Fue algo repentino, una cosa de esas que no te esperas y que no puedes rechazar. Me gustan las carreras un poco peculiares y en lugares distintos, y cuando llegó la invitación de los 50 kilómetros del Trail Uewersauer en Luxemburgo, no me pude resistir.
Estoy lesionado de la rodilla y llevo casi dos meses sin correr, pero quería ir a esta carrera, así que con unas sesiones de fisio y tras unas visitas al médico deportivo, me convencí que podía ir e intentar finalizar. Tres días antes probé a correr un poco y vi que podría estar en la línea de salida. Vale, soy cabezón.
Preparé todo el equipaje con las Saucony Peregrine, que son ideales para el tipo de circuito que iba a practicar, los Calcetines Injinji Run, ideales para prevenir las ampollas, y un poco de ropa técnica para el frío, que iba a hacer mucho. ¡Y rumbo a Luxemburgo!
Llegada, comer y un poco de turismo. Paseamos por la ciudad, rodeada de montañas y ríos que se mezclan con los edificios históricos, y nos quedamos sorprendidos con sus casas de estilo señorial europeo. También visitamos la zona moderna con sus edificios gubernamentales y cenamos en un restaurante típico. La verdad es que se portaron muy bien con nosotros. Una ciudad muy recomendable.
A la mañana siguiente, nos levantamos a las 6:30 horas para desayunar fuerte y salir rumbo al norte, a 40 kilómetros, donde estaba situada la salida. Hacía mucho frío y llegamos un poco justos. La organización está muy preparada para estos eventos a mediados de noviembre, cuando hace tanto frío. Todo el tema de dorsales, guardarropía, briefing, etc. está situado en un pabellón totalmente aclimatado y adecuado para el evento, así que no hubo problemas; te facilitan mucho las cosas.
Tenía muchos nervios ya que no estaba muy convencido de si podía correr 50 kilómetros y decidí salir con Joao, un amigo portugués afincado en Luxemburgo, para ir más tranquilo y poder ver cómo reaccionaba la rodilla. El terreno era muy variado, desde hierba hasta barro, tierra firme y un poco de asfalto. Vamos, ideales para llevar un ritmo estable y que no sufrieran las rodillas. ¡Qué alivio! La carrera tenía un desnivel de 1.825 metros positivo y 1.816 metros negativo pero con subidas no muy técnicas. Si estás fuerte, allí puedes sentir la sensación de volar.
Íbamos a un ritmo estable y me encontraba muy motivado así que en el tercer avituallamiento, que por cierto estaban muy bien aprovisionados, me escapé hacia adelante a un ritmo fuerte. Todo el tiempo pensaba que estaba corriendo demasiado rápido, pero estaba disfrutando. Pensaba que no podría correr esta carrera y ya llevaba 25 kilómetros… El paisaje era brutal, el circuito pasaba por bosques en pleno otoño, ríos, montañas y lo que más me impactó fue cruzar un lago enorme. Me dejé llevar por la ilusión de poder correr y disfrutar de Luxemburgo, y encima hacerlo sin apenas dolor. Fue algo mágico.
Los últimos 25 kilómetros lo di todo. Cambié el ritmo, no paraba de adelantar a gente y, sin pensarlo, pude acabar la carrera.
El resultado final fue muy positivo, el 38 de más de 1.000 corredores, y ha sido un buen entreno de cara al proyecto del 2014 con carreras en el Ártico, Perú, Colorado y Namibia, pero sobre todo una experiencia de saber que si quieres, puedes. Aún no me creo que podré correr en los lugares más extremos del planeta en un año de la mano de Beyond the Ultimate. Un saludo a Albert Vives, Joao da Costa y Amir por compartir este fin de semana conmigo tan especial.
Xavi Marina
Tiempo: 4:49.02
Posición: 38
Trail Uewersauer: http://www.trail-uewersauer.lu/