Esta tarde se ha iniciado la XVIII edición de Zegama-Aizkorri con el Kilómetro Vertical proclamándose ganadores Oriol Cardona (36’12’’) y Ainhoa Sanz (42’20’’).
Con sol intenso y ambiente muy cálido, con máximas de 28º, que han puesto a prueba la resistencia de los corredores, los participantes han tenido que recorrer los 3 km cronometrados hasta el Iraule (1.520 m) y los 1.015m de desnivel positivo después del tramo neutralizado de 2.200 m desde el centro de Zegama.
Oriol Cardona (36’12’’) se ha llevado la victoria de un Kilómetro Vertical que ya lo ha visto en la segunda posición del podio en 2016 y 2018.
Declaraciones de Oriol Cardona
«Estoy super ilusionado con la victoria de hoy, es algo que no me esperaba y estoy muy feliz y satisfecho. Ha sido genial, he tenido buenas sensaciones y es un buen test para la carrera del domingo, me encuentro muy motivado«.
Dos minutos después de Cardona ha llegado en 2ª posición Antonio Alcalde (38’04’’) y en 3er lugar, solo a 3 segundos, el riojano Alain Santamaría (38’07’’).
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Categoría Femenina
Una corredora de la casa, la vasca Ainhoa Sanz (42’20’’), ha conseguido la 1ª plaza después de quedar 4ª en 2018 y de llevarse recientemente el Campeonato de España de Carreras por Montaña.
Declaraciones de Ainhoa Sanz
«He notado las piernas muy pesadas por culpa del calor pero estoy muy satisfecha con el resultado, ha ido mejor de lo que esperaba«.
Por detrás de Sanz ha llegado otra atleta vasca, Natalia Gómez (44’52’’) y la catalana Clàudia Sabata (48’26’’), sexta en 2018.
La prueba ha arrancado a las cuatro de la tarde des del centro de Zegama.
Más de 250 participantes han ido saliendo en pequeños grupos para cubrir los primeros 2,2 km neutralizados que les separaban de Arriaundi (505m), donde el crono se ha puesto en marcha para encarar la parte más dura y vertical.
La afición de la carrera
Los aficionados se han ido concentrado en la plaza y a lo largo del recorrido para acompañar y empujar a los participantes en su ascenso hasta el Iraule.
Los participantes necesitaban estos ánimos más que nunca ya que además de luchar contra metros empinados también tenían que hacerlo en contra de las altas temperaturas.
Fotografías de Sergi Colomé