Belén Rodríguez Cumbre Lenin 7.134m www.sportvicious.com

 

Belén Rodríguez es una corredora española, doctora en nutrición, nutricionista deportiva y entrenadora de corredores de montaña.

Belén declara que no puede entender ni imaginarse una vida sin montañas.

Palmarés de Belén Rodríguez

Como atleta de deportes de montaña, ha conseguido brillantes resultados.

Entre ellos figuran, la Monte Rosa Skynarathon, Elbrus Race y Lenin Race. Así, como La Sky Climb Mezzalama y Trofeo Mezzalama.

Además, a Belén Rodríguez, le apasiona las actividades de alta montaña por eso en el 2019 completó la carrera más alta del mundo, hasta la cima del Pico Lenin a 7.134 metros desde el campo base avanzado a 4.400 metros en un tiempo de 9:05.

Solo 7 corredores terminaron la carrera y Belén consiguió una segunda posición en categoría femenina.

De hecho, ha sido la única atleta española en finalizarla.

Inscríbete a nuestra newsletter y recibirás nuestra revista digital Sportvicious.

Sus Fast Know Time

También le entusiasma realizar desafíos por su cuenta, como la ruta 0-4-0 al pico del Teide en Tenerife, donde consiguió el Fast Know Time (FKT) nacional.

Asimismo, consiguió el FKT en Cotopaxi a 5.897 metros (ascenso y descenso desde la entrada del Parque Nacional).

Este récord lo logró sin guías, con la única ayuda de su pareja que le esperaba en el Refugio José Rivas a 4.550 metros para ayudarle con el material de alpinismo y algo de comida.

En junio de 2022 llegó a la cumbre del Denali a 6.190 metros, la montaña más alta de Norteamérica, directamente desde el campo base a 4.300 metros.

El objetivo final era conseguir el FKT femenino en la ruta completa hasta la cumbre del Denali desde el campo base a 2.000 metros en 16-18 h, pero el clima y el exceso de nieve en la ruta se lo impidieron a 5.000 metros de altitud.

En enero de este año, viajó a Argentina en solitario con la intención de conseguir un FKT para el ascenso y descenso del Aconcagua, sin ayuda externa (74 km y 4.500 metros de desnivel positivo).

Cuatro días después de alcanzar la cumbre, intentó el récord, pero un problema en su ojo izquierdo (ceguera de la nieve) debido al aire seco le dejó sin visión nocturna.

Luchó con todas sus fuerzas por alcanzar los 6.500 metros, pero la desorientación y el cansancio le abrumaron, y decidió no continuar para asegurar su regreso seguro a la entrada del parque.

Cumbre Cotopachi Belén Rodríguez www.sportvicious.com

¿Qué significado tienen para ti las montañas, Belén Rodríguez?

Para mí, la montaña es un estilo de vida, es un lugar para desconectar pero también conectar conmigo misma. No entiendo una vida sin montañas.

Llevo un ritmo de vida muy alto a nivel laboral, tengo mucho stress y la montaña me ayuda a canalizar esto.

Es cierto que preparar una competición o un reto en altura, requiere de mucho esfuerzo y muchas veces supone un estrés añadido al día, pero ese tiempo que pasó en la montaña, aunque sea haciendo series y “sufriendo”, es lo que me ayuda a seguir adelante y a no rendirme en ninguno de mis proyectos.

En definitiva, la montaña es mi lugar para entrenar, disfrutar y también para trabajar.

Diariamente ayudó a deportistas de montaña a mejorar su rendimiento a través de la nutrición y el entrenamiento.

Además, acabo de lanzar un nuevo y bonito proyecto de elaboración de un vino de montaña y de altura que se llama Annapurna “Diosa de las Cosechas”.

Ahora mismo, mi mayor reto es sacar este proyecto familiar adelante, y estoy al 100% en ello.

Al final, mi día a día está totalmente relacionado con la montaña.

Belén R. www.sportvicious.com

Repasando tu currículum deportivo, vemos que tu trayectoria ha ido de menos a más en lograr desafíos exigentes y duros. ¿No crees que, actualmente hay deportistas que se precipitan en querer lograr retos desafiantes y por este motivo fracasan en su intento?

¡Cierto! Mi trayectoria ha ido de menos a más. Yo empecé a correr en asfalto, de vez en cuando iba a la montaña a escalar y a caminar.

Pero siempre he tenido contacto con ella, desde pequeña porque a mi padre le gusta mucho el campo, quizás donde vivíamos en Albacete no había tanta montaña pero si hay monte, teníamos una finca (la finca de viñedos que ahora han dado lugar al vino) y he estado en conexión con ella.

Empecé haciendo asfalto y después me pasé a la montaña a competir, siempre  aumentando las distancias paulatinamente.

Mi objetivo era que hasta que no fuera buena en carreras de 20 o 30 kilómetros, no pasaría a la maratón y a carreras de larga distancia.

Después me pasé al tema de la altitud, había hecho algunas actividades con guía pero nunca sola.

En un viaje a Nepal con Carlos Soria descubrí que la altitud me iba bastante bien, habíamos estado a 6.000 metros e iba como una moto.

Fue cuando me planteé hacer retos en altitud pero con muchísimos años compitiendo en montaña y haciendo actividades de alpinismo, unos 7-8 años habiendo entrenado duramente, una media de 15 h semanales.

Volviendo a tu pregunta, hoy en día son muchos los deportistas que afrontan retos para los que no están preparados.

Igual esto no lo veo tanto en el alpinismo, donde tanto hombres como mujeres están haciendo actividades espectaculares, pero sí lo veo en las carreras por montaña, donde parece que sí o sí hay que correr una ultra, aunque tan solo puedas entrenar 7 h a la semana y no lleves más de 3 años corriendo.

Para correr una ultra, debes haber estado años corriendo para que haya una adaptación, tanto a nivel fisiológico como articular.

En cuanto a la alta montaña, puede ocurrir lo mismo pero como tienen que afrontar más riesgos…

Al final un escalador no va a saltar de grado tan fácilmente porque sabe que se está jugando la vida y hay mayor probabilidad de que tenga un accidente.

Belén Rodríguez - Denali www.sportvicious.com

Tanto en tu expedición a Denali como a Aconcagua no alcanzaste tu objetivo de conseguir un FKT. Está claro que cuando se intenta un reto de estas dimensiones, no siempre se alinean todos los astros.

¿Qué aprendiste de esas dos expediciones? ¿Lo intentarás de nuevo, Belén Rodríguez?

A nadie le gusta no conseguir el reto y menos cuando requiere de tanto esfuerzo y dedicación durante un año.

Hay días que no te apetece entrenar pero haces el esfuerzo, y sobre todo para las expediciones que requieren de nieve, como el Denali.

Además, el hecho de que en España cada vez nieve menos, dificulta aún más la preparación.

De ambas expediciones me llevó grandes aprendizajes, quizás más de Denali, porque allí me costó más asimilar que no había alcanzado el reto porque estaba fuertísima.

Me encontraba fenomenal y es cierto que la montaña no estaba en las mejores condiciones porque por las tardes entraba tormenta, había nieve acumulada y no tuvimos huella en todo el recorrido.

Abrir huella desgasta mucho y te limita hacer este tipo de intentos rápidos, para los que necesitas una montaña en las condiciones más óptimas.

Me acompañó Nahia Quincoces, una chica mucho más fuerte que yo en esquí de montaña, es una atleta de élite.

Estábamos allí las dos y Nahia no se encontró bien desde el comienzo.

Además, el hecho de haber hecho cumbre dos días, haber bajado cargadísimas con los trineos en un día, destapando depósitos y no haber tenido tiempo para descansar debido a la llegada de las tormentas, creo que nos dejaba mucho cansancio acumulado.

A 5.500 metros de altitud, Nahia iba muy despacio.

Íbamos mucho más lentas de lo que pretendíamos, y ella dijo que no podía continuar y que si yo quería que podía seguir que ella se volvía sola.

En ese momento ni me lo pensé, éramos compañeras, fuimos juntas y el reto era de las dos y teníamos que regresar juntas, había muchas grietas y ninguna debía descender sola.

Después estuve con el nudo en el estómago muchos días y pensando si deberíamos habernos quedado unos días más. Pero en el Denali, como te pillé la tormenta, ya no sabes cuándo podrá ir la avioneta a por ti.

El objetivo era más mío que suyo.

Yo fui la que la lie a venir conmigo, es decir, el compromiso de las dos era diferente.

Aprendí a asimilar estas situaciones donde a veces las cosas no dependen tan solo de ti.

¡Al final somos una cordada!

En cambio, en el caso de la Aconcagua fue el contrario.

Me pasó a mí algo similar, la que fallé fui yo, me quedé ciega de un ojo, debido a la conocida como ceguera de las nieves por el aire seco y frío.

¡El mayor aprendizaje fue sobrevivir!

Pasé una noche muy mala al quedarme sin vista al poco de empezar, a las 3 horas, me pilló en Playa Ancha, en el peor sitio que me podía ocurrir, ya que fue en plena noche.

Le llaman Playa Ancha porque es enorme y no hay senda, son las piedras del río donde baja toda el agua de la montaña.

Es un lugar donde te desorientas y lo pasé francamente mal.

Quería llegar al CB cuanto antes porque está helada porque en la zona del río me caí en varias ocasiones al no ver bien.

Aprendí que en determinadas circunstancias has de saber decir que no.

Además me jugaba el poder bajar después de formar segura y tuve que decir que no.

¿Crees que el hecho de ser una experta en nutrición facilita que tus preparaciones, tanto físicas como psicológicas, sean más acertadas a la hora de afrontar tus grandes desafíos?

El hecho de saber de fisiológica en altitud me ayuda en mis preparaciones.

Soy consciente de lo importante que es llevar una buena preparación tanto a nivel físico de entrenamiento como a nivel nutricional.

En cuanto a la parte psicológica, no he tenido terapia con ningún psicólogo deportivo porque hasta ahora lo he sabido manejar bastante bien.

Esta preparación es fundamental.

A mí me ha ayudado mucho todos los años que llevo haciendo actividades de montaña en solitario.

He aprendido a asumir riesgos y a saber tomar decisiones.

Por supuesto que el hecho de controlar la nutrición y el entrenamiento de la manera que yo lo hago y conocer tanto la fisiológica de la altitud, las adaptaciones del cuerpo a la altitud y cómo mejorar esas adaptaciones, me ayuda.

También me ha ayudado mucho saber planificar los ascensos.

Expedición Manaslu Belén Rodríguez y Carlos Soria www.sportvicious.com.jpg

Llevas entre manos un nuevo proyecto, intentar el Manaslu (8.163 metros) con motivo de la celebración del 50 aniversario de la primera expedición española y convertirte en la primera mujer en lograrlo. ¿Quién te acompañará en dicha hazaña?

Está previsto que vaya con Carlos Soria. Esto es un pedazo aventura y una gran oportunidad para mí.

Él estuvo hace 50 años en el Manaslu y sería histórico que Carlos hiciera cumbre 50 años después y que yo consiguiera el récord (FKT).

Además, nos acompañará algún miembro de mi club Real Sociedad Española de Alpinismo (RSEA) Peñalara quien es el impulsor de esta expedición.

La idea es grabar un documental.

Seguramente se unirá a nosotros otro gran alpinista, Jorge Palacios, conocido como “El Palas”, quien ha competido en esquí de montaña toda la vida.

Es una persona en la que confío mucho y me puede aportar bastante en este reto.

La expedición está prevista para la primavera, en esa época no hay expediciones en el Manaslu.

Jugaremos con desventaja porque yo necesito que la montaña esté con condiciones súper óptimas, con huella y las cuerdas fijadas.

Si no será muy difícil que pueda hacer un intento desde el CB a la cumbre y vuelta en menos de 24 h, pero lo intentaremos.

¿En qué proceso del proyecto os encontráis en este momento?

En estos momentos estamos buscando patrocinio y financiación tanto para la expedición como para el documental.

Hace poquito presentábamos el proyecto en la Comunidad de Madrid, quien nos ha dado algo de apoyo económico. No obstante, el proyecto es muy costoso y necesitamos más dinero.

¿Qué parte de la logística de las expediciones es la más complicada, Belén Rodríguez? ¿Por qué?

Depende de cada expedición…

Por ejemplo, en las que he ido sola, me lo he buscado todo yo misma porque mi presupuesto ha sido el mínimo y he intentado gastar el menor dinero posible.

Al Denali sí que fui con mi club y toda la parte de logística fue menos complicada.

Si hay algo que me lleva muchísimo tiempo es la parte nutricional.

Calcular exactamente lo que se necesita para los días que vas a estar en el campo base, en los campos altos, que no te falte nada en proteínas, aminoácidos, suplementos antioxidantes, bebidas con hidratos de carbono, etc.

Y luego preparar los paquetes con pastillas, polvos, hacer bolsitas, aparte de la ropa.

Belén Rodríguez como integrante del equipo RAB España, ¿qué destacarías de la marca británica?

¡La calidad de la ropa de RAB es brutal!

Es una marca muy comprometida con el alpinismo, con la alta montaña y nos aseguran que las prendas están preparadas para condiciones extremas.

Me siento segura con todas sus prendas porque la tecnología que usan se adapta a las condiciones extremas que te puedes encontrar en la montaña y además son súper bonitas.

Además, es una marca comprometida con el medio ambiente y la sostenibilidad.

Investigan para que cada día el proceso de fabricación sea más sostenible.

¿Cuáles son tus prendas o accesorios de RAB que nunca pueden faltar en tus expediciones?

¡La gama de plumas Mythic es una pasada! Mejor calidad y mínimo peso.

Plumas Mythic Alpine Jacket y Mythic G Jacket para alpinismo.

Plumas Mythic Ultra para expediciones.

Saco Mythic Ultra 360 para ir ligera y el Expedición 1000 para altitud.

El cortavientos elástico Borealis Jacket, la malla Horizon, el chaleco-mochila Veil 6 para trail junto a la gama Sonic Ultra de camisetas son la equipación perfecta para salir a correr ligera y con garantías.

Si buscó la máxima protección contra la lluvia, fuerte viento o nevadas, utilizó la chaqueta y el pantalón Latok Alpine GoreTex.

Así como su mochila Latok que está disponible en varios tamaños.

Fotografías de Belén Rodríguez