El sistema emocional no tiene articulaciones, ni músculos ni alas para volar. Se encuentra muchas puertas en el camino para asomarse y gritar. Cada puerta es golpeada y marcada, su paso deja su mensaje. Va tirando muros como un vendaval, con fuerza y sin pausa, sin previo aviso, buscando su terreno diana donde instalarse. La emoción ocupa el espacio débil, aprovechando los daños colaterales. Y de repente, después de la tormenta no llega la calma, es en ese momento cuando el cuerpo empieza a decir las primeras palabras, cuando se siente liberado del nudo emocional, es su turno. La fase de reparación empieza con dolor, con inflamación, con dificultades para moverse, para articularse de la manera correcta o por lo menos de la manera habitual.
Ha empezado la fiesta y llegan los invitados. El sueño que siempre había sido ejemplar empieza a no serlo, el corazón late como buscando más espacio, los músculos se encojen asustados esperando otro ataque. Nadie se fía del segundo siguiente, ni de su compañero de baile. La articulación desconfía del tendón y este a su vez de la respuesta “su” músculo, porque saben que la siguiente reacción no depende de ellos. Aquí manda el sistema emocional.
Nos cuesta entender por qué aparece el dolor sin previo aviso, como si tuviera que estar siempre precedido de alguna señal clara y evidente. Pues vamos a ir descartando. Las lesiones que no tienen una causa “justificada”, sin golpes, ni giros inesperados, las que parecían cosa de 2 días y se han instalado semanas o meses, no tienen que ver con la higiene postural ni con su mecánica. Van a depender más de otros factores como el bioquímico o el emocional.
La chispa que acelera el proceso llega en el momento inoportuno, cuando ya no hay tanto estrés, ni tanto trabajo, ni tanto entrenamiento. Cuando el cuerpo incluso está más descansado empiezan los problemas. Un lumbago, un dolor articular un esguince de tobillo, un tendón que no sé qué le pasa… Hay tanta carga en las fascias que impiden dar un puñetazo en la mesa y cambiar de rumbo.
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¡ALARMA. NO PUEDO CORRER!
Lo que empieza con un estrés continuo, acelera la actividad hepática llegando a bloquear el hígado. El hígado presiona al diafragma. El diafragma da señales de dolor en la zona lumbar. El paciente acude a la consulta porque se le carga el soleo de una pierna que le impide correr. La cadena es tan larga que culpar solo al soleo sería injusto. Injusto echarle la culpa a unas zapatillas de última generación, cuando el sistema nervioso no es capaz de frenar.
Se hacen todas la pruebas en el soleo (ecografía, resonancia, electromiograma, analítica de sangre, etc.), se realizan todos los tratamientos en el soleo (masaje, ultrasonidos, punción seca, vendajes, termoterapia, electroterapia…). Vamos como piratas buscando el cofre en el lugar equivocado, matando moscas a cañonazos. Y el paciente sigue sin entender nada: ¿Qué me pasa? ¿Porqué no me recupero?
EMOCIÓN Y MOVIMIENTO
La armadura aprieta tanto que no hay mucho margen de movimiento, se entrecorta la respiración y el pecho duele. Aparecen los primeros síntomas del corazón, se altera su ritmo, cambio el golpeo del pulso, cuesta dormir con profundidad o el sueño se vuelve ligero. La emoción ha dañado a su emperador, lo ha descontrolado, el corazón ve como la sangre no camina como antes, va más lenta, cambia su color y su textura. Cambia el ciclo menstrual en las mujeres. Se vuelve doloroso, se adelanta o se retrasa. No se puede entender la medicina china sin unir cuerpo y mente.
Cuando el miedo llama a la puerta el riñón no quiere abrir. La duda y la indecisión se instalarán en los huesos, en los dientes, en las vías urinarias, en las lumbares, en las rodillas o en los tobillos. Después el miedo pasa a otro terreno. La energía del riñón se debilita y aparecer la fatiga crónica. El agua no apaga el fuego y el corazón se dispara.
La tristeza se cuela por las vías respiratorias, por la musculatura del pecho, quedándose en las costillas. Llega a alterar la piel. Los pulmones “apagados” hacen que el diafragma no haga su papel y se tensa. El principal músculo emocional, el paraguas del sistema nervioso, que sin oxígeno se ahoga.
Unos pulmones responsables del primer grito de nuestra vida y no pueden gritar.
Corre para todos lados como un niño queriendo explorar, tapa agujeros, es el bombero apagafuegos, es un trabajador nato que quiere que su entorno sea feliz. Adaptador del medio físico y mental. Es el hígado el que conecta los tendones. Responsable junto con el corazón del sueño, del control de la tensión. Un hígado limpio y libre favorecerá cualquier terreno. Los días de furia son letales para el hígado. Hasta el viento sur le vuelve loco cunado está saturado. Podrán aparecer disfunciones digestivas ocasionadas por estrés, por ejemplo. Un nudo en la garganta o en el estómago difícil de desatar.
Reflexionar, pensar, calcular el riesgo. Si además tenemos una buena digestión y suficiente energía, tendremos un bazo fuerte. Su debilidad psicológica se llama obsesión.
Dar mil vueltas a una cosa para acabar en el mismo punto. Esto es un bazo sobrepasado de reflexiones. La manifestación física empieza con cansancio, debilidad muscular, hinchazón abdominal…
UN EJÉRCITO NO SE HACE CON UN SOLO SOLDADO
Todas las emociones conectan con el corazón. Es el amo del SHEN (sistema emocional en medicina china). El corazón es shen, es sangre, es el latido de las emociones. Debe tener un ritmo equilibrado. Se ayuda del control emocional de los demás órganos. Si la sangre se altera, el shen seguirá sus pasos sin dudar.
Miedo, ira, euforia, obsesión y tristeza. ¡Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra!
Todo el mundo describe con facilidad su dolor, lo difícil es reconocer lo que son dolores del alma. Mentes acostumbradas a culpar a la mecánica de todo. La cama es vieja, la almohada no es buena y ¡qué decir de la silla del trabajo! Algo no hago bien, no me siento con la espalda recta… La emoción no se puede tocar, no se puede medir, ni poner la postura adecuada. La emoción es pura energía.
Medicina osteopática para el movimiento, medicina china para el sistema nervioso y energético, nutrición energética para eliminar excesos y tonificar órganos. Sería la manera de enfocar el tratamiento. Una combinación de herramientas que derriben todas las puertas o que simplemente den con la llave de la cerradura.
Graduado en medicina tradicional china, osteópata, masajista