Marta García Farrés, nacida el 18 de marzo de 1992 en Calldetenes (Osona). Esquiadora de montaña del Cerdanya Skimo Team. Graduada en Ingeniería Forestal por la Universidad de Lleida.
Residente en Puigcerdà, donde ostenta su propio negocio, Nordest Cafè, junto a su pareja Gerard Vila desde hace cinco años.
Fruto de esta relación, nació su hijo Grau, que cumplirá dos añitos este año.
Tras un año de parón por maternidad, Marta García ha regresado a la competición y lo ha hecho con buen pie. Al inicio de esta temporada 2024, ha demostrado que vuelve a estar en su pico máximo de rendimiento.
Sus mejores resultados han sido una tercera posición en la modalidad Vertical Race en el Campeonato Europeo ISMF en Flaine-Chamonix (Francia).
Además, en la Copa del Mundo ISMF en la Comapedrosa Andorra subió al podio en tercera posición de la Vertical Race. En Boí Taüll (Lleida) rozó el podio al conseguir una cuarta posición en la Sprint Race.
Y en Villars (Suiza), Marta formando equipo con Oriol Cardona consiguieron la medalla de oro en Relevos Mixtos.
Marta sueña con ser una de las candidatas para participar en los Juegos Olímpicos de Milán-Ampezzo 2026 y para ello está dispuesta a dejarse la piel en cada una de las competiciones de la Copa del Mundo.
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ENTREVISTA CON MARTA GARCÍA FARRES
Tras la maternidad Marta García, ¿ha cambiado tu percepción de la vida o sigues teniendo las mismas prioridades?
Mi percepción de la vida no ha cambiado. Mi prioridad es la familia, sobre todo mi hijo y mi pareja. Ellos son lo más importante.
Es necesario no dejar atrás tus aficiones y el tiempo personal de cada uno. Yo continúo entrenando, viajando y dejándolos solos en casa para poder hacer lo que a mí me gusta.
Ellos siempre son mi prioridad y, en el caso de cualquier imprevisto, ellos siempre van por delante.
¿Cómo llevaste la práctica deportiva durante y después del embarazo como deportista de élite Marta García?
La verdad es que muy bien. Tuve un buen embarazo, un embarazo activo y pude esquiar hasta el día antes del parto.
El esquí de montaña es un deporte perfecto para practicar durante el embarazo. Es un deporte sin impacto; puedes ir a un ritmo tranquilo y cómodo para no subir de pulsaciones.
Durante los últimos meses, vigilé más y solo esquiaba por pistas para no correr el riesgo de una posible caída.
También mantuve los ejercicios de fuerza, aunque de forma más controlada y con poca intensidad.
Me ayudó mucho tener el asesoramiento de una fisioterapeuta especializada que me pautó cómo realizar los ejercicios, a entender mi cuerpo e ir controlando que estuviera haciendo lo correcto y que no me pasara.
En fin, para que todo estuviera bien. Después del posparto, controlé el suelo pélvico, los abdominales y vigilé que todo funcionara.
Fui poco a poco porque prefería tardar más tiempo para recuperarme bien que ir demasiado rápido y que mi cuerpo no se adaptara o recuperase correctamente.
El deporte femenino ha ganado visibilidad y fuerza en los últimos años. Sin embargo, sigue habiendo mucho camino por recorrer y muchos tabúes por derruir. Uno de ellos es la maternidad. ¿Cómo es para ti compatibilizar la maternidad, el negocio y el deporte?
Hasta hace pocos años no era posible ser madre y deportista a la vez. O renunciabas a ser madre y seguías con tu vida deportiva o acababas con tu vida deportiva para ser madre más tarde, a los 35 años o lo que fuese.
Esto ya ha cambiado y cada vez hay más casos de deportistas que son madres y vuelven a la élite después de la maternidad y lo compaginan todo.
Personalmente, lo puedo compatibilizar bien gracias a que el trabajo de Gerard es flexible y él me apoya. De lo contrario, sería imposible. Al final, cuando me voy, toda la dinámica de casa cambia.
Todo lo tiene que hacer él y necesita esta flexibilidad de trabajo para poder hacer frente a esto. También cuento con el apoyo de mis padres.
En definitiva, se trata de un puzzle que no es fácil, pero que hay que tener un entorno óptimo para superarlo. En el día a día de la maternidad, como deportista, lo que más me puede afectar es el descanso.
Con un niño de dos años, no paras nunca, pero tienes la cabeza más distraída y estás más relajada. El primer año es el más complicado de gestionar.
La temporada pasada estuve viajando a todas las carreras de la Copa del Mundo con ellos y sin la ayuda de Gerard no hubiese sido posible.
No veía la posibilidad de separarme de Grau, porque él me necesitaba y yo lo necesitaba a él. Por este motivo, desde mi punto de vista, no contemplaba una separación.
¿Las federaciones te han respaldado en tu regreso?
Sí. Sin su respaldo hubiera sido complicado, sobre todo durante el primer año de mi hijo. Durante la temporada pasada, conté con toda su ayuda y me pusieron todas las facilidades para viajar con mi familia a las competiciones.
A nivel físico, ¿es difícil volver a la competición tras ser madre?
No es fácil. Evidentemente, tu cuerpo sufre un cambio muy grande. Estás nueve meses que no puedes entrenar con normalidad.
Por lo tanto, es como un parón. No estás parada del todo, pero tampoco estás entrenando con intensidad.
Por este motivo, después tienes que recuperar y volver a empezar de nuevo. Durante el posparto, tu cuerpo está más débil.
Yo me lo notaba mucho en el abdominal; no me lo sentía fuerte y se me cargaba. Necesitas volver a adaptarte y empezar a entrenar, y eso requiere tiempo.
Mirando con perspectiva, el año pasado no estaba en forma; fue un año de transición para volver a coger la forma. ¡Ahora mi recuperación es óptima!
¿Has notado que el nivel de tus compañeras ha subido exponencialmente?
Durante el año que estuve fuera, el nivel subió mucho, sobre todo en la modalidad sprint.
Más que nada porque pasamos de que fuera un deporte más o menos semiprofesional a que anunciaran que las dos disciplinas, sprint y relevos mixtos, serían olímpicas.
Por eso, todo el mundo se puso las pilas y empezó a entrenar más específicamente estas modalidades.
Se ha notado un cambio muy importante, habiendo más volumen de gente competitiva y con más nivel.
¿Qué más cambios has podido percibir Marta García en el mundo de la competición?
He percibido más profesionalidad de los atletas que ocupan los primeros puestos y más volumen de gente joven porque los distintos centros de tecnificación de las autonomías están realizando un buen trabajo con ellos, con la federación y con la selección.
Cuando yo empecé, éramos muy pocas. Actualmente, el nivel de chicas está subiendo y esto significa un futuro para el deporte.
¿Te ha costado coger el ritmo de entrenamientos y carreras a alto rendimiento?
No porque al final llevo compitiendo en la Copa del Mundo once años y ya tengo muy integrado cuál es el ritmo de carreras y de entrenamientos.
Sí que la evolución ha sido progresiva porque no quise empezar de golpe tras el posparto.
Poco a poco he ido recuperando el ritmo normal de entrenamientos, primero con menos carga e ir aumentando hasta llegar a esta nueva temporada en la que ya estoy totalmente recuperada.
Desgraciadamente, la escasez de nieve en nuestro país está haciendo mella tanto en el sector como en los amantes del esquí. ¿Cómo afecta esto a tus entrenamientos? ¿Vas en busca de nieve a otros lugares?
Está claro que la escasez de nieve este año es evidente. Durante el invierno, como las estaciones de esquí hacen nieve artificial, con esto es suficiente para mis entrenos, que ahora están más enfocados a sprint y relevos.
Si hiciera carreras individuales, sería insuficiente porque ahora mismo es imposible poder entrenar la traza, vuelta maría, etc. No es lo más motivador entrenar por pistas porque lo que más nos gusta es estar en el monte.
En pretemporada sí que tenemos que ir a buscarla porque las carreras de la Copa del Mundo empiezan en noviembre y está claro que aquí aún no tenemos nieve.
Por esto, en octubre vamos al Passo Stelvio (Italia), en el glaciar, y en noviembre estamos un mes en Tignes (Francia) para poder entrenar y tocar nieve, porque de lo contrario, en las primeras carreras no estaríamos todavía adaptados.
Pero esto ha pasado siempre, no solo este año por la escasez de nieve, sino por las condiciones del Pirineo.
A medida que van pasando las pruebas del Campeonato del Mundo, ¿te sientes más cómoda y fuerte en las modalidades de Sprint y Vertical Race?
Este año he realizado una buena pretemporada y esto se nota. Llegué a las primeras carreras notándome bien y fuerte.
Puede que otros años sí que a lo largo de la temporada iba cogiendo la forma porque hacía una pretemporada más corta.
Al ser el sprint más técnico, en cuanto a las transiciones, sí es cierto que se nota a medida que va avanzando la temporada.
Te sientes más cómodo porque has hecho más cambios y lo tienes todo más integrado.
Sin ser la Vertical Race una modalidad olímpica, ¿por qué participas en ella? ¿Qué beneficios obtienes?
Participo en esta modalidad porque creo que es muy buen entreno y pasa poca factura al cuerpo.
Se trata de una carrera de 20 o 30 minutos, como mucho. Es excelente para coger ritmo y buscar el límite del cuerpo para llegar a pulsaciones altas.
Años atrás todos los atletas participaban en todas las modalidades del esquí de montaña. ¿Crees que el hecho de que solo el Sprint y los Relevos Mixtos sean pruebas olímpicas hará que los deportistas se decanten por una sola modalidad y no por todas?
¡Esto ha cambiado mucho! Antes todos los deportistas hacíamos todas las carreras de todas las modalidades y era muy raro que hubiese especialistas. Cada carrera y cada especialidad tiene unas condiciones diferentes.
Es muy distinto entrenar para una vertical, una individual, un sprint o un relevo.
Si quieres ser bueno en una modalidad, tienes que especializarte en ella porque, si no, siempre habrá los especialistas que serán mejores que tú, ya que entrenan específicamente para esto.
Actualmente, es difícil que haya deportistas que sean buenos en todas las modalidades, cosa que antes quien era bueno, era bueno en todo.
Además, el hecho de que las modalidades relevo y sprint sean pruebas olímpicas es una motivación más para entrenar y para conseguir este reto. Ir a unos Juegos Olímpicos es el máximo objetivo de cualquier deportista.
Por este motivo, nos focalizamos en éstas y no en una carrera individual.
En Villars-sur-Ollon (Suiza) Oriol Cardona y tu lograsteis el oro en Relevos Mixtos. ¿Cómo vivisteis esa victoria Marta García?
Fue muy bonito. Fue mi primera victoria en la Copa del Mundo, en carreras internacionales en general, y volver a correr con Oriol fue como un recuerdo al pasado.
Los dos corrimos por primera vez juntos en el año 2011 en los Campeonatos de Europa de Pelvoux (Francia) y allí conseguimos una medalla internacional.
Fuimos segundos junto a Aleix Domènech. En aquel momento, los dos éramos junior y han pasado más de 10 años para volver a correr juntos y conseguir otra medalla.
Poder correr con Oriol siempre es señal de seguridad. Sabes que corres con el mejor en disciplinas de relevos y sprint.
Me gustaría mucho poder continuar corriendo con él y, por qué no, llegar a unos Juegos Olímpicos junto a él.
Sería bonito después de todo este camino juntos porque los dos empezamos más o menos igual en el centro de tecnificación y hemos seguido unos pasos similares de evolución desde ese año 2011 con la primera medalla.
Para los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d’Ampezzo 2026, ¿se mantendrá este dúo?
Ahora mismo no lo sabemos. Quedan aún dos años y tenemos que ir paso a paso.
El año que viene, primero habrá que ganar las plazas que se conseguirán como país y no como personas individuales.
Todo el equipo tiene que estar unido para conseguir ganar el máximo de plazas y que podamos ir dos deportistas, dos chicas y dos chicos, y después el objetivo es ser candidato para ir.
Si hay candidato para ir, pues poder correr con Oriol sería mágico. Pero repito queda mucho camino y tenemos que ir pausadamente.
En declaraciones anteriores, has comentado que no se puede vivir del esquí de montaña. ¿Es fundamental para una deportista profesional tener unos estudios para asegurarse un porvenir?
Hasta ahora el esquí de montaña no era profesional o al menos en nuestro país, pero ahora con todo el tema olímpico esto está cambiando.
Hay más ayudas, becas y el Team Élite que nos permite dedicarnos a este deporte a nivel profesional y estar al nivel de otros países que ya se estaban dedicando a esto.
La carrera deportiva es bastante corta y más en el esquí de montaña.
Habrá unos Juegos Olímpicos en el año 2026 pero aún no sabemos si en los siguientes volverá a estar presente este deporte; todavía no está confirmado.
Es importante para los jóvenes que, paralelamente a entrenar y a esquiar, se formen en algo que les guste para que en un futuro tengan un porvenir profesional fuera del deporte.
¿Faltan más ayudas Marta García? ¿De qué tipo?
¡Siempre queremos más ayudas! La situación ha cambiado con las antiguas becas ADO, que ahora es el Team Élite España.
Eso permite que nos podamos dedicar a ello.
Son unas becas muy exigentes, son becas por resultados que tienes que ganar cada año.
¿Tu sueño más inmediato de Marta García es verse en los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d’Ampezzo 2026?
Mi sueño deportivo es continuar mejorando, llegar a estos Juegos Olímpicos y conseguir un buen resultado.
Después de muchos años de competir, sería la guinda del pastel.
No sé si será llegar al final o continuar con el camino, pero está claro que continuaré esquiando y haciendo deporte siempre.
Sería como cerrar o no una etapa competitiva muy bonita, pero ya veremos…
Fotografía de ISMF