Marie Dorin-Habert www.sportvicious.com

 

Nacida en Lyon (Francia) el 19 de junio de 1986, la deportista Marie Dorin-Habert estuvo compitiendo hasta el año 2018 en biatlón, disciplina en la que se inició a los 15 años.

En su carrera deportiva, ha participado en tres Juegos Olímpicos de Invierno, entre los años 2010 y 2018, obteniendo un total de cuatro medallas: oro y bronce en Pyeongchang 2018 (4ª en sprint, 27ª en persecución, 9ª en salida en masa, 1ª en relevo mixto y 3ª en relevo femenino) y plata y bronce en Vancouver 2010 (3ª en sprint, 51ª en individual, 17ª en persecución, 16ª en salida en masa y 2ª en relevo femenino).

Ha ganado 17 medallas en el Campeonato Mundial de Biatlón entre los años 2009 y 2017.

Marie Dorin-Habert está casada con el biatleta francés retirado Loïs Habert. En septiembre de 2014 dio a luz a su hija Adèle y en enero de 2015 regresó a la Copa del Mundo de Biatlón. Enero de 2019 tuvo su segunda hija, Evie.

En la actualidad, Marie Dorin-Habert-Habert está retirada de la competición pero sigue vinculada al mundo del deporte, concretamente al trail running, participando en alguna prueba. Además, vive a dos pasos de la sede de CimAlp, lo que le permite ser embajadora y consejera técnica de dicha marca. También es consultora de la cadena L’Equipe 21 para biatlón.

Marie Dorin-Habert es una mujer muy enérgica y encuentra tiempo para todo, desde escribir libros y trabajar para el departamento de Isère al servicio de los deportes al aire libre, donde se encarga de la educación ambiental de los jóvenes, hasta regentar el hotel deportivo Zecamp en Vercors.

Marie Dorin-Habert-Habert, estamos intrigados con cómo fue tu primer contacto con el biatlón, un deporte de invierno minoritario que combina el esquí de fondo y el tiro con carabina. Cuéntanos…

Sinceramente empecé tarde a practicar el biatlón, hacia los 15 años. Antes me dedicaba al esquí alpino, la equitación y lo que más me gustaba era correr por la montaña, por el bosque.

¡Un entrenador regional me hizo probar el tiro con rifle y de inmediato me encantó la diversión de disparar recto sin aliento!

Existen cinco modalidades dentro del biatlón: individual, sprint, persecución, relevos y salida en masa. ¿Cuál de ellas era tu preferida o te sentías más a gusto? ¿Y cuál detestabas?

Mi modalidad favorita fue la salida en masa porque es una carrera cara a cara, ¡y me encanta ser parte de un grupo! Los relevos también me gustaron porque es una carrera por equipos. Realmente la modalidad que más odié fue la individual ya que estás solo desde el principio hasta el final. ¡Además es el formato más largo y aburrido!

Al tratarse de un deporte de invierno, ¿qué deportes practicabas en primavera y verano?

La temporada de carreras duraba cuatro meses, de diciembre a finales de marzo, durante los cuales participamos en unas 40 carreras.

Abril era el mes de “descanso”, o de estudio en mi caso, y retomábamos la temporada de entrenamiento desde mayo hasta noviembre.

Hay una gran base de rollerski para trabajar la musculatura en las mismas condiciones que en invierno, pero también practicábamos ciclismo, mountain bike, running…

También teníamos sesiones de trabajo corporal varias veces a la semana. Lo bueno, en cuanto al biatlón se refiere, es la variedad de sesiones de entrenamiento; ayuda a evitar un esfuerzo constante sobre los mismos grupos musculares y, por lo tanto, a prevenir lesiones.

También ayuda a mantener la mente fresca y la motivación para entrenar.

Más de 17 años compitiendo y consiguiendo unos éxitos espectaculares hasta que tienes que tomar decisiones importantes en tu vida. ¿Cómo una atleta olímpica sabe que ha llegado el momento de retirarse de la competición?

Durante mi carrera he tenido la suerte de poder compaginar la vida de deportista de élite con la de ser madre joven.

Tuve mi primera hija en 2014 y viví cuatro años con esta “doble vida” que me aportó mucho. Dicho esto, también significó mucho compromiso con la vida familiar y una recuperación a largo plazo.

Cada vez me resistía más a viajar; siempre estaba exhausta… ¡Así que fue hora de cambiar mi plan de vida!

Antes de tu retirada, ¿tenías claro que ibas a hacer después?

Durante mi carrera deportiva, continué con mis estudios porque me interesan mucho los temas de ecología, medio ambiente y naturaleza. Cuando dejé la competición, hice un máster en ecología y enseguida encontré trabajo en el sector.

Tras lograr cuatro medallas olímpicas y más 17 medallas en el Campeonato Mundial de biatlón, ¿crees que cumpliste con tu objetivo inicial o te hubiese gustado lograr otros objetivos?

Cuando era niña, quería ser pastora… ¡Así que no alcancé mi objetivo inicial! Sin embargo, ¡me alegro de haberme convertido en biatleta! Sí, todos estos resultados son para mí una oportunidad increíble y estoy muy orgullosa de haber logrado esta carrera. ¡No podría haber imaginado nada mejor!

¿Con qué momento de tu carrera deportiva te quedas Marie Dorin-Habert-Habert?

Es una combinación de vida en grupo, duros entrenamientos bajo la nieve y la lluvia, carreras fallidas y una alegría tremenda… Muchos recuerdos me han dejado una huella imborrable y han marcado mi vida como mujer.

Si tuviera que recordar mi carrera más bonita, elegiría el sprint del Campeonato del Mundo de Oslo en 2016. No gané la carrera (2º puesto al final) pero realicé una competición perfecta bajo una presión increíble.

Era la primera carrera de los Campeonatos del Mundo donde había posteado que quería volver con una medalla. Ese día luché contra mí misma y es mi victoria más hermosa.

Una vez repasada tu trayectoria como deportista olímpica, es el momento de centrarnos en tu vida actual. ¿Es cierto que te has enganchado al trail running hasta tal punto de que te has convertido en embajadora y consultora técnica de CimAlp? ¿Cuál es exactamente tu función?

Siempre me ha gustado correr por la montaña. Somos afortunados de vivir en hermosos lugares donde los senderos son interminables. Puedes perderte por los bosques y las montañas, subir a grandes alturas y casi no ver a nadie…

Correr es un deporte que me encanta. He sido contratada por CimAlp para ser una de sus embajadoras y unirme a su pequeño equipo de atletas. Inicialmente me negué porque no quería tener ningún compromiso con los resultados o las competiciones; estaba harta de ser una atleta de élite y quería estar tranquila.

Pero el equipo de CimAlp fue muy amable conmigo; nunca me ha pedido que participe en una competición en la que no quiera correr, ni obtener buenos resultados, ni publicar en redes sociales…

Así que comencé a probar sus productos y estoy encantada con su calidad técnica. ¡Ahora soy parte del equipo, puedo disfrutar corriendo las carreras que me apetecen y gozo mucho usando productos CimAlp!

¿Te sientes identificada con la marca?

Sí, definitivamente con la filosofía del equipo. Apostamos por los mismos valores: la montaña, el medio ambiente, el placer, la superación de los límites, la sobriedad… Estos valores son algo que resuenan en mí y que trato de respetar.

¿Cuáles son tus productos favoritos de CimAlp?

¡Me gusta mucho la nueva ropa de esquí de fondo, que es muy técnica y bonita!

Por lo demás, me gustan las camisetas del modelo Elena; son tan ligeras que te sientes como si estuvieras corriendo desnuda.

También me agradan todas sus chaquetas; están bien cortadas y son muy técnicas dependiendo del deporte que quieras practicar.

También trabajas para el departamento de Isère al servicio de los deportes al aire libre. ¿En qué consiste este trabajo?

Sí, ahora trabajo a tiempo parcial en el Departamento de Deporte y Medio Ambiente de Isère.

Mis misiones son informar a los entusiastas de los deportes de naturaleza sobre el impacto de sus actividades en la biodiversidad, cómo minimizar este impacto, preocuparse por lo que les rodea, compartir el territorio y respetar su entorno.

También tengo que hacer un seguimiento de los sitios deportivos, especialmente de la escalada, para poder hacer un rastreo del biotopo con las aves rapaces que anidan en los acantilados y la flora específica que allí crece.

Además, regentas el hotel deportivo Zecamp junto con tu marido Loïs y tu amigo Robin. ¿Qué servicios ofrecéis principalmente?

Hemos creado un lugar para deportistas de todos los niveles. Nuestro objetivo es acercar el deporte y la naturaleza a todo aquel que se acerca a nosotros. Zecamp se encuentra al pie de muchos senderos increíbles y es un lugar fácil para realizar muchas otras actividades deportivas.

Cuenta con una sala de fitness diseñada para deportes de resistencia, alimentación saludable, baño frío y sala de recuperación, una amplia sala para guardar, secar y reparar equipos, y cómodas habitaciones.

Desde el hotel ofrecemos cursos de descubrimiento de esquí de fondo, biatlón, sesiones de entrenamiento, etc.

Las personas que vienen son deportistas confirmados (grupos y federaciones), personas a las que les gusta o no el deporte, o empresas que organizan seminarios.

Lo importante es dejar el coche durante toda la estancia y hacerlo todo partiendo desde el hotel.

Queda evidente que eres una mujer hiperactiva, enérgica y emprendedora. ¿Cómo logras conciliar todos tus trabajos con la familia?

Se debe encontrar el equilibrio. Necesito hacer todas estas cosas, crear, imaginar, practicar deportes…

La vida familiar está en medio de todo esto y trato de transmitir mi pasión por todas estas actividades a mis hijas.

A veces es agotador si quieres hacerlo todo correctamente. ¡Requiere tener mucha energía!

¿Qué valores les quieres inculcar a tus dos hijas?

Me gustaría que mis hijas tuvieran todas las herramientas para lograr lo que quieran.

Quiero que aprendan a luchar por el éxito, a apreciar los pequeños y simples placeres, a saber perder, a veces incluso cuando hemos dado lo mejor.

Y, sobre todo, trato de enseñarles a respetar el medio ambiente. ¡Salir a caminar, correr o jugar afuera da más placer que ir de compras!

¿Qué esperas de tu vida en un futuro Marie Dorin-Habert-Habert?

No me atrevo a proyectarme demasiado en el futuro. Personalmente, soy bastante pesimista sobre lo que estamos haciendo actualmente con el medio ambiente. Me gustaría que todos fueran conscientes de su impacto y trataran de limitarlo tanto como sea posible.

Ojalá mis hijas pudieran seguir esquiando, lo que significaría detener el calentamiento global.

Me gustaría que fueran felices y que no vivieran la guerra. ¡Por eso trato de inculcarles estos valores todos los días!

Además, me gustaría escribir más libros y lograr escribir historias divertidas e interesantes. ¡Y luego continuar viajando por las montañas, por supuesto!

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Fotografía de Cyrille Quintard