RUBËN OTERO «SIEMPRE HAY MÁS DETRÁS DE LO QUE SE VE EN UNA FOTOGRAFÍA»
Me llamo Rubén Otero, soy del País Vasco y me dedico al audiovisual, que comprende la fotografía y el vídeo.
Para mí el audiovisual es el poder con el que algunas personas somos capaces de parar, en el caso de la fotografía.
Y guardar, en el caso del vídeo, los momentos, los sentimientos, la vida…
Y plasmar lo que está pasando en esos instantes, creando historias bajo nuestros puntos de vista y desde la mirada de nuestros ojos.
Este poder es inmenso porque varias personas pueden mostrar diferentes imágenes de un mismo momento.
Transmitiendo diferentes sensaciones de la misma situación, creando muchas historias de una sola.
Volviendo al principio, mi primer contacto con este maravilloso arte fue gracias a mi padre.
Era un hombre pegado a una cámara de vídeo y otra de fotografía.
Porque antes, para los que no lo sepáis, no había una máquina que te hiciera las dos como ahora; tenía que llevar la de vídeo por un lado y la de fotografía por otro.
Lo de los carretes ya doy por hecho que lo conocéis.
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Él se dedicó a grabar y fotografiar todo lo que realizábamos de pequeños, ya fuese teatro, judo, baloncesto, atletismo, cumpleaños, etc.
Y esto fue lo que me llamó la atención a mí: el plasmar lo que sucedía en ese mismo instante para recordarlo en otro momento.
La historia de ese día, de ese acto, de ese momento.
Y aquí es donde más me identifico.
Después de mucho tiempo haciendo distintos trabajos, te das cuenta de que todos tienen un mismo engranaje en común, que en mi caso es buscar una historia en una secuencia de imágenes.
Esto es lo que realmente me hace seguir queriendo esta profesión. Allá donde mires, siempre hay una historia que puede ser contada y eres tú quien tiene ese privilegio. ¡Es maravilloso!
Saltando un poco en el tiempo, mis primeros pinitos en esto del audiovisual fueron con una cámara robada de mi padre, grabando a mis colegas y amig@s cuando andábamos en Inline (patines en línea, rollers), saltando escaleras por encima de las barandillas y demás.
Fue mi primer contacto con la cámara y los deportes, sobre todo deportes de riesgo (risas).
Me río porque los que me conocen ya saben que sin algo de riesgo, emoción y adrenalina me aburro un poco.
Para que me entendáis mejor, desde bien pequeño ya pusieron ruedas a mi alcance, empezando con patines en línea, skates de Sancheski y Variflex (dos marcas antiguas) y bicicletas.
Y cuando me hice más mayor, llegaron las motos y los coches.
Yo no estudié nunca fotografía y vídeo; fui aprendiendo de la gente que tenía alrededor y de libros donde buscaba cómo mejorar y aprender la técnica.
Realmente mis estudios van ligados a la automoción. ¡Siempre ruedas de por medio!
Cuanto más fui creciendo, más me gustaban o practicaba todos los deportes que tenían ruedas.
Y me creaban ese subidón de adrenalina y esa sensación de libertad y control sobre algo que no es tu propio cuerpo, algo que es externo al control de tu cerebro.
Tuve la suerte de aprender de amig@s que trabajaban de ello.
A los que les doy las gracias por enseñarme y decirme lo que hacía mal para seguir aprendiendo y mejorando.
Aparte de ser colegas, también muchos de ellos siguen siendo mis referentes.
Siempre hay que escuchar incluso a gente que pueda tener menos nivel que tú; te pueden dar puntos de vista diferentes a lo que pensabas y así seguir creciendo.
Humildad y aprendizaje son partes de mis bases para seguir avanzando y creciendo personal y laboralmente.
Eso sí, si creía que lo que estaba haciendo me gustaba y era lo que buscaba.
Pero no era lo establecido o no estaba bien porque “eso no se hace así”, frase que odio, lo hacía con más ganas, ya que era mi visión.
Y para qué estamos tantas personas en este arte, más que para dar nuestro punto de vista sobre algo que sucede delante de nosotros y mostrarlo al resto.
Así que aprended las normas y luego rompedlas con cabeza, dejad que vuestro punto de vista sea quien hable de lo que estáis viendo y viviendo.
A mi modo de ver, los grandes referentes a los que admiramos y seguimos son ese tipo de personas que en su momento hicieron cosas que no estaban establecidas en lo correcto ni en lo “normal”.
Lo pongo entre comillas porque, ¿qué es normal?
Lo que para mí es normal para otra persona puede que no o bien puede ser al contrario, por lo que lo “normal” varía dependiendo desde qué ángulo y ojos lo veas.
Volviendo a mi forma de ver el audiovisual, en mi caso la naturaleza, los deportes y la fotografía y vídeo siempre han estado ligados.
Soy una persona que ama la naturaleza, que la siente como un lugar de paz.
Viendo que los deportes que practicaba o que me llamaban la atención se practican al aire libre y muchos de ellos en la naturaleza.
Qué mejor que hacer las dos cosas a la vez e intentar integrar un poco de la naturaleza o el lugar en cada una de ellas.
Todo esto sin olvidarme de las personas que están detrás del deporte y de la bonita imagen que podemos captar.
La esencia está en las personas que hacen posible todo ello. Sin personas que crean, practican y montan eventos, no habría deportes que pudiésemos retratar.
Así que nunca os olvidéis de esos aguadores, puestos de socorro, ambulancias y personal de staff.
Compañeros, colegas, amigos, etc. que hacen posible muchos de los eventos que os gustan.
No solo existe el rider famoso; hay incluso mucho más detrás de ese rider que hace un salto bonito.
Puede haber lágrimas de emoción, impotencia, rabia… ¡Eso también es maravilloso de captar!
A lo largo de mi vida, he tenido oportunidad de encontrarme con mucha gente en diferentes deportes.
Con el Inline me encontré en una época en la que había mucho nivel, mucha gente tirándose al barro.
Tirarse al barro es como si dices: estás cogiendo muchos boletos para pegarte una buena hostia.
A raíz de que la gente de mi alrededor y yo fuéramos dejando de patinar en Inline.
Me encontré con el longboard downhill (bajar puertos de montaña por la carretera con un skate largo).
Aquí es cuando volví a conectar con el sentirme vivo e ilusionado captando imágenes que me llenaban de un deporte que me apasiona.
En este deporte aprendí y observé mucho y salí por los aires en muchas ocasiones.
No sabría deciros un número, pero cada caída era un aprendizaje.
¿Por qué digo esto?
Porque las imágenes que veis al lado de estos riders están sacadas mientras yo bajo al lado de ellos patinando a la par y a la misma velocidad.
Si no me hubiese caído tantas veces y tenido estas personas que confiaron en mí para poder retratarles mientras bajábamos juntos, no hubiera podido hacer estas imágenes que tanto me han llenado.
Los deportes que fotografío siempre los he practicado y eso me hace entender y ver diferente lo que quiero retratar.
Siempre que conozcas bien un deporte, será más fácil sacarle más jugo al asunto.
Después de mucho tiempo apartado de esta rama de fotografía y vídeo, que ahora estoy retomando poco a poco gracias al Sport Media Club del que soy miembro.
Valoro aún más todas las cosas que se están consiguiendo crear y hacer audiovisualmente hablando.
Es una locura y maravilloso a la vez el tener que estar en continuo movimiento aprendiendo para poder seguir haciendo lo que nos gusta.
Por último, dar las gracias a todas esas personas que durante todo este tiempo han confiado y confían en mí y en mi trabajo.
Gracias también a mi familia y amig@s por el apoyo y a mí por no tirar la toalla y seguir haciendo lo que me da vida.