Iker Karrera se impone en la décima edición de la Travesera Picos de Europa, de 74 kilómetros de recorrido con un desnivel positivo de 6.550 metros y negativo de 6.585. Karrera no sólo ha ganado la prueba sino que lo ha hecho pulverizando el récord y parando el crono en 11h021’.
Karrera, que recientemente también ganó en la carrera ‘Pels Camins dels Matxos’, con salida y llegada en Torelló, se ha mostrado muy satisfecho de la victoria y ha analizado que “la Travesera tiene fama de ser una carrera muy dura, muy técnica, que no permite un error pero a la vez espectacular. Ahora recién terminado, es lo primero que quiero subrayar: Todo lo que se dice y se ha escrito sobre ella, lo tiene muy bien ganado. Añadiría una palabra más para definirla: Es una carrera con personalidad propia. Después de lo que vi del recorrido hace dos semanas, con toda la nieve acumulada que había, tenía preocupación de con que nos íbamos a encontrar hoy. Por suerte las lluvias caídas estos últimos días han transformado la nieve y estaba más dura de lo que pensaba. Pero eso lo he visto ya dentro de la carrera”.
Karrera ha detallado como ha transcurrido la prueba y sus sensaciones: “Como casi siempre, he salido a hacer mi carrera. Un ritmo cómodo y a tirar. Hasta Caín he hecho junto a Manuel Merillas.
En Caín se nos ha juntado Fran Gutiérrez Piñera. Las primeras rampas de Dobresengos, las hemos hecho juntos, pero, pronto han empezado a descolgarse y a partir de ese momento hasta meta, ha sido una carrera en solitario, controlando referencias. Quería llegar a Jitu Escarandi con fuerzas, porque aunque los últimos 15 kilómetros son casi todos en bajada, es muy dura y quería guardar alguna carta para ese tramo. Como la nieve estaba dura, hemos podido correr sobre ella sin problemas, sobre todo en las bajadas. Este quizás ha sido unos de los factores que 15 junio 2013 ha ayudado en el tiempo final. Pero no todo han sido kilómetros, desniveles, marcas… A las 6 de la mañana, llegando a Horcada de Caín, con las primeras luces del día, el espectáculo que he podido disfrutar, es de los pocos que se pueden disfrutar. De frente el Pico Urriello, con la niebla en el fondo del valle y unos colores rojos en el horizonte. El momento lo merecía y he parado un momento para disfrutarlo”.
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