En la montaña de Montjuïc, y de la mano de Salomon, se celebró este pasado domingo 17 de abril la tercera edición de la Salomon Run Barcelona, una competición original y peculiar que tal como anuncia su eslogan, invita a disfrutar de la ciudad de Barcelona “desde las nubes”.

La Salomon Run Barcelona es una carrera creada para cualquier tipo de corredor que quiera pasárselo bien, no importa su nivel, sólo importa que pretenda disfrutar descubriendo la ciudad de Barcelona como nunca lo había hecho antes. La prueba en sí transcurre por la montaña mágica barcelonesa, y más concretamente por los alrededores del histórico anillo olímpico, de edificios emblemáticos como el Museo Arqueológico o el MNAC, o como novedad de este año por alguna de las calles del recinto del Poble Espanyol; todo ello en un circuito de 10km, con un desnivel positivo de 200 metros, tramos espectaculares, con más de 1600 escalones, con constantes cambios de terreno, etc… Nada que ver con las carreras urbanistas que se organizan. ¿No parece suficientemente atractivo e innovador?

¿Pero una carrera así cómo nace? Para los que hayan oído hablar del concepto CityTrail -creado por la misma marca francesa que nos ocupa-, y quieran saber de primera mano de qué estamos hablando, con esta carrera encontramos un ejemplo perfecto. El concepto es fácil de resumir: no todo el mundo tiene la montaña a la vuelta de la esquina, ya sea por distancia o por tiempo, y un buen sucedáneo es practicar el trail-urbano. Una adaptación de la forma de correr por montañas en zonas urbanizadas. Seguro que cada una de nuestras ciudades aguarda un rincón que se adapta a la perfección a este formato.

Tras este pequeño inciso volvamos a la carrera Salomon Run Barcelona. Pese a que la hora del pistoletazo inicial estaba marcado para las 9:30 AM, ya desde mucho antes en los alrededores de las Fonts de Montjuïc se iban congregando los cerca de 2000 intrépidos runners que se dieron cita en la edición de este año. La liturgia, la habitual en estos casos: recoger el dorsal, ejercitarse en los habituales y necesarios estiramientos, proceder con el calentamiento, visitar la carpa del patrocinador para descubrir las últimas tendencias en textil o ropa, y claro está, entre una cosa y otra, no podía faltar la foto de rigor, ya sea en formato selfie o en grupo. La música de ambiente y el fenomenal speaker hicieron muy entretenido todos estos prolegómenos iniciales. El ambientazo que se vivía era el habitual de una gran fiesta del running y todavía faltaba lo mejor.

La carrera dio inicio a la hora prevista. Sólo girar hacia la derecha aparecía delante de nosotros el primer “muro” de escalones: lo prometido se cumplía; ya no había vuelta atrás, así que manos a la obra y a divertirse… En el aspecto competitivo no hubo sorpresas y los corredores del equipo Salomon, la joven promesa Marc Traserra y el veterano y actual team manager del equipo Greg Vollet, compartieron victoria en categoría masculina, mientras que en féminas Jes Bonet repetía triunfo tal como sucedió en la última edición.

Como no podía ser de otra manera, después de tantas emociones y una nueva experiencia al currículum, tras completar el kilometraje estipulado, un fantástico tentempié nos esperaba a todos los runners con el fin de recuperar fuerzas e hidratarnos del calor sufrido. Nos lo teníamos bien merecido, desde el primero hasta el último. Todo el mundo quedó satisfecho, y la cuenta atrás para la cuarta edición se ponía en marcha.

A título personal he de comentar que mi temporada se iniciaba precisamente con esta Salomon Run Barcelona. A estas alturas normalmente mis piernas ya llevan acumulados muchísimos kilómetros entre trails e incluso maratones, pero una doble tendinitis aquilea -aún en fase de recuperación-, me ha dejado en el dique seco el último medio año. De ninguna manera podía entrar en mis planes intentar mejorar el top 50 de mi primera participación en este evento. Así que me programé en modo entreno y salí a disfrutar de la carrera sin más pretensiones que seguir con mi proceso de recuperación. El hecho de no estar pendiente del crono, ni de controlar ritmos altos o adversarios, conlleva a correr de una forma muy diferente, como también del circuito, de las vistas, y de aspectos de la carrera que en modo competitivo no siempre llegas a percibir.

¡Ah por cierto! eso de llevar la carrera en modo entrenamiento me dio también pie a comprobar detalladamente la veracidad del eslogan de la prueba, y he de confesar que los amigos de Salomon están en lo cierto: son realmente espectaculares las vistas y perspectivas que se tienen de la capital catalana desde la montaña de Montjuïc. ¡Barcelona a tus pies!

Josep María Vileu