Los Hipopresivos surgieron en 1980 como terapia postparto. El objetivo era buscar una técnica que recuperase la faja abdominal y el suelo pélvico de la mujer sin provocar los efectos negativos (diástasis, prolapsos e incontinencia urinaria) que se observaba causaban la realización de los ejercicios tradicionales (abdominales) que se venían prescribiendo.
Se denominan ejercicios hipopresivos porqué disminuyen considerablemente la presión en las cavidades donde se puede medir (torácica, abdominal y pélvica). Esta disminución es igual en las tres cavidades y puede llegar a ser de 70 mm de mercurio.
Las investigaciones muestran la eficacia de la práctica de los Hipopresivos en aumentar el tono del suelo pélvico, mejorar la postura, los parámetros respiratorios y sanguíneos, reducir el perímetro de la cintura y el dolor de espalda, solucionar incontinencias urinarias, caídas de órganos, mejorar la autoconfianza y disminuir la ansiedad (Burk, 2007; Snoeck et al, 2009; Rial, 2011; Soriano-Segarra, 2013; Riera et al, 2013).
Hipopresivos como ayuda previa al embarazo
Para llegar a un embarazo es de interés considerar factores como la satisfacción sexual y el aumento de la posibilidad de fertilización.
El tono muscular del suelo pélvico es esencial para que la mujer tenga un sostén apropiado de los órganos internos y para que la función sexual sea satisfactoria. Más tono significa más fricción y más sensaciones. El aumento del tono en el suelo pélvico que logra la práctica de Hipopresivos, verificado en investigaciones, es de un 58% del tono de base y de un 48% del tono carga.
Lograr que la mujer tenga una mayor propiocepción en el suelo pélvico y un aumento del riego sanguíneo en esta zona son dos aspectos que tienen importancia en las sensaciones que obtendrá durante las relaciones sexuales.
Actualmente se observa que, aproximadamente, el 40% de los problemas de fertilidad en la pareja se deben a factores masculinos debido a la calidad del esperma. Se considera que la falta de una movilidad efectiva, progresiva u óptima es motivo de esterilidad o dificultad para el embarazo. Ésta es la prueba estándar e indispensable, afirma Buenaventura Coroleu, jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción del Centro Salud de la Mujer Dexeus de Barcelona.
Teniendo en cuenta que la realización de un ejercicio hipopresivo puede llegar a disminuir la presión en 70 mm de Hg, si la mujer en el momento de la eyaculación del hombre, realiza un ejercicio hipopresivo, en una posición facilitadora, esta “aspiración diafragmática” tan potente, tal vez se pueda apuntar que puede ser de gran ayuda para que los espermatozoides tengan más facilidad de llegar al óvulo.
Hipopresivos durante el embarazo y el parto
Si la mujer conoce los Hipopresivos, sabe que debe evitar realizarlos durante el embarazo, aunque, en la última fase, profesionales de la salud cualificados, le mostrarán pautas para disfrutar de un parto sin pujos realizando ejercicios hipopresivos. Éstos, probablemente, ayudarán a desencadenar el parto pues aumentan la contractibilidad uterina.
Las contracciones uterinas y la dilatación adecuada, junto a la realización de ejercicios hipopresivos, porqué la mujer ya los conoce de antes del embarazo, aumentan el tono del suelo pélvico y ciñen la faja abdominal. Estas acciones facilitan que el suelo pélvico se eleve mientras el útero se contrae para expulsar y la contracción natural de la faja abdominal, que provoca la realización de ejercicios hipopresivos, son de interés para la salida del móvil fetal, especialmente si se adopta una postura en la que la gravedad ayude al parto (silla de partos). Se puede comparar a una maniobra natural de Kristeller, provocada por la misma parturienta y evitando los problemas que se plantean en la realización de esta manipulación por parte de un profesional de la salud.
Hipopresivos en el postparto
Los ejercicios Hipopresivos fueron creados para acelerar la recuperación de la mujer después del parto con total seguridad y eficacia.
Son de interés en muchos aspectos de vital importancia en la recuperación postparto:
Recuperar la postura que ha sido modificada por el peso del feto durante tanto tiempo.
Reducir el perímetro de la cintura
Recuperar el tono del suelo pélvico y la función sexual
Disminución de la tensión ligamentosa, de interés en prolapsos
Reducción o freno a la incontinencia urinaria
Mejora en la vascularización de miembros inferiores
Frenar la depresión postparto
Disminuir los efectos de las intervenciones quirúrgicas en el parto
Las mejoras posturales son muy evidentes, en un mes, se observa un reposicionamiento de la proyección del eje de gravedad, una disminución de las flechas lordóticas lumbar, cervical y cifosis dorsal, las deviaciones laterales son significativamente menos importantes y la sensación de confort postural, mayor movilidad, más flexibilidad, menor pesadez y menor dolor son referidas y cuantificadas en investigaciones.
Las reducciones del perímetro de la cintura se observan, incluso en personas que no han pasado por un embarazo, y son espectaculares. Reducciones de 4 a 10 centímetros en dos a seis meses de práctica son habituales en la práctica clínica y en los gimnasios. Están puestas en evidencia en investigaciones (Rial y Pinsach, 2012, Soriano-Segarra, 2012, Álvarez et al, 2012).
El aumento del tono del suelo pélvico que cita Rial (2012) y que encontró Esparza en 2007 aplicando un protocolo de TH sobre un grupo de 100 mujeres (media=36 años) que presentaban incontinencia urinaria e hipotonía de suelo pélvico. Constata mediante tonimetría perineal, después de 20 minutos diarios de práctica de Hipopresivos, a lo largo de seis meses, un aumento de la fuerza contráctil (20%), aumento del tono de base (58%) y del tono de carga o “capacidad de amortiguación” (48%).
El descenso de la presión intra-abdominal provoca por vía refleja la tonificación de la faja abdominal, de la musculatura perineal y genera una succión sobre las vísceras pélvicas por el ascenso diafragmático disminuyendo con ello la tensión ligamentosa. (Esparza, 2002 citada por Rial, 2012). Se muestra de interés en frenar y evitar prolapsos. Nuria Sans, responsable de la Unidad de Fisioterapia del Suelo Pélvico de la Dexeus, manifestaba la eficacia de este método en el tratamiento de prolapsos en una Jornada sobre Hipopresivos en el CAR de Sant Cugat.
La incontinencia urinaria en el postparto es algo demasiado común y los Hipopresivos se muestran de mucho interés para frenar esta sintomatología. Fernández, (2007) aplicó Hipopresivos en un grupo de personas mayores de 60 años (N=24; media=68,5 años), diariamente durante 20 minutos por un periodo de 6 meses, sus resultados muestran disminución de los síntomas de incontinencia urinaria (85,7%). Rial y Pinsach (2010) ratifican los resultados presentados anteriormente sobre disminución de pérdidas de orina en un estudio inter-grupos (N=126; media= 43 años) donde la práctica de HD durante 30 minutos, tres veces a la semana a lo largo de tres meses permitió disminuir notablemente los síntomas de incontinencia urinaria frente al grupo control y al grupo pilates que no mostraron mejoría (citados de Rial, 2012).
Los Hipopresivos apuntan ser eficaces en evitar y procurar solucionar problemas en la circulación de retorno, típicos en las últimas fases del embarazo y en el postparto. Tiene una incidencia positiva sobre la vascularización de los miembros inferiores (Caufriez, Governo y Rondeux 1991; Snoeck, Philipot, Caufriez y Balestra, 2009).
Para frenar y evitar, en lo posible, la depresión postparto, estimamos de interés la práctica de Hipopresivos por su acción sobre el sistema neurovegetativo. La estimulación simpática es muy elevada y la normalización del tono del diafragma, frecuentemente puesto en demasiada tensión por el parto con pujos, aporta una sensación de bienestar muy necesaria en esta etapa de la mujer. Recientemente, (Riera et al, 2013) ha mostrado en una investigación que, con la práctica de Hipopresivos, hay un aumento de la autoconfianza del 64%, una disminución de la ansiedad somática del 40% y de la ansiedad cognitiva del 32% respecto al grupo control.
Para mujeres que han sufrido una intervención quirúrgica, cesárea o episiotomía, es de mucho interés aplicar Hipopresivos puesto que la disminución de la presión intra-abdominal que provocan los ejercicios ayuda a disminuir adherencias de tejidos y cicatrices internas.
Doctora Rial y Piti Pinsach
Fotografías de Xisela Franco