Salomon es una de las principales referencias en prácticamente todos los segmentos en los que lanza productos (que no son pocos) y, en muchos de ellos, marca tendencia, el camino a seguir.
Este “poderío” genera una curiosa dualidad porque, por un lado hay una gran masa de usuarios que poco menos que idolatran cualquier cosa que lleve el logo de “la S francesa” y, en el otro extremo está el grupo de gente que sistemáticamente repudia todo lo que lancen los de Annecy.
Obviando a estos dos grupos extremistas que actúan de una forma un tanto irracional (parece que actúan casi como si fuera un equipo de fútbol o un partido político y lo defienden o atacan simplemente “porque sí”), la verdad es que es difícil negarle a Salomon su buen hacer.
Tienen algunos productos que se han convertido en clásicos, en objetos de deseo y muchos de ellos caen dentro del segmento de las mochilas pero también tienen otros que, estando posiblemente a ese mismo nivel, no gozan de tan buena acogida o, al menos, pasan mucho más desapercibidos.
La Salomon Skin Pro 10 Set sería un ejemplo de esta segunda categoría porque a poca gente se la he visto y a muy pocos les he oído hablar de ella y, sin embargo, todo el que conozco que la ha usado se ha enamorado de ella, grupo entre los que me incluyo.
¿Qué tendrá que hace que reacciones de esa manera al conocerla? Vamos a verlo.
Salomon Skin Pro 10 Set al Detalle
Si tuviera que destacar algo de la Salomon Skin Pro 10 Set o definirla en pocas palabras sería: versatilidad, practicidad, configurabilidad, adaptabilidad, ¡¡¡y millones de bolsillos!!!
Es increíble la capacidad de adaptación que tiene y, de hecho, es talla única porque es capaz de adaptarse a cualquier cuerpo (salvo casos extremadamente extremos, por supuesto). Pero me ha llamado aún más la atención por la gran cantidad de bolsillos o recovecos de almacenaje que tiene, siendo todos ellos útiles, con una gran capacidad y, lo principal, con una accesibilidad muy buena.
El tercer punto clave es lo versátil que es de cara a los usos que podemos darle porque no es un chaleco, ni una mochila pura de trail running, tampoco está diseñada específicamente para escalada, no se exprime a tope si la usamos para trekking, … pero es capaz de dar servicio a todos esos usos y muchos más (me la he llevado unas cuantas veces a hacer las compras a las que voy corriendo porque voy a coger sólo dos o tres cosillas).
La Salomon Skin Pro 10 Set pesa algo menos de 300 gramos, que se convierten en algo menos de 500 gramos si le sumamos la vejiga de litro y medio que viene de serie y la bolsita de aluminio que trae para guardarla y que no se recaliente. Sí, como leéis, viene con bolsa de hidratación de serie, algo que cada vez hacen más mochilas para apuntarse un tanto pero es que encima incluye la bolsa de aluminio, algo que pocas veces he visto, ¡minipunto para los de Salomon!
Es una vejiga de Hydrapack, blandita, de las que se abren y cierran con un pasador y el tubo, que sale por la parte inferior, está conectado a la misma con el sistema que denomina plug-n-play que permite quitarlo con un simple clic para sacarla y rellenarla y que, al volver a meterla, únicamente haya que presionar un poco.
El tubo sale por la parte inferior y vuelve a subir para quedar al alcance de la boca aunque no me ha gustado mucho cómo queda porque te vas dando golpecillos con él aun dejándolo sujeto con alguna de las gomas o algún apaño casero. Tampoco me convence el hecho de que queda por dentro de uno de los bolsillos, quizá le habría buscado un “tubo” de tejido y así se evita que se pueda liar con lo que metamos en el bolsillo.
La bolsa aislante queda en contacto directo con la espalda porque únicamente hay una rejillita en medio pero como se ha recubierto con una capa de tejido, no sólo no molesta, sino que se hace cómoda y transpira relativamente bien y, por supuesto, el agua no se recalienta fácilmente. Quienes estén acostumbrados a usar bolsa de hidratación sabrán valorar el trabajo de Salomon en la Salomon Skin Pro 10 Set.
Para los que prefieran hidratación mediante bidones o botellas flexibles en la zona de los tirantes delanteros hay dos bolsillos y también se puede utilizar el lateral / trasero que hay en la derecho. No obstante, si preferís bidones rígidos (como sería mi caso), vais a tener que buscar algunos finos porque los estándar de 650cc no sirven, son demasiado anchos.
La capacidad de almacenamiento declarada es de 10 litros pero juraría que es más porque. si te pones a analizarla en detalle, encuentras infinidad de bolsillos, de todos los tamaños, formas y tipologías.
En la espalda hay uno grande con doble cremallera y tela con ripstop que tiene dentro otro pequeño que, aunque no va sellado, al llevar solapa superior lo hace prácticamente impermeable. La cremallera no está sellada así que acaba calando pero aguanta mucho agua y, lo del de dentro, mucho tiene que llover para que se moje.
Siguiendo en la parte trasera, en la parte inferior hay un elástico que podemos usar para llevar palos, ropa, esterilla, lo que queramos y como también hay cinchas, podríamos colgar prácticamente cualquier cosa. Los palos pueden ir ahí pero también se pueden sujetar en transversal como es característico en las mochilas de Salomon y, aun llevando palos, todavía nos queda una cincha libre para llevar un piolet. Vamos, que podemos ir como el hombre orquesta, preparados para tocar cualquier deporte de montaña.
En la parte frontal, además de los dos bidones que he comentado antes, hay otros dos algo más pequeños por encima que podemos usar para meter barritas y chucherías varias, o cosas que queramos llevar muy a mano.
Y, los dos grandes bolsillos de los laterales son impresionantes porque, además de grandes, se accede con mucha facilidad. El izquierdo tiene cremallera así que lo que entre no se sale. Pero el derecho, tiene acceso tanto por el lateral delantero como por el trasero (sería como los bolsillos frontales de algunas chaquetas, que permiten la comunicación entre el lado izquierdo y derecho. Las posibilidades de almacenamiento son inmensas y ya no sólo nuestras sino de cara a que algún acompañante lo use (p. ej. muchas veces el compañero ha metido ahí lo que yo le he pasado, metiéndolo desde la abertura trasera y así yo no he tenido que hacer giros extraños o quitarme la mochila.
Ah, por si todo esto os parece poco, sumadle unos cuantos bucles de cinta, elásticos, etc. repartidos por varios sitios: parte baja del asa de la mochila, laterales de las asas, parte superior, … Francamente impresionante la cantidad de posibilidades de carga que tiene y no sólo en cantidad o espacio sino en posibilidades de cara a inventarse cómo cargar cosas.
El tejido es todos suavísimo, los remates, impecables, imposible que nos roce si nos la colocamos bien y repartimos adecuadamente la carga. Está confeccionada toda con una rejilla doble que hace un poco de cámara para que circule el aire y se evapore con más rapidez el sudor y las rejillas exteriores son todas muy suaves y bastante resistentes (sólo sufren los enganchones con zarzas pero es que eso es inevitable.
Para atárnosla, en la parte frontal hay dos tiras elásticas (pectoral y ventral) que tienen un agarre en forma de uña que queda enganchado en alguna de las arandelas rectangulares de la cincha izquierda. Queda muy bien sujeto, pero el sistema no me ha convencido porque cuesta ponerlo y quitarlo en marcha y, aparte, no le veo sentido a tener que llevar siete arandela a cada lado porque vuelven rígida el asa de la mochila.
¿Y para configurarla a nuestras medidas? Pues además de las dos cintas del atado frontal, tenemos seis cintas que podemos tensar o destensar, tres en cada lado: una en la parte superior y dos en la parte inferior, una que sale de manera horizontal y otra un poco hacia abajo. Vamos, que es imposible no encontrar un ajuste prácticamente perfecto y ya no sólo en el momento de salir, sino que podemos adaptarla con cierta facilidad durante la salida. Eso sí, en parado porque en marcha es un poco complicado.
He utilizado mucho la Salomon Skin Pro 10 Set, sobre todo corriendo (no soy montañero) y el resultado ha sido mucho mejor de lo que me esperaba porque al verla pensé que era un poco mazacote. No es una mochila minimalista o para quien quiera algo únicamente para trail running pero, para quien quiera algo versátil es una grandísima opción porque vale prácticamente para todo.
Mucha capacidad, muchas posibilidades para colocar cualquier cosa que necesitemos llevar, puedes llevar cosas limpias y sucias, grandes y pequeñas, duras y blandas, en uno u otro lado, acceder a todo con mucha facilidad, … todo ello con una buena resistencia y un tacto y acabados excelentes.
La pega de la imposibilidad de llevar bidones duros estándar en la Salomon Skin Pro 10 Set me parece muy importante para quien utilice ese sistema de hidratación pero, quitando eso, todo son detallines menores.
Por ejemplo: lo que llevemos en los bolsillos frontales se moja con el sudor porque sólo lo separa del cuerpo el tirante que es extremadamente transpirable, queda mucho tubo de hidratación al aire y se puede enganchar o recalentar más fácilmente al no ir protegido, las cintas de ajuste quedan por dentro de los bolsillos y se pueden enganchar si no vamos con cuidado, … Muchos de estos puntos son inherentes a las posibilidades de la mochila así que no los consideraría defectos, pero sí son puntos a tener en cuenta.
Tampoco me he extendido en algunos de los detalles que podrían ser clave como el buen reparto de pesos que se puede conseguir, la gran resistencia del RipStop del bolsillo grande trasero, la gran presencia de reflectantes, … pero es que, si lo hiciera, la extensión de esta prueba a fondo sería de cien páginas.
Si os ha llamado la atención la Salomon Skin Pro 10 Set, lo mejor que podéis hacer es echarle un vistazo y, sobre todo, probárosla, cuando la veáis porque estoy seguro de que os sorprenderá.
PROs & CONs SALOMON SKIN PRO 10 SET
PROs:
• Muchísima adaptabilidad.
• Acabados de lujo.
• Muchísima capacidad en multitud de bolsillos, todos ellos muy accesibles.
• Versatilidad a la hora de configurar la carga.
• Viene con vejiga y protección para que no se caliente.
CONtras:
• Casi hace falta manual de instrucciones para saber manejarla y para qué es cada cosa.
• Las cintas de los ajustables quedan por dentro de los bolsillos.
• El tubo puede golpear a la cara.
• No caben bidones duros en los bolsillos delanteros.
• Sistema de cierre delantero cuesta manejarlo y no tiene sentido llevar tantos ganchos.
Morath (Rodrigo Borrego)