Inicio hoy mi ilusionante andadura personal en Sportvicious, admirada y respetada revista deportiva que me brinda la oportunidad de escribiros sobre mi segunda pasión: la Natación. Será un placer comentaros aspectos relativos a su práctica gracias a mi vital experiencia, así como referidos a mi actividad diaria como entrenadora en nuestro proyecto (ya feliz realidad) Illusion Team Training.
Antes de hablar de natación, en cualquier foro que se precie, hay que recordar que éste maravilloso deporte fue considerado por nuestros antepasados como síntoma de cultura y nivel social. Los romanos lo consideraban don personal relativo a las clases instruidas y los griegos escuchaban embelesados a Platón decir: “los que no saben nadar son bárbaros”. Desde entonces la natación ha formado parte de la educación de los hombres y ha acompañado a estos a lo largo de siglos de evolución y conquistas sociales hasta la contemporaneidad. Prueba de su valor cultural es la masiva práctica y total dominio del deporte acuático en los países de mayor desarrollo de todo tipo.
Me permito en primer lugar un CONSEJO como nadadora -de toda la vida- para todos aquell@s que se quieran iniciar en este deporte. Si tu deseo es adentrarte en la practica acuática con solvencia y eficacia, te lo recomiendo fervientemente, ponte en manos de un profesional de la natación. Este deporte, de connotaciones muy específicas requiere de una instrucción profesionalizada al borde de la piscina. Mi deporte, el que posiblemente quieras dominar con voluntad y constancia, precisa de un “medio”, a mi parecer indispensable, un entrenador, el único que te presta sus ojos, sus conocimientos, su práctica, sus experiencias y su Oficio para transmitirte las complejas técnicas del dominio del agua. Nadie mejor que él para hacerte nadar mas rápido gracias a nadar mejor y mas eficiente. No te fíes de aquellos métodos milagrosos que prometen mejoras en unas pocas horas. La natación no tiene secretos y si los tiene consiste en el duro trabajo constante y machacón en la mejores condiciones posibles. Las mejoras se logran después de horas de practica, de correcciones y de mecanizar-automatizar-interiorizar el modelo propuesto.
Finalmente una SUGERENCIA. A modo de ejemplo para l@s que ya estáis inmiscuid@s en nadar cada semana. En contestación a una pregunta constante entre mis alumnos: ¿para que sirven las palas?, ¿cuándo debo usarlas?, ¿cuánto?, ¿cómo?, ¿cuáles?, ¿dónde y porqué?, etc.
Pues bien. Primero. Sí hay que usarlas. Históricamente son muy útiles. Como mínimo tienen un triple efecto: fortalecedor, resistente y técnico. Te ayudarán en tu perfeccionamiento y entrenamiento. Por ejemplo usa unas palas pequeñas y descubre su efecto. Nota su finalidad técnica. Saca tus propias conclusiones. Realiza tus ejercicios habituales y nada crol (nuestro estilo básico) con ellas y observa las diferencias. Termino insistiendo en el consejo fundamental de “mi Natación”, acude a un entrenador o monitor y que te indique, corrija y planifique un feliz uso y disfrute adecuadamente programado. Nada con salud. La física te traerá la mental.
Mireia García Sanchez
Ex-Nadadora Olímpica y Entrenadora de Illusion Team Training