Anton Krupicka es un atleta estadounidense especializado en el trail running y las carreras de larga distancia por montaña, y conocido por su larga barba, melena y su vestimenta minimalista.

Ha ganado varias de las carreras más exigentes de los Estados Unidos como la Leadville 100, la Midwok 100, la Rocky Raccoon 100 Miler, la Collegiate Peaks 50 Miler, la White River 50 Miler en dos ocasiones, estableciendo un récord de 6 horas, 25 minutos y 29 segundos en 2010, o su segunda posición en la Western States Endurance Run, con un tiempo que hubiese supuesto un récord de 15 horas, 13 minutos y 53 segundos.

En España se le vio por última vez compitiendo en la Transgrancanaria 125K+ en 2015. Anteriormente disputó la Ultra Cavalls del Vent —antes de pasar a ser la Ultra Pirineu—, donde quedó segundo tras una disputadísima carrera, detrás de Kilian Jornet.

Este último año poco hemos sabido del corredor pero, a través de sus redes sociales, hemos descubierto las otras facetas que más le gustan a Krupicka: la bicicleta de montaña, la escalada o el esquí.

¿Dónde te has metido este último año?

Justo aquí, en Colorado. Sospecho que te estás preguntando por qué no he estado corriendo. He tenido lesiones en el ligamento iliotibial de ambas piernas durante el último año. La rodilla derecha ya está mucho mejor, pero la izquierda todavía me da problemas. Por este motivo he estado centrado más en otros deportes como la escalada, el ciclismo o el esquí para seguir entrenando cardiovascularmente. Por el momento sólo puedo correr dos días a la semana, más o menos.

Parece que ahora vives una vida más nómada viajando en busca de las mejores paredes para escalar, las mejores rutas para ir en bici o la mejor nieve para esquiar… ¿Es así?

Anton Krupicka: Definitivamente no tengo una vida nómada. Cuando viajo, por lo general, es debido a los compromisos con los patrocinadores. Todo lo que se puede ver en mi cuenta de Instagram es en mi patio trasero, aquí en Boulder, Colorado. Boulder es una ciudad muy especial porque tiene muy buen acceso a las montañas.

¿Has abandonado definitivamente la competición?

Anton Krupicka: ¡Espero que no! Si puedo estar lo suficientemente sano como para entrenar para correr, seguro que volveré a competir. Estoy haciendo todo lo que puedo para recuperarme del todo. ¡Me encanta correr!

Tu manera de correr emanaba tranquilidad, pureza, todo lo contrario al sufrimiento que debe sentir una persona que corre durante horas o incluso días. ¿Realmente puede haber alguien que disfrute corriendo tantas horas seguidas?

Anton Krupicka: Realmente no lo sé. No sé cómo otras personas se sienten mientras corren. Sé que, cuando llevas corriendo durante tantos años —en mi caso, 22 años— y tantas millas como yo, la incomodidad no es tan grande. Es sólo parte del juego. Pasamos la mayor parte de nuestras horas, todos los días, tratando de maximizar el confort. Para mí, ir a las montañas unas horas todos los días es una oportunidad para enfrentarme a la vida en el nivel más elemental, lo que a menudo significa encontrar cierta cantidad de malestar, de incomodidades.

Se te ve muy feliz. ¿Estás haciendo actualmente lo que más te apetece en cada momento?

Anton Krupicka: La mayor parte del tiempo, sí. Me encanta escalar. El ciclismo y el esquí son deportes muy interesantes y también formas de mantenerse en forma muy gratificantes. Además te permiten mantener el contacto con las montañas, que es lo que realmente me gusta. Sin embargo, echo de menos la sencillez y la conveniencia de correr.

¿Esta nueva vida ha propiciado el cambio de patrocinador de New Balance (tras 10 años de relación) a tu primer sponsor La Sportiva?

Anton Krupicka: Sin duda. Soy un atleta de montaña y La Sportiva es una compañía de montaña de verdad. Fabrica productos para todas las categorías de deportes outdoor como la escalada, el running o el esquí, por lo que creo que formamos una gran unión.

Hay una imagen que todos recordamos tuya recortando la suela de las New Balance para convertirla, más si cabe, en una zapatilla minimalista. ¿Ya no utilizas calzado minimalista?

Anton Krupicka: Todo el mundo cambia y evoluciona. Ya que ahora baso todos mis entrenamientos en la montaña, necesito zapatillas que aguanten las demandas de terrenos más rugosos. Si te pasas los días corriendo por senderos todo el tiempo, tal vez las zapatillas minimalistas se ajusten perfectamente, pero como ahora paso casi todo mi tiempo corriendo fuera de pista, necesito una mejor tracción y protección.

¿Cuál es tu rincón preferido para realizar cada actividad outdoor?

Anton Krupicka: No hay nada como los lugares de origen de cada uno. Viajar alrededor del mundo es genial, pero regresar a casa, a Colorado, es siempre la mejor sensación.

Entre tus patrocinadores, hay una marca catalana, Buff. ¿Cuál es tu relación con Cataluña?

Anton Krupicka: Aprecio la calidez de la gente y la belleza de Cataluña. Me siento muy afortunado de viajar allí con tanta frecuencia.

Núria Picas es una gran amiga tuya, muy apasionada por la escalada como tú. ¿Habéis escalado juntos?

Anton Krupicka: Núria y yo hemos escalado juntos sólo una vez, en Montserrat, hace un par de años. ¡Me encantaría subir allí de nuevo con ella!

¿Sabías que Cataluña es uno de los mejores sitios para practicar la escalada deportiva? ¿Te han enseñado lugares como Oliana, Siurana, Sant Llorenç del Munt y la Serra de l’Obac, Montserrat, etc.?

Anton Krupicka: Por supuesto, pero soy un escalador deportivo terrible (risas).

Bueno, también te hemos visto escalando en hielo. ¿Te gusta el riesgo?

Anton Krupicka: Muchas cosas en la vida implican riesgo. Ir a las montañas implica, ciertamente, un mínimo de riesgo, pero para mí, con las precauciones adecuadas, la cantidad de riesgo en las montañas vale la pena para vivir una experiencia plena y gratificante.

¿Te veremos algún día intentando un ochomil como parece que pronto harán Núria Picas o Kilian Jornet?

Anton Krupicka: Tal vez. Difícil de decir. Escalar un pico de 8.000 metros es una excusa perfecta para ir a experimentar una cultura diferente y una magnífica cordillera.

¿Qué te parece el reto de Kilian Jornet de intentar el récord de escalar el Everest con el mínimo material posible en el menor tiempo?

Anton Krupicka: Kilian es uno de los atletas de montaña más inspiradores de la escena. Respeto lo que hace porque siempre lo hace con el mejor estilo y respetando unos principios personales muy estrictos.

Si hay alguien que pueda conseguirlo, seguramente sea él, ¿no crees?

Anton Krupicka: Por supuesto, si alguien pude conseguirlo es él. Se está preparando para ello.

Kilian también ha virado más a hacer lo que le realmente le apetece y no tanto a la competición pura y dura. ¿Esto es cosa de la edad o tiene que ver con vuestra filosofía de vida?

Anton Krupicka: No lo sé en su caso pero para mí se trata simplemente de lesiones. Todavía estaría corriendo si pudiera mantenerme saludable. Pienso que las competiciones son experiencias de vida extremadamente valiosas y espero competir de una manera u otra mi vida entera. Por ejemplo, en las primeras tres semanas de febrero he corrido ¡nueve veces! Una carrera de bicicleta de montaña y ocho carreras de esquí de montaña. No puedo competir corriendo pero mantengo el pulso con la competición.

¿Cuáles son tus retos personales que todavía te faltan por cumplir?

Anton Krupicka: Muchos. No he llegado a mi 100%. Encontrar la paz o el lleno absoluto es probablemente el mayor desafío que existe.

Tienes tres carreras universitarias (Filosofía, Geología y Física), eres inspiración para mucha gente, a mi personalmente me encanta leer tus artículos en tu blog. ¿Has pensado en escribir un libro o eso de momento no va contigo?

Anton Krupicka: Definitivamente he pensado en ello, pero hay cosas que espero lograr antes de dedicar el tiempo a completar una tarea que considero tan grande.

Definitivamente Anton Krupicka es un hombre que se toma las cosas con calma. No tiene prisa, al contrario que muchos deportistas, por acumular el mayor éxito en el mínimo tiempo posible. Tiene toda la vida por delante. El deporte y la montaña son la excusa para vivir la vida. Su vida.

Oscar Cusidó

Fotografía de Anton Fred Marmsater