La gente dice que las vacaciones de verano son buenas para descansar y romper un poco con la rutina que llevamos todo el largo invierno. Yo estoy de acuerdo a medias, es cierto que si se descansa pero si te dejas ir un poco más de la cuenta luego volver a la rutina y a los entrenamientos cuesta lo suyo. Empiezas la primera semana y ves que has perdido la forma y te empiezas a desesperar, queremos ir más rápidos que el viento y nos es imposible.
Pase un mes de agosto bajando el ritmo de entrenamientos dedicando todo el día a estar con mis hijos, y que quede claro que no me arrepiento de nada al contrario me alegro. Los hijos crecen muy rápido y esto una madre no se lo puedo perder.
Así es como me presente a la Ultra Cavalls del Vent. Tenía todas mis dudas de cómo me iría. Sabía que sería capaz de finalizar la travesía pero también era consciente que mi estado de forma no era como en el mes de julio. Además Alex me decía que no me preocupará tanto que llevábamos una buena temporada de competiciones y que todo suma.
El 21 de septiembre a las 7 de la mañana me encuentro tranquila dentro del corral de la Ultra Cavalls del Vent. Pistoletazo de salida y para arriba. Yo a mi ritmo y Alex tomando imágenes para posteriormente hacer un vídeo de la carrera.
A medida que va avanzando la carrera al que se le presentan dudas es a Alex. Empieza a decir que no puede, que está desmotivado, que ahora viene el tramo aquel, qué duro… Yo pienso “no está recuperado del UTMB”.
Continuamos en carrera hasta el punto en que coincidimos con Núria Burgada, empezamos a charlar y pienso “a ver si así se distrae”. Y él erre que erre “no tengo ganas”. Emprendemos la bajada hacia Bellver juntamente con Núria, por cierto ahora entiendo porque Kilian baja tan rápido… Una vez finalizada la bajada llanea un poco y le digo a Alex “tú no tienes ganas, nos vamos a casa y aquí no pasa nada”. El insiste en seguir, entramos en el polideportivo, revisión de material, comemos un poco y decidimos salir dirección al Refugio Els Cortals seguimos compartiendo kilómetros con Núria. Previamente le advertí a Alex de lo que venía ya que ese entreno lo he realizado en muchas ocasiones durante el invierno y sabiendo cómo se encontraba de ánimos era un buen palo. Vamos subiendo muy lentamente y Alex se queda detrás, está claro que hoy no es su día.
Una vez llegamos al Refugio dice “aquí me quedo”, entramos dentro mientras Núria comía y conocimos al “inventor” del recorrido de la travesía Cavalls del Vent, Jordi Sabaté. Charlamos un buen rato y decidimos dejarlo allí mismo. Alex insistió durante un buen rato de que yo continuará y muchos de los que estaban allí también. Gracias a Massa por insistir, “venga que tu puedes”, “venga que puedes subir al podio de veteranas”… Massa siempre con tanto optimismo se lo agradezco pero yo había tomado mi decisión y no la quería cambiar: Abandono con Alex. Estoy segura que hubiera podido seguir pero creo que la decisión del momento es la que cuenta y quería estar al lado de Alex. Así que vuelta caminando hasta Bellver.
Somos un equipo y esta vez he priorizado el compañerismo que el reto en sí.
Quizás me equivoque pero hice lo que mi corazón me pedía.
Más información: http://www.ultracavallsdelvent.com/carrera.php?lang=es
Crédito foto: Quim Farrero/Revista Trail
Bàrbara Sagi