Hoy día 18 de Febrero del 2017 se ha disputado la catorceava edición de la Open Vall Fosca. Una travesía internacional de esquí alpinismo que se celebra cada dos años con una participación de más de 150 equipos.
La Open Vall Fosca ha vuelto a sus inicios realizando un recorrido duro y muy exigente. Los participantes han tenido que superar una primera subida larga superando un desnivel positivo de más de mil metros. Seguida de una bajada de 200 metros para realizar una transición y empezar a subir una sección corta pero con un desnivel de 400 metros para acceder a una cresta.
Una vez en la cresta ha sido obligatorio utilizar un kit de vía ferrata por precaución. La peligrosidad del terreno hacia la obligatoriedad de este kit para evitar cualquier incidente con consecuencias mortales. El paraje de la cresta y del descenso por una cuerda hacía de la ruta un paraje asombroso y difícil de describir, apto para muy pocos mortales.
Los tiempos de corte de la competición hacían una selección natural entre los participantes, entre los cuales existen distintos niveles y objetivos.
Sinceramente, la Open Vall Fosca es una fantástica prueba con muy pocos profesionales y muchos amateurs que tienen como objetivo disfrutar de un hermoso paraje lleno de oro blanco en sus 360 grados.
La bajada corta hacía que los participantes accedieran a la última subida de 450 metros llegando al lomo de la montaña pudiendo ver a lo lejos la estación de esquí de Espot. La última bajada era tan larga como la primera subida, un descenso de más de mil metros con muy buena nieve en la parte alta volviéndose en nieve transformada y dura a medida que descendían. La verdad es que hemos sufrido mucho para llegar a meta y no sufrir ningún accidente.
En palabras de José María Vendrell, la prueba ha recuperado el carácter alpinista y un circuito muy trabajado por la organización.