Durante estas Fiestas Navideñas hemos recibido en Sportvicious un gran regalo, el libro Abriendo camino del gran campeón de ultra-trails Ryan Sandes y el primero en haber ganado las cuatro pruebas de las que consta el desafío 4 Deserts.
Sandes ha coescrito este libro con Steve Smith, periodista y exeditor de la revista The Red Bulleting, publicada por la compañía Red Bull.
El libro Abriendo camino estará disponible en librerías el próximo 19 de enero. Ryan Sandes estará en Madrid del 20 al 23 de febrero y del 23 al 25 en Las Palmas de Gran Canaria para realizar la pertinente presentación.
El gran campeón de ultra-rails Ryan Sandes explica sus ocho últimos años, en los que ha pasado de salir de fiesta hasta la madrugada a convertirse en un símbolo mundial de las carreras de larga distancia.
La vida personal de Ryan Sandes
Tras introducirnos a su algo desestructurada familia sudafricana -los padres de Sandes se divorciaron en un país donde no era común hacerlo-, y al síndrome de espina dorsal que le diagnosticaron con 16 años que le imposibilitó jugar al rugby.
Ryan Sandes reconoce una juventud alocada que incluyó desde alcohol a setas alucinógenas o mezcal en fiestas demasiado largas que abandonaría prácticamente de golpe cuando un absurdo desafío le impulsó a correr varios kilómetros… y descubrió que aquello se le daba bien… y le gustaba.
Hasta entonces, que su padre fuera un veterano corredor de ultramaratones no había sido más que una muesca en el álbum familiar. Pero de pronto, Ryan Sandes comprendió algunas cosas. Ante él se desplegó un mundo de aventura que le exigía llegar a límites inexplorados, a conocerse y conocer a otra gente interesada por lo extremo. A la naturaleza. Por eso, no tardó en participar en la primera carrera de 250 kilómetros por etapas de una de las competiciones más duras del mundo, la 4 Deserts. Empezó por el desierto de Gobi. Durante siete días, seis de ellos compitiendo, soportó temperaturas radicales durante la noche y el día. Ganó. Durante los dos años siguientes, venció en Sahara, Atacama y las glaciales llanuras de la Antártida, convirtiéndose en el único ser humano que ha ganado todas las carreras de la 4 Deserts. 1.000 kilómetros en total. Compitiendo, mientras tanto, en otras pruebas extremas en Namibia, el Amazonas, los Alpes…
El libro Abriendo camino
Abriendo camino desvela la forja de una nueva especie de superhombre, atendiendo tanto a su dieta de geles y líquidos en carrera como a los experimentos a los que es sometido en los laboratorios deportivos, o al soporte emocional que recibe. Ryan Sandes observa cómo cambió todo en cuanto se convirtió en ganador, la llegada de los sponsors y, junto a ellos, de la presión.
Con un estilo directo, amistoso y a menudo divertido, Sandes narra cuánto disfrutaba corriendo y cómo se las ingenió para vivir haciendo lo que le apasionaba. El resultado es un libro vibrante y práctico hasta el punto de incluir un apartado de consejos al final de cada capítulo: Cosas que he aprendido. Entre otras recomendaciones, Ryan Sandes enseña a orinar sin dejar de correr o a cómo mantener a un patrocinador.
Así, Abriendo camino también es una perfecta guía para corredores y amantes de cualquier tipo de odisea que implique un aguante formidable: se ofrecen técnicas para dosificarse, para mantener la energía y el ánimo altos, además de proponer, por ejemplo, el uso de zapatillas uno o dos números mayores al habitual, para cuando se hinchen los pies. Cómo superar las náuseas, los mareos, la deshidratación. La utilidad de reconocer bien el terreno por donde días después tendrá lugar la competición o guiarse por el instinto antes que por el pulsómetro son otras sugerencias de un hombre capaz de seguir corriendo decenas de kilómetros después de haberse torcido ambos tobillos.
Este libro rinde homenaje a varias leyendas de la ultrarresistencia. Una de ellas, Dean Karnazes, es uno de los prologuistas. Otra presencia habitual y admirada por Sandes es Kilian Jornet. La asombrosa técnica de Kilian ayuda a Sandes a distinguir la dificultad de los montañosos trazados europeos, donde corredores muy dotados para superficies más llanas -como el propio Sandes o los estadounidenses-, lo pasan peor.
De todas formas, Sandes se enfrentará a la montaña demostrando que el descubrimiento es su principal motivación, el afrontar nuevos desafíos. Y por eso también vamos a verle compitiendo en los ultramaratones de un solo día que le acabaron de catapultar a la élite de la ultrarresistencia: desde la Vibram Hong Kong de 100 kilómetros a las 100 Millas de la Leadville o los durísimos 125 kilómetros de la TransGranCanaria. En los períodos de relax, medirá sus capacidades alistándose, por ejemplo, en un triatlón.
El Monte Fuji, Madagascar, Australia… Ryan Sandes recorre el mundo con unos pies más duros de lo normal -porque con frecuencia entrena descalzo-, extrayendo de cada experiencia una lección mientras subraya la importancia de su mujer Vanessa (otra ultracorredora), su familia o su equipo para salir adelante. Y cuánto le estimula la dificultad: “Parece que los contratiempos me sientan bien y puedo utilizar la decepción para motivarme”.
Paisajes memorables, el ataque de serpientes y hormigas en la selva, tormentas, caídas, infecciones por parásitos, una fiebre glandular o las demoledoras consecuencias del sobreesfuerzo se combinan con consejos prácticos y reflexiones íntimas en este auténtico libro de aventuras y autosuperación enfocado desde un insólito ángulo.
Un libro firmado por un hombre capaz de correr durante 41 horas y 49 minutos en las Drakenseberg rebajando en ¡20 horas! el anterior récord de la carrera. Y que después de varios años en la élite, ha querido murmurarnos algunos secretos para que, sobre todo, sepamos cuánto se puede disfrutar de correr.