Ana Alonso www.sportvicious.com

Ana Alonso Rodríguez es una de las protagonistas del rápido ascenso del movimiento skimo racing español de las últimas temporadas.

La deportista andaluza posee un auténtico talento, de los más cristalinos de su generación, y, sin duda, uno de los más completos del panorama internacional.

Conversamos con ella para conocer más sobre su historia deportiva y personal.

Su rostro fresco y natural, su pelo recogido en una trenza infalible, sus pendientes lucidos con elegancia incluso cuando se desliza sobre la nieve. Ana Alonso se presenta como la chica de la puerta de al lado, pero no hay que dejarse engañar por las apariencias.

Una vez superada la línea de salida, esta granadina de 29 años que interpreta el esquí de montaña de forma moderna, sabe atacar a sus rivales con el mismo instinto asesino que un depredador.

Lo que llama la atención cuando compite es su gran capacidad para aislarse de lo que le rodea: el ritmo rápido con las pieles, la mirada apuntando hacia arriba.

De este modo, Anita se quita la ropa de «niña buena» para ponerse la de «niña terrible».

El apodo «Motomami» que le han puesto, tomado del último álbum de la cantante Rosalía, describe perfectamente su manera de actuar de cara a la competición.

"Entrevista

Ana Alonso 

Nacida el 7 de diciembre de 1994, Ana Alonso Rodríguez da sus primeros pasos en el mundo outdoor en su Sierra Nevada natal, perfeccionando su técnica de descenso con el esquí alpino gracias, sobre todo, a las enseñanzas de su padre Gerardo Alonso.

Empieza entonces a practicar esquí de montaña, siendo poco más que una adolescente, encontrando en las pieles una forma de potenciar su fuerza cuesta arriba y sus suaves, pero rápidos esprints, fruto de las sesiones de entrenamiento en las canales de la Sierra, que aún hoy la distinguen.

Su entrada en el circuito internacional de competiciones llega en 2016, primero en la  categoría Espoir y después en la Senior.

En esa misma temporada, llegan las primeras satisfacciones en las pruebas Sprint y Vertical, donde Ana entra tres veces en el top ten.

Al año siguiente, durante la primera etapa de la Pierra Menta, sufre una terrible caída.

El diagnóstico es el que ningún deportista quiere oír: fractura de tibia y peroné, dieciocho puntos de sutura, más de seis meses de baja.

Una condena para las aspiraciones de Ana que se ve obligada, durante los meses siguientes, a ver competir al resto de deportistas a través de una pantalla. La vuelta a la competición se le hace larga, pero la motivación es mayor que la rabia.

En 2019, una vez terminada la rehabilitación, la española vuelve a la línea de salida consiguiendo buenos puestos en la ISMF Skimo World Cup, en el Campeonato del Mundo y, sobre todo, en la Copa de España, donde consigue su primera victoria absoluta.

Durante las dos temporadas siguientes, Ana sigue ganando medallas de oro en la Copa de España y sigue elevando el nivel de su rendimiento, sobre todo en la especialidad de Relevos Mixtos formando con Oriol Cardona Coll un equipo que combina dinamismo y potencia, y que da sus frutos desde las primeras apariciones.

El cuarto puesto conseguido por la pareja en el Mundial de Boí Taüll en 2022 es el preludio de una temporada para recordar.

De hecho, el 18 de febrero de 2023 los dos escriben una página importante en la historia de la FEDME, en la prueba por equipos de Val Martello.

Se trata de la primera medalla de oro para la Federación Española de Deportes de Hielo en esta especialidad dentro de las competiciones del circuito ISMF.

Unos meses después, Ana y Oriol consiguen otra medalla de oro, esta vez en la prueba inaugural de la final de la Copa del Mundo en Tromsø.

Inicia así la dinastía de las Furias Rojas que cultiva serias ambiciones de subir al podio en los próximos Juegos Olímpicos de Milano-Cortina 2026.

Ana es capaz de impresionar incluso cuando no lleva dorsal.

En 2022, se convierte en la primera mujer en descender en un solo día las tres Grandes Nortes de Sierra Nevada (Veleta, Mulhacén y Alcazaba), recogiendo el legado de su padre Gerardo que ha sido el primero en realizar la hazaña de descender el Pico del Veleta.

Su carrera, ya marcada por los récords, se encamina hacia un futuro de éxitos.

Un perfil en continuo crecimiento y, sin duda, entre los más interesantes del esquí de montaña mundial.

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BREVE CONVERSACIÓN CON ANA ALONSO RODRIGUEZ

El movimiento español de skimo racing se ha disparado a nivel internacional en las dos últimas temporadas gracias, sobre todo, a los chicos de tu generación. Tú, Oriol Cardona Coll, Iñigo Martínez de Albornoz, Marta García Farrés, por citar a los más representativos. En Relevos Mixtos os habéis convertido en el equipo a batir, junto con las parejas formadas por franceses e italianos. ¿Cómo explicas esta hazaña y cuál es el ambiente que se respira dentro de la selección nacional?

Hay un clima muy sereno dentro de la FEDME, tanto entre los deportistas como con nuestro entrenador. Los resultados en las carreras reflejan nuestro enfoque de equipo. Compartimos la mayor cantidad de información posible entre nosotros y, en especial, con los más jóvenes.

Naturalmente, tengo una relación especial con Oriol Cardona Coll, un campeón de esquí de montaña al que le debo mucho.                                                                                                             Además de esto, creo que el crecimiento del movimiento se debe también a las condiciones de la nieve en España que nos permiten centrarnos en las especialidades de Sprint y Relevos Mixtos, que casualmente serán las dos pruebas olímpicas (risas).

A los 29 años has participado en todas las pruebas más importantes de las competiciones internacionales de esquí de montaña. Copa de España, Copa del Mundo, Mundial, Skimo10… Sin embargo, el skimo touring es una disciplina que te encaja a la perfección teniendo en cuenta tu perfil deportivo. ¿Qué importancia tendrá para Ana Alonso esta parte del deporte una vez que alcances tu sueño olímpico?

En estos momentos, estoy totalmente centrada en las dos competiciones de los cinco aros que para mí representan el sueño de toda una carrera. Sin embargo, creo que la esencia del esquí de montaña está en las pruebas por equipos y sueño con participar en las grandes clásicas de la Grande Course. La Pierra Menta y la Mezzalama son las pruebas que más me emocionan. Para mí, es más importante finalizar estas dos carreras que una victoria en otras competiciones.

Antes de consolidarte entre la élite del esquí de montaña, has pasado por un momento difícil. A principios de 2017, tu segunda temporada como profesional, has sufrido la terrible lesión en la Pierra Menta. Casi un año parada entre rehabilitación y regreso progresivo. A partir de 2020, una vez que has recuperado tu forma, tu carrera ha dado un giro. ¿Cómo has podido alcanzar la cumbre después de haber vivido una experiencia similar?

La fractura de tibia y peroné ha sido un golpe muy duro para mí. Después de la operación, recuerdo haber pasado el verano trabajando de camarera en Mallorca sin saber aún si volvería a competir. Las playas y el agua cristalina no me disgustaban, pero la motivación por volver a la montaña estaba en su punto álgido. En otoño de 2018 he recuperado la confianza con las pieles y, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que mi forma estaba volviendo y podía ser competitiva. El resto lo he conseguido con trabajo duro, con mi determinación y con el apoyo de familiares y amigos.

Ana Alonso has nacido a los pies de la Sierra, has conseguido importantes victorias en el Skimo10 de Andorra. En cambio, tu consagración en los grandes escenarios ha llegado en Val Martello, con tu primer oro en la Copa del Mundo. Excluyendo las montañas de casa, que también tienen un lugar especial para ti, ¿qué sitio te ha impresionado más?

Probablemente Tromsø, donde he disputado la final de la Copa del Mundo en abril de 2023. Nunca había visto algo así. En esos días me he sentido especialmente bien y he podido expresarme a un alto nivel. Una semana que no olvidaré nunca.

En general, sin embargo, no tengo un lugar preferido porque la magia de la montaña está detrás de cada esquina. Ya sea por el paisaje, por la roca o por las condiciones de la nieve. ¡La montaña puede regalarme alegría incluso cuando las cosas no van bien durante la carrera!

Desde hace más de diez años eres Técnico Deportivo en Media Montaña y, desde hace unas temporadas, también profesora de esquí alpino. No hace falta decir que la nieve es el terreno en el que prefieres expresarte y que el invierno es tu estación favorita. En verano, en cambio, podemos encontrarte por las pendientes que rodean Granada, pedaleando o entrenando por los senderos del Pico del Veleta o del Mulhacén. ¿Cuál es la relación de Ana Alonso con los deportes de montaña?

Desde pequeña he estado siempre en contacto con la montaña y la naturaleza. Para mí, el outoodor es una cuestión de familia. A la edad de cinco años, durante las excursiones con mi papá y mis hermanos, he aprendido a vivir la montaña con respeto y gratitud. Estos son los valores que aún llevo hoy conmigo.

La montaña es mi segundo hogar: voy allí para sentirme mejor, recuperar energía y motivaciones.

De niña he practicado cross-country durante más de diez años: en ese tiempo he aprendido a dar lo mejor de mí misma, llevando mi relación con la alta montaña a un nivel superior.

La figura de tu padre Gerardo Alonso, icono español del esquí de montaña y guía de montaña, ha sido muy importante para ti. Lo has perdido cuando tenías quince años y has recogido su legado. En 2022, de hecho, has cerrado un círculo al convertirte en la primera mujer de la historia en completar el descenso de las tres vertientes norte de Sierra Nevada. Ha sido tu padre el primero en completar el descenso del Veleta. ¿Qué importancia ha tenido su figura para tu crecimiento como deportista y como mujer?

El récord del descenso en un día de las tres Grandes Nortes del grupo Sierra ha sido un logro muy emotivo para mí. Un motivo de orgullo, una forma de rendirle el mejor homenaje. Mi papá me ha enseñado todo, transmitiéndome una pasión sin límites por la montaña. En mi camino como deportista he intentado seguirlo, sin emularlo: he encontrado mi identidad y mi forma auténtica de vivir la montaña.

¿Qué personajes del mundo del deporte han inspirado tu espíritu competitivo y tu ética deportiva?

Clàudia Galicia Cotrina y Mireia Miró i Varela (ganadora de tres ediciones de la Pierra Menta) siguen representando un punto de referencia para mí, poder entrenar con ellas ha sido una verdadera suerte. Claudia y Mireia han fundado literalmente un movimiento, aportando su experiencia para que los deportistas de mi generación puedan alcanzar sus objetivos.

Del mundo del esquí alpino admiro a Mikaela Shiffrin por su carisma, por su ética como deportista y por la alegría contagiosa que desprende tanto delante de las cámaras como cuando esquía.

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Desde el 2017 estás oficialmente vinculada a la marca de ropa Karpos. ¿Qué importancia tiene para ti poder llevar durante tus sesiones de entrenamiento los productos de esquí de montaña con las mejores prestaciones del mercado?

Poder contar con un patrocinador como Karpos es una gran oportunidad para mí. Desde la calidad de los materiales utilizados hasta la comodidad del ajuste con el corte femenino, los productos Dynamic para el esquí de montaña me ayudan a expresarme lo mejor posible y a entrenar mi resistencia incluso cuando las temperaturas son bajas y las condiciones son adversas. Las prendas que prefiero son, por supuesto, el Race Suit, que me acompaña en las carreras de la Grande Course, y las prendas de la línea Alagna. En particular, siempre llevo la chaqueta Alagna Plus Evo, incluso en el día a día, hasta el punto de que mis amigas me preguntan si no tengo otras chaquetas para ponerme (risas). 

Aparte de los materiales, lo que me une a Karpos es la búsqueda constante de la superación de mis límites a través de la exploración de mis montañas. Ya sea la Sierra o los Dolomitas, tanto Karpos como yo nos inspiramos en nuestras rocas y de aquí comienzan nuestros sueños.

En las carreras te vemos siempre muy concentrada, con la mirada fija en los metros que tienes por delante. ¿Quién es Ana Alonso Rodríguez cuando se quita el dorsal?

Aparentemente una chica tímida, pero en realidad soy muy sociable. Me gusta mucho salir con mis amigos y mis familiares para descubrir nuevos lugares. Esta es una parte muy importante de mi vida.

Además de esquiar, al final de la temporada me dedico a la bicicleta de montaña y al surf.

Fotografías de Gorka Martinez Llurda