente que os preguntáis que por qué premios de innovación, echadle un vistazo a uno de sus mottos: “Roo Bar: barritas sin procesado con súper alimentos”.LAS BARRITAS ROO BAR
Las barritas de Roo Bar son 100% orgánicas (disponen del certificado), sin procesado térmico, aptas para veganos, sin gluten, sin soja, sin alimentos modificados genéticamente, incluyen algunos de los llamados “súper alimentos”, sin azúcar o edulcorantes añadidos,… con una receta sencilla y muy buen sabor.
Dicho así (basado en un texto de su propia web) parecen poco menos que la barrita perfecta y, bueno, aunque eso es algo que es complicado que pueda existir porque cada uno tenemos nuestras preferencias en sabores, texturas y, además, no siempre necesitamos lo mismo, sino que depende de la situación concreta, la verdad es que cumplen bien y dan lo que prometen.
No obstante, si hubiera que destacar una sola cosa, creemos que sería el “sin procesado térmico”, o “crudas” si traducimos literalmente el “raw”, que forma parte de su motto y que nos parece que es su principal característica.
Y no lo decimos sólo por el tema filosófico de que puedan ser más naturales o cosas así sino porque nos parece que es lo que le da un toque característico y diferencial a estas barritas ya que, al no recurrir a ningún tipo de procesado, no es trivial conseguir elaborar las barritas. Hay que elegir muy bien qué ingredientes se usan, cómo se combinan, cómo se “amontonan” y prensan… y todo ello teniendo en cuenta demás que han de cumplir ciertos objetivos nutricionales, estar ricas, etc.
Vamos, que es casi más complicado que conseguir hacer la cuadratura del círculo pero, ¡Roo Bar lo ha logrado, y de qué manera!
Las barritas están disponibles en dos tamaños, 50 ó 30 gramos y tienen unas dimensiones de unos 9’5 centímetros de ancho por 4 de alto, con un grosor de entre 0’5 y 1 centímetro según sean las grandes o las pequeñas.
Al estar prensadas, la consistencia es muy alta, son un buen ladrillaco pero, tranquilos, que no os vais a dejar los dientes al comerlas porque se pueden trocear con facilidad. De hecho, ese toque de contundencia viene muy bien porque así las puedes quebrar justo por donde quieres para ir racionándolas según necesitas y, lo que queda aún en el envase lo puedes guardar en el bolsillo o llevarlo en la mano sin que se desmenuce.
No hace falta refrigerarlas y al no tener coberturas se pueden dejar al sol aunque haya “cuarenta grados a la sombra” porque simplemente las vamos a notar algo más blanditas. De hecho, nos han parecido ideales para épocas calurosas porque al ablandarse un poco se mastican con más facilidad. De hecho, nos gusta comer las barritas fresquitas, recién sacadas del frigorífico y estas de Roo Bar no las hemos metido porque salen muy duras (sólo las hemos metido si las hemos dejado a medias.
Las Roo Bar se agrupan en 5 categorías en función de su objetivo, “pluses” y el porcentaje de procesado aplicado (+Protein, +Superalimentos, 100% Raw, 80% Raw, Simple) y están disponibles en 13 sabores. Los sabores son bastante sorprendentes incluso dentro de los productos orgánicos, veganos y demás, que suelen tener sabores un tanto diferentes. Además, en casi todos los casos, no son sabores únicos, sino que tienden a combinar dos o tres ingredientes principales, en muchos casos, con sabores claramente diferentes o incluso contrapuestos, con lo que la explosión sensorial al comerlas es muy grande y, para los amantes de la cocina y el buen comer, son casi unas delicatesen.
Al verlas por primera vez, rápidamente nos vienen a la mente las barritas tipo pan de higo pero si le echamos un vistazo a los ingredientes, vemos que el ingrediente base son los dátiles. El otro ingrediente común son las almendras, que encontramos en un buen porcentaje en casi todas las barritas y que está en tropezones de un tamaño considerable, para que se note no sólo el sabor, sino también su textura y que las notemos claramente al masticar y encontrarnos con los trozos.
Sobre esa base, que se repite en la mayoría (al menos los dátiles, porque las almendras no están presentes en algunas como p. ej. en las de Bayas de Goji) se añaden los ingredientes de la barrita en cuestión que no suelen pasar de uno o dos.
Tan simple como eso, nada de azúcares o edulcorantes añadidos, sólo el sabor que adquiera con los ingredientes indicados, nada de conservantes (aunque la fecha de caducidad es alta, rondando el año),… sólo ingredientes naturales y orgánicos.
Como comentábamos antes, son compactas y contundentes por lo que requieren un masticado relativamente pausado y esto puede ser una ventaja o un inconveniente, dependiendo de cuándo las tomemos. Si estamos pensando en ellas para cuando vamos con la sangre en el gaznate, pues las vamos a pasar canutas y probablemente nos atragantemos o las acabemos tragando como un pavo, sin disfrutarlas. Sin embargo, para cuando vamos a ritmos medios, haciendo actividades de baja intensidad o si las tomamos como un snack o comida entre horas, son ideales. Ideales por el sabor, porque nos fuerza a comerlas con calma, porque las vamos a salivar adecuadamente, etc. De hecho, para esas actividades nos han parecido de muchísima utilidad porque podemos dejarlas un rato en la boca, masticándolas y dándole vueltas para ir tragándolas poco a poco o incluso escupiendo cierta cantidad de manera que lo único que hemos hecho ha sido estimular la producción de insulina.
La digestibilidad es buena si las comemos con calma, racionándolas y bebiendo agua en cantidad adecuada porque si nos la zampamos entera y nos bebemos medio litro de agua, lo más probable es que el estómago se sature y empiece a hacer la digestión, algo que a lo mejor no nos interesa. Si las tomamos a trozos (media es lo que nos parece lo más coherente) y echamos un par de sorbos de agua entre los dos bocados que probablemente le demos a cada mitad, la asimilaremos sin enterarnos, pasará como si no hubiéramos comido nada y simplemente notaremos que se nos ha pasado la sensación de hambre y que mantenemos lleno el depósito energético.
Hemos podido probar prácticamente toda la gama de barritas Roo Bar y la verdad es que nos han sorprendido, no son simplemente unas más dentro de este tipo de productos sino que realmente aportan un “algo especial”. Quizá es esa “pureza” que les da el ser sin procesado y la sencillez de sus ingredientes que, aparte de estar libres de conservantes, azúcares y demás, no son listas interminables sino que son dos, tres, cuatro como máximo.Además, al no tener procesado sino ser los ingredientes en crudo, percibes claramente los sabores y matices que da cada uno de los ingredientes que están elegidos y combinados con mucho tino.
Es difícil quedarse con alguna como “la favorita” porque hay mucho donde elegir y tan buena puede parecer la típica de Cacao que, además es de las más sencillitas como la de Moras y Vainilla que es algo más pastosilla, tiende a doblarse más que quebrarse y que incorpora unos toques de bourbon que le dan un matiz curioso al comerla. Si no, cosas más exóticas como la de Chía y Cáñamo que tiene un toque amargo, con unos tropezones de almendra considerables y una contundencia que te permite llevarla en pleno verano sin problemas. O, qué tal una de Chía y Coco que, aunque parezca una combinación sin mucho sentido y podamos no ser aficionados al coco, seguramente nos sorprendemos porque viene bien cargadita de semilla y el coco se nota en el sabor pero sin convertirse en protagonista como en otras barritas, que dejan el sabor durante mucho rato. Ah, tranquilos, que no todo son cosas raras y frikis porque, para los clásicos, la de Pepitas de Cacao es una delicia, no sólo porque cacao sino porque tiene mucha almendra y tiene un toque fresco muy curioso que hace que no sea pesada, que no sea un mazacote de cacao.
Complicado tratar de transmitir todas las sensaciones que hemos sentido con todos los sabores, lo mejor es que las probéis vosotros mismos, os aseguramos que no os van a defraudar, ni por el sabor, ni por las barritas en sí mismas.
¿Os animáis a decirnos cuál es vuestra favorita?
Morath (Rodrigo Borrego)
Roo Bar: http://roobar.com/