Test detallado del chaleco MONTANE VIA TRAIL VEST: su construcción, aptitudes y su comportamiento.
Si echamos la vista atrás y nos fijamos en la evolución que se da en todos los deportes en general, siempre nos encontramos con una variable que se repite en todo momento: La evolución constante de los materiales.
Incluso en algo tan sencillo como es correr, donde simplemente debería ser suficiente con poner un pie delante del otro, las mejoras han llevado a alcanzar nuevas metas que antes eran impensables para los deportistas.
Éste es un papel que han adoptado y desempeñan las marcas deportivas. Marcas como MONTANE, que afincada en Ashington al norte de Inglaterra, lleva más de 20 años equipando a deportistas y aventureros de la montaña.
Una marca que se está convirtiendo en todo un referente del mundo montañero extremo por sus equipaciones ligeras, transpirables y sus productos de calidad que se van afianzando en el mercado. Conviene recordar su mítica chaqueta MONTANE MINIMUS JACKET que es habitual ver en multitud de carreras de larga distancia y su gama de mochilas para la práctica del trail running con curiosas aportaciones.
Curioso también, es el caso que nos ocupa: La MONTANE VIA TRAIL VEST.
Uno no sabe bien cómo definir la prenda cuando la tiene en las manos, pero lo que sí deja claro al verla es el uso que le podemos dar. Un uso diario que nos garantizará unos entrenamientos seguros y carreras cortas donde vayamos a necesitar un mínimo de material. Su ligereza y carácter minimalista no llegan a otorgarle la categoría de mochila, sino más bien la de un chaleco de hidratación.
Un producto que lleva el sello y la búsqueda de MONTANE en la creación de productos ligeros y transpirables, al que no se le está prestando la debida atención, cuando realmente tiene cosas que decir.
CONSTRUCCIÓN DE MONTANE VIA TRAIL VEST
El chaleco MONTANE VIA TRAIL VEST es un producto sencillo con algunos detalles bien pensados.
Con una estética que gusta desde el primer momento y con colores atractivos: azul/gris para chicos, morado/gris para chicas, enseguida llama la atención y crea curiosidad cuando se tiene delante.
Con tan solo 100 gramos de peso en nuestra báscula, su sencillez se refleja incluso en los materiales que la componen. Si dejamos a un lado sus dos pequeñas cremalleras YKK y los herrajes plásticos del cierre pectoral, tan solo encontraremos dos materiales en su construcción: Una rejilla extremadamente elástica de pequeños agujeros que da cuerpo a la totalidad del chaleco (66% nylon-34% spandex) y un tejido paravientos de tacto muy suave que compone la totalidad de los bolsillos.
La unión de ambos tejidos y todos sus remates han sido realizados con un ribete también elástico que tiene un cierto tacto aterciopelado que resulta muy agradable. A lo largo de todo este ribete se puede apreciar el logotipo y nombre de la marca, un detalle que se podrían haber ahorrado, pero que le da un toque más de calidad.
Alguien podría pensar que poco se puede hablar de la parte trasera de este chaleco, pues carece de ningún elemento de carga y tan solo encontramos la rejilla elástica. Montane, sin embargo, ha estado muy atenta al carácter único de carga delantera del chaleco, y previendo que un exceso daría lugar a una subida excesiva de la prenda en su parte trasera, ha rematado el collar de ésta en forma de pico. Buen detalle. No será la primera vez que una mochila mal compensada nos roza el cuello y nos amarga una salida.
Una pequeña cinta grosgrain también corona la espalda con el objetivo de poder colgar o transportar el paquete cuando no lo llevamos puesto.
En su parte delantera es donde vamos a encontrar todo el jugo del chaleco. Contaremos con seis bolsillos de carga en una distribución perfecta para poder tener todo a mano y a la vista.
En la parte superior de los tirantes se encuentran los bolsillos más pequeños, uno abierto con entrada elástica superior a nuestra izquierda y el otro con cremallera y acceso vertical a la derecha. Bajo ellos, están los bolsillos destinados para los soft-flask de 250 mililitros que Montane incluye en el paquete. Estos dos, de mayor capacidad hacen justo la contra a sus hermanos pequeños. Ahora nos encontramos el bolsillo de cremallera a la izquierda y el abierto a la derecha.
Para terminar, dos bolsillos horizontales de entrada superior se sitúan en nuestros flancos, pero incluso en esta posición ladeada nos permiten ver su interior sin problemas.
El ajuste para la MONTANE VIA TRAIL VEST únicamente podremos afinarlo desde la parte delantera con dos cintas pectorales elásticas y gancho final, que se pueden regular hasta en seis alturas diferentes. El carácter completamente elástico del chaleco será el que se encargue de hacer el resto.
Mencionar, que aunque en uno de los extremos de las cintas el gancho sea abierto, en el otro lado, su “gancho-pareja” dispone de clip de seguridad para no perderlas.
Es un detalle más a añadir a la lista, puesto que el carácter abierto de estos, si bien funciona a la perfección en tensión con la mochila puesta, podría hacernos perder alguna de ellas durante el transporte si no nos la ponemos.
Poco más se puede comentar de un chaleco que roza el minimalismo pero que ya nos ha dejado dos o tres buenos detalles.
APTITUDES Y COMPORTAMIENTO DE MONTANE VIA TRAIL VEST
Cuando uno tiene delante el chaleco VIA TRAIL VEST y puede apreciar su combinación de colores y la calidad sobre todo del tejido paravientos, se da cuenta que es un producto que entra muy bien por los ojos. Esto se confirma una vez que te lo has puesto, por lo bien que sienta y por cómo se acopla en un primer momento.
En las primeras pruebas para ver su capacidad de porteo, la sorpresa ha sobrevenido al empezar a cargar los bolsillos y comprobar que entraba más material del que cabría esperar.
En una primera tacada el chaleco Montane VIA TRAIL Vest ha sido capaz de albergar a lo largo de sus bolsillos dos pequeños soft-flask de 250 ml cargados con líquido, junto a una pequeña chaqueta cortavientos, guantes y manguitos, además de varios geles, barritas y un frontal con sus respectivas pilas de repuesto. Todo ello bien repartido por sus bolsillos y sin sobrecargar ninguno de ellos en exceso.
Los bolsillos de los costados desde un primer momento podemos decir que no inspiran mucha confianza cuando los cargamos con algo de cierto volumen, su boca se abre demasiado y da la sensación que se vaya a salir lo que tengamos dentro. Esto tan solo nos ha ocurrido en una ocasión, seguramente por una incorrecta introducción de la carga, aunque no está de más que siempre estemos atentos a ellos durante la carrera. Son los más idóneos para llevar elementos de quita y pon, dependiendo de las inclemencias del tiempo.
Los bolsillos destinados para llevar la hidratación son más que correctos para los soft-flask de 250 ml. Permiten introducirlos sin ningún tipo de problemas. Las pegas vienen cuando los cambiamos por unos de mayor medida, de 500 ml., entonces es cuando se nos complica mucho la vida el poder meterlos. Ni que decir tiene, que deberemos olvidarnos de usar cualquier tipo de bidón rígido. No son unos bolsillos pensados para ninguno de ellos.
Uno de estos bolsillos, el de cremallera ha resultado perfecto para llevar nuestro aparatoso móvil, primando nuestra seguridad frente a algo menos de hidratación. Eso si, hay que tener en cuenta que deberemos proteger por otros medios frente a la humedad a cualquier aparato electrónico o prenda que no queramos que se nos moje.
Los pequeños bolsillos superiores tienen una buena medida para llevar geles o barritas y una vez más hemos primado nuestra seguridad. En el de cremallera hemos optado por llevar un frontal con sus pilas de repuesto y las llaves de casa.
Esta ha sido la distribución más correcta y lógica que hemos encontrado disponiendo incluso de elementos de seguridad con los que no contábamos a priori.
Echamos en falta la inclusión de un silbato y algún reflectante más, pues tan solo se ha incluido uno pequeñito en la serigrafía que da nombre al chaleco. Aunque la mayor pega la hemos encontrado sobre la marcha, y es que dependiendo del grado de carga que llevemos, se comporta de diferente manera.
Su principal característica, la elasticidad que la hace cómoda, también es a su vez su talón de Aquiles.
Mientras corremos y a mayor carga, el rebote que se produce es bastante notable y uno se ve obligado a ajustarla al máximo posible para minimizarlo.
El chaleco MONTANE VIA TRAIL VEST se muestra como un buen sustituto para aquellos corredores que no acaban de hacerse del todo a los cinturones de hidratación o para los que les gusta llevar un mínimo de material por seguridad, que en ocasiones resulta excesivo para la capacidad de una riñonera.
Creemos y estamos seguros que Montane es capaz de pulir algunos puntos mencionados anteriormente. Parece mentira que un trozo de tela que nos entra en una mano, nos permita portar tanta seguridad y es que hay veces, que menos resulta ser más.
Juan Ramon Rodríguez Baglietto