Sasha DiGiulian es una joven escaladora estadounidense de 23 años que en 2012 se convirtió en la primera mujer de esa nacionalidad y tercera del mundo en escalar el grado de dificultad 9a (5.14d en el sistema americano). Anteriormente había escalado tres 8c+ a vista, dos 8b+ y cuatro 8b. En 2015 se convirtió en la primera mujer en liberar Magic Mushroom (7c +), una de las rutas más difíciles en la cara norte del Eiger.
Empezaste a escalar a los seis años. ¿Te mordió una araña o algo?
Sasha DiGiulian: [Risas] Empecé a escalar en la fiesta de cumpleaños de mi hermano cuando tenía 6 años, en 1998, y ni siquiera sabía que la escalada era un deporte. Simplemente me divertía. Después me uní al equipo junior del rocódromo. Iba al gimnasio dos veces a la semana: miércoles y sábados. Un sábado por la mañana fui al rocódromo y se celebraba un campeonato regional; así fue como descubrí, de alguna manera, la parte competitiva de este deporte. Empecé a competir cuando tenía 7 años, a punto de cumplir los 8, y la competición formó parte de mi vida durante los siguientes diez años.
¿No crees que eras demasiado joven para competir?
Sasha DiGiulian: La escalada en la actualidad tiene un sistema similar a otros deportes. Hay competiciones locales, campeonatos regionales, divisionales y nacionales. Si participas en los nacionales, puedes llegar a competir representando a tu país, en el equipo junior de los Estados Unidos en mi caso. Yo fui una de las pocas chicas que realmente se tomó la escalada en serio, siendo tan joven. Hoy en día la escalada ha cambiado totalmente hasta el punto que hay programas para chicos de 3 o 4 años de edad. La escalada está progresando en la medida en que más gente está escalando y frecuentando los rocódromos que se van abriendo, poco a poco, en muchas ciudades del mundo. Hay también más escaladores jóvenes buscando sitios para escalar y hay un mayor número de competiciones.
¿Cuándo decidiste ser una escaladora en roca?
Sasha DiGiulian: La primera vez que salí a escalar al exterior tenía 9 años. Hicimos un viaje con mi entrenador Claudio y otros chicos de mi área local. Fuimos al New River Gorge, en West Virginia. En el sudeste hay muchas zonas limpias para escalar. También fuimos a Quebec, a escalar, en zonas como el Montagne d’Argent o Val-David. Así empezó mi experiencia en escalada deportiva pero debo decir que los primeros diez años de mi carrera estaba completamente centrada en la competición indoor.
¿Qué prefieres: competición o escalada en exterior?
Sasha DiGiulian: ¡Esa es una pregunta fácil! [Risas] ¿Qué prefieres competir o escalar en exterior? Sin ninguna duda siempre elijo exterior por encima de la competición. Creo que la competición en mi carrera fue muy útil para instruirme y alcanzar objetivos. La verdad es que fue bastante lineal, me refiero a que entrené para competir en regional, después en divisional y finalmente en los nacionales. Alcancé mi meta ganando el Campeonato del Mundo. Creo que aquel año, 2011, que estuve compitiendo en la Copa y el Campeonato del Mundo, empecé a cambiar mi punto de mira hacia el exterior. En 2012 me dije: “vale, ahora, ¿cuál es el siguiente paso en mi carrera?”. Pensé, está bien, dejo mis éxitos en competición un poco atrás y me centro en escalar en el exterior.
Te convertiste en la tercera mujer del mundo en escalar un 9a, en Cataluña concretamente en la Era Vella de Margalef. ¿Qué supuso para ti?
Sasha DiGiulian: Mi primer 9a fue Pure Imagination, que está en el Red River Gorge en Kentucky. En la actualidad ha sido degradado a un 9b+. Creo que es la evolución natural en el deporte. La graduación está sujeta a cambios. Las carreras de los escaladores y las escaladas van a mejorar. La gente empieza más joven. Hay muchas más instalaciones y más ciencia detrás del entrenamiento. Creo que sería una mala señal si el nivel de escalada no fuera progresando. A mí me inspiran mucho los nuevos jóvenes escaladores como Ashima Shiraishi, que está empujando a un nuevo nivel el deporte. Ella es joven (14 años), iba a decir que se convertirá en escaladora, pero el hecho es que ya lo es. Creo que muchos jóvenes como Kai Lightner (15 años) —son solo dos nombres con los que estoy familiarizada— ponen la escalada en este nuevo escenario y eso es muy bueno para todos.
Recientemente fuiste la primera mujer en conquistar Magic Mushroom en el Eiger. ¿Fue tu primera experiencia en escalada alpina?
Es gracioso que me hagas esta pregunta porque estuve hablando del Eiger con Ueli Steck los días que estuve en Barcelona. Fue genial y muy inspirador hablar con él sobre la cara norte del Eiger. Se trata de una montaña muy famosa. Hay mucho misterio y emoción a su alrededor. He tenido mi propia experiencia y he sentido esas emociones, ese miedo y esa superación. Ha sido una gran aventura. Para mí es muy diferente a lo que acostumbro a hacer. Mi escalada normalmente se basa en hacer pequeños largos, no como la escalada deportiva en el Eiger. El Magic Mushroom es una ruta de muchos largos. Tienes que dormir en la pared. Además hay que lidiar con caídas de rocas, el mal tiempo y las malas condiciones de la pared. Esos son los factores con los que te encuentras.
¿Te tomó 4 días y 3 noches llegar a la cima?
Sí, estuve 4 días y 3 noches desde la base hasta llegar a la cima con éxito.
¿Qué prefieres: grandes paredes como Magic Mushroom o pequeñas y más técnicas como Era Vella?
Veo la escalada como un deporte de muchas caras. Es muy arbitrario tratar de decir quién es el mejor escalador del mundo porque puede ser un montañero, un escalador deportivo o de búlder, o un escalador de competición. Hay demasiadas especialidades en el mundo de la escalada. A mí ahora me motiva hacer crecer mi técnica y mis habilidades como escaladora deportiva más que centrarme en grandes paredes o grandes objetivos. Creo que es un terreno novedoso para mí. Este otoño/invierno estoy escalando más en Yosemite, aprendiendo a escalar con falcas y por grietas. Puedo decir que tengo licencia para ser novata otra vez, lo que es muy bueno porque tienes que ser capaz de expandir tu carrera. Ponerte ahí fuera y empezar a probar cosas nuevas. Es así como veo las grandes paredes, la escalada con falcas y las grandes montañas, algo con lo que estoy familiarizada, y quiero tratar de estarlo aún más.
¿Es Cataluña la meca de la escalada deportiva?
Sí, definitivamente Cataluña es la meca de la más dura escalada deportiva. Hay pocos sitios en el mundo que tengan una concentración así de rutas y mucha gente viaja a Cataluña para escalar en esta área. Mi lugar preferido de Cataluña para escalar es Oliana.
¿Es la ruta de La Rambla (9a+) en Siurana un objetivo?
¡Eso es un rumor! [Risas] Por supuesto estaría encantada de intentarlo pero la realidad es que no es algo que haya estado intentando de forma rutinaria. No considero La Rambla un objetivo inmediato. Me gustaría intentar largos de escalada deportiva, escalar otros lugares que supongan un reto para mí, aunque también me centro en grandes paredes y nuevas experiencias.
¿Cómo es tu entrenamiento para escalar?
Vivo en Nueva York. Estudio en la universidad de Columbia. Entreno los lunes y los miércoles con un entrenador en un gimnasio privado. Hago ejercicios específicos para escalada con diversas rutinas y máquinas. Trabajo de alta intensidad básicamente. Los jueves y normalmente los martes voy al rocódromo y allí practico la escalada en pared. Escalada tipo búlder y sesiones divertidas de escalada con los amigos aumentando mi nivel de habilidad. Teniendo en cuenta que la escalada artificial es diferente a la escalada en exterior, se pueden trabajar y analizar movimientos en el gimnasio con máquinas específicas. Esto te puede ayudar a entrenar los músculos específicos. Luego puedes escalar en el exterior porque creo que la mejor manera para mejorar como escalador es escalando en el exterior.
La escalada no es solo físico, es también mente. ¿Entrenas tu cerebro?
Entreno mi cerebro a través de mis experiencias. La escalada es realmente un reto físico y mental. Ganas conocimiento y experiencia haciendo grandes viajes como este último a la cara norte del Eiger. Este ha supuesto un gran paso en mi carrera porque me ha abierto a una nueva visión. Me ha ayudado a pensar en lo que es posible y lo que me puedo esforzar gracias a todo lo que he experimentado.
¿Has sentido miedo alguna vez?
¡Absolutamente! Es totalmente falso que los escaladores no sienten miedo, incluso a las alturas. Son emociones humanas. Sentir miedo es perfectamente normal. Creo que lo que te diferencia de si estás teniendo éxito o no, es tu manera de tratar con el miedo. Mi manera de manejar el miedo es clasificarlo en miedo irracional y miedo racional. Cuando es miedo irracional es un miedo más físico. Lo que tienes que hacer es centrarte, manejarlo y superarlo. Como cuando tienes miedo a caer mientras escalas. Déjalo marchar, toma la caída y mira si estás bien. El miedo racional puede ser como cuando estaba en el Eiger. Tenía miedo que una roca cayera sobre mí y me golpeara. Y eso era un miedo que tenía que manejar siguiendo adelante porque es algo que no puedo controlar. La logística en la montaña es incontrolable. Obviamente van a haber desprendimientos. Van a haber causas climatológicas que puedan afectar a la escalada como el frío o la lluvia. Pero es algo que tienes que navegar sobre ello. Mirar los informes meteorológicos por satélite, estar en zonas seguras o llevar casco son las maneras de lidiar con ese miedo. Incluso si estás en un lugar en el que no es frecuente caer, caer es una opción. Cuando aíslas esa posibilidad y sigues adelante, puedes concentrarte en lo que estás haciendo.
¿Qué opinas del Sharma Climbing Barcelona?
Estoy muy contenta por Chris. Este es un rocódromo genial. Barcelona nunca había tenido un gimnasio así. Es genial venir a Cataluña y ver que un amigo mío ha pasado a un siguiente nivel en el negocio de la escalada. Escalar o interactuar con la comunidad de escaladores en el bar. Este es un gran entorno para venir a escalar.
Sasha DiGiulian: http://www.sasha-digiulian.com
Entrevista realizada por Óscar Cusidó
Fotografías de Keith Ladzinski, Christian Pondella, Francois Lebeau, Renan Ozturk, Reini Fichtinger, Bearcam Media y Sasha DiGiulian’s archive.