Vamos a analizar las zapatillas Salomon Sense Pro Max que incorporan el nuevo sistema de amortiguación Vibe.
Siempre que puedo, trato de incluir en todas las reviews, un poco de historia de la marca que voy a analizar. Es bueno tener algo de cultura general, y viendo la experiencia y orígenes de la marca que está detrás del producto, seguramente nos podremos hacer una mejor idea del material a examinar.
A veces, la cosa suele ser complicada, como sucede en este caso porqué dentro del material de montaña… ¿Quién no conoce la marca Salomon? Incluso los recién iniciados en este mundillo es casi seguro que saben de ella, poco hay para contar a estas alturas que no se sepa.
Tal vez, algo que se desconozca por su novedad, es el nuevo sistema de amortiguación que la casa ha denominado Vibe. Un primer sistema antivibraciones que aplica en las nuevas SALOMON SENSE PRO MAX que analizaremos a continuación.
PRIMERAS IMPRESIONES
La primera vez que se tiene las zapatillas Salomon Sense Pro Max en las manos, uno se da cuenta que es algo diferente a lo que Salomon nos tiene acostumbrados.
La disposición de los colores en la media suela nos engaña, tiene similar aspecto a otros modelos pero con algunas notables diferencias.
Los números y un mejor análisis de la zapatilla lo confirman. Con un drop de 6mm y un peso de 305 gramos en una talla 9.5 USA, sus perfiles son un poco más altos de lo habitual: 27mm para la parte delantera y 33mm para la parte trasera. Aunque, lo que verdaderamente nos llama la atención es su talón claramente sobredimensionado. Estas características dan que pensar, ya que esto supone mas bien otro acercamiento de la marca al segmento maximalista.
Ya tuvo un anterior modelo llamado Propulse que se englobaba dentro de la gama City Trail y del que se supone que son sustitutas estas nuevas SALOMON SENSE PRO MAX. ¿Se encuentra Salomon coqueteando con el OVERSIZE?… Analicemos
SUELA Y MEDIASUELA
Hay que decir que para este nuevo modelo, Salomon deja de lado el concepto City Trail y dota a las zapatillas con tacos de 3mm de grosor en el conocido material Contagrip que las hacen sin duda más montañeras. Tacos que en su mayoría son de forma romboide y superpuestos para garantizar el agarre multidireccional.
La suela no es de caucho continuo, si no que se combina con alguna zona de media suela de Eva. Algo que se empieza a ver mucho en otros segmentos de zapatillas, pero que es muy común en las marcas de dimensiones grandes. Es lógico que tengan que aligerar sus modelos con semejantes perfiles.
El Profeel Film (sistema de protección antirocas) también está presente en la suela y lo podemos apreciar (color gris) en la zona media-delantera de la zapatilla, que previsiblemente será la primera zona de impacto debido al alto rocker delantero. Otro punto más en común con las zapatillas maximalistas que emplean suelas del tipo balancín, ya que sus altos perfiles no suelen permitir una muy buena flexión.
Para ayudar con ello, Salomon ha creado varios canales en la zona metatarsal, consiguiendo un resultado más que aceptable.
En la media suela es donde está la guinda del pastel en esta zapatilla. Al conocido Energycell+ compuesto por una doble densidad de Eva inyectada, se le suma un nuevo material llamado OPAL insertado en la zona delantera y trasera.
Es un tipo de termoplástico polipropileno (TPP) que se supone que es más suave, ligero, de diferentes características de amortiguación a lo utilizado por otras marcas de la competencia y donde principalmente se busca reducir las vibraciones. Según Salomon, en las mediciones de las fuerzas de la zancada hay un 50% de componente de choque, un 15% de rebote y un 35% de vibración.
Por ello, la unión de estos dos materiales, OPAL+ENERGYCELL ha sido denominada VIBE.
Decimos unión pero Salomon no los une entre sí. El Opal es independiente aunque vaya encastrado dentro de la media suela, no va encolado. De esta forma se busca aun más si cabe, una menor transmisión de las vibraciones. Para los más curiosos, la marca francesa a ranurado el footbed de las Salomon Sense Pro Max, donde se puede apreciar el nuevo material.
INTERIORES Y UPPER
Con un upper construido en malla tipo 3D y como en toda la gama Sense, Salomon ha combinado sus tecnologías Sensifit y Endofit en la parte superior. El Sensifit consiste en una lengüeta de fino neopreno que crece hacia los costados de tal forma que abraza al pie proporcionando un primer ajuste y que no permite que se nos clave el Quicklace (sistema rápido de atado) en el empeine. Un Quicklace, que unido a los nervios plásticos termosellados en los costados de la zapatilla conforma el Endofit.
Con la unión de estas dos tecnologías, Salomon consigue un excelente ajuste del pie. Algo muy necesario y que han de tener muy en cuenta las marcas maximalistas para manejar con garantías unos perfiles más altos de lo habitual.
En el interior de la zapatilla encontramos una plantilla perforada en la parte media y delantera con un grosor de 3mm y perfilada en el talón. Apenas se aprecian al tacto las pocas costuras existentes interiormente.
COMPORTAMIENTO Y SENSACIONES
Prácticamente todas las características de las SALOMON SENSE PRO MAX son indicativas del terreno donde mejor se han defendido: zonas poco técnicas, pistas, senderos… Sus altos perfiles junto al Profeel Film no permiten sentir el terreno como a alguno nos gustaría, ni la más mínima piedra apreciaremos con ellas. A cambio, su ancha suela junto al excelente ajuste del upper proporcionan mucha estabilidad y seguridad.
Hemos limitado el uso en terrenos demasiado embarrados, puesto que es una área que enseguida se vio que se les daba mal. Mención especial requiere el nuevo sistema de amortiguación. Qué nadie espere la esponjosidad que cabría esperar de un sistema de estas características. Las sensaciones son bastante normales, y tan solo al entrar en contacto con terrenos duros, pistas de cemento, asfalto, etc., es cuando se puede apreciar algo. ¿Será la ausencia de vibración? No sabríamos decirlo, pero el caso es que las zapatillas se muestran bastante neutras de sensaciones. Sin duda son una buena opción para casi todo tipo de corredores, donde los más pesados y que tengan miedo a comprometerse en terrenos difíciles encontrarán unas grandes aliadas. Son aconsejables para entrenamientos del día a día e ideales para las tiradas largas donde con el paso de las horas se siguen sintiendo cómodas.
La durabilidad está más que garantizada. Siguen en perfecto estado tras muchas pruebas, pero hay que recalcar que el terreno al que han sido sometidas no ha sido el más exigente.
Para concluir, las Salomon Sense Pro Max no las podríamos calificar de verdaderas Oversize, se quedan en el camino. Pero es justamente el quedarse en tierra de nadie, junto a toda la tecnología que despliega lo que las hace interesantes.
La marca del país vecino no ha conseguido un calzado atractivo y que de primeras entre por los ojos pero, sin duda alguna, la linealidad de sensaciones que ofrece las hace factibles para casi todo tipo de corredor.
Curiosidad genera el que Salomon haya hecho un calzado de este tipo… ¿Dará un paso más?