El día 15 de Octubre se celebró en Arriondas la 8ª Subida al Picu Pienzu, última prueba de la Copa de Asturias de carreras por montaña. El recorrido de 20 km de longitud consiste, simplemente, en subir desde Arriondas a la Cruz del Picu Pienzu y bajar de nuevo a la capital parraguesa.
Para mí no es una carrera más, por suerte me jugaré la Copa Asturias con David de la Cuesta Heras, es la primera vez que tengo opciones de ganar algo y esa sensación me gusta.
Salgo de Pola de Siero junto con Raúl a las 8:00 de la mañana, viaje entretenido y sin pausas, hay mucho de qué hablar y pronto llegamos a Arriondas, donde después de saludar a todo aquel con el que nos encontramos recogemos el dorsal y nos preparamos para la salida.
A las 9:30 salimos unos 150 participantes y nada más darse la salida mi amigo Juani y yo marcamos un ritmo frenético que pronto nos deja solos y con varios metros de distancia sobre nuestros perseguidores. Hoy si, hoy hay táctica, uno se juega la Copa Asturias y hay que jugar bien las cartas. Yo sé que en el poco asfalto que hay voy mejor que David y que bajando también, mientras que subiendo sé que no tengo nada que hacer.
Salgo con Juani a “casi” todo lo que damos y pronto abrimos hueco. Empiezan las primeras rampas y en la primera zona de terreno técnico David nos alcanza. Tras ir juntos unos 500 metros David sigue hacia delante sin esperar un instante, se ve que él también viene con la lección aprendida.
Llego a Cofiño con casi 1’ perdido y comienza la subida más dura. Nada más pasar el pueblo aparece Santi Obaya con sus hijas y Ruben, me encuentro bien y eso me hace sentir ellos. Poco después comenzamos con el espectáculo visual, un mar de nubes precioso con unas magníficas vistas hacia la Cordillera. Me da tiempo a saborear esas vistas a la vez que empiezo a respirar aire ¿contaminado? Pues sí, el monte está quemado, el día que ardía, dos semanas atrás, yo estaba allí con otros compañeros de batalla y hoy el olor aún seguía latente. Aquel día me lamentaba por el suceso, hoy bajaba la cabeza y empujaba hacia arriba como podía, me estaba jugando la Copa y había que sufrir hasta arriba, aunque me empezaba a parecer al monte porque las fuerzas empezaban a fallar.
Llegamos al avituallamiento de El Bustacu, me tomo un gel y veo que David va lejos, me dicen que más de 2’ a la vez que escucho como animan a Gaizka, que viene delante de Juani y de David Lima, que buena carrera están haciendo los tres. Me giro para ver dónde vienen y obtengo la mejor vista que tuve nunca en las numerosas visitas que hice al Pienzu. El azul del cielo es espectacular, y unido al mar de nubes y a los Picos de Europa que asoman al fondo te dejan ver una panorámica brutal.
Comenzamos la subida al final por la pista que nos acerca al Pienzu, buen paso y el caminar-correr parece que me va bien. Subo como puedo y tras recibir los ánimos de Eva, Copete y demás gente que me cruzo por el camino llego junto a Gaizka arriba, donde El Gaiteru con un simple 4,45 te saca me devuelve a la realidad. En la cima estaba bastante gente, entre ellos Samu que si no me anima no lo veo. Llegaba muy justo arriba y la referencia de tiempo me había desmoronado bastante.
Sin embargo, nada más empezar a bajar me empiezo a cruzar gente a la que animo y que me anima. Una de las cosas que me gusta de esta carrera es eso, que al cruzarte veo a todos tus compañeros y amigos y durante un buen rato vas entretenido buscando a unos y a otros. Esos ánimos me hacen bajar a muerte, una persecución a la desesperada en busca del triunfo final que pocos metros atrás veía imposible. Todos mis conocidos y otros muchos a los que no conozco me animan, salvo uno, es la única nota negativa del día, no quiero dar nombres pero seguro que él leerá esto y sabrá que es él, una pena, espero que en este mundillo el ambiente no cambie. Quizás no debiera escribirlo pero si no lo hago reviento, así que constancia queda.
Por cada sitio que paso veo que le quito tiempo, y mucho ¡Vamos! Voy cansado y sufriendo más de lo normal, pero hoy hay que darlo todo. En estos momentos se te pasan un montón de personas por la cabeza, familia y amigos bajan contigo y pareces tener un “ser” dentro que te dice “vamos, un poco más, ¡hoy si!”.
Llego a Cofiño y le he recortado casi 3 minutos, así que sigo y sigo intentando seguir recortando tiempo. Sin embargo, en la única subida “importante” que nos encontramos me hundo, no podía más y veo que de una referencia muy fiable de 1’40” que me habían dado paso a 2’30” primero y a 3’ poco después, así que a falta de 3km a meta me relajo y me dejo ir como puedo con la sensación de haberlo dado todo, de haber hecho todo lo que se pudo y de que David es mejor y es un justo vencedor de la Copa.
Bajando de las 2horas entro en meta donde tras saludar a Santi, Rubén, Javi y demás me dirijo a felicitar a David. Poco después entra Gaizca que completa el pódium y luego el Peñasanta al completo, que junto con Michi y Juani completan el Top Ten. Gran carrera del poleso que me ayudó todo lo que pudo al principio y se defendió como pudo en la bajada para finalizar 5º sénior. El próximo año va a dar guerra, seguro.
Poco a poco va entrando gente en meta, destacando a Sergio, que sin kilómetros en las piernas y tras un turbio verano entra bajando su tiempo del año pasado en 6’. Más tarde entra Adán, que con 19 años apunta muy buenas maneras. Estoy seguro de que si se lo proponen estos 2 chavales darán mucho que hablar en esta disciplina.
Van entrando todos los Avientus; Marcos, Tino, Fer, Esteban, Gelu, Javi Pelaez, Raul, Ivan y alguno que se me escapa, los miembros del Corresiero Campa, Nico, Marcos Cea, Blas, Chonfly… y un sinfín de amigos a los que felicito por “su” carrera. También a Javi Iborras, que como buen amigo acompaña a Fran y debido a ello no entra en el tiempo, gran gesto Javi, te honra.
Hoy, escribiendo esto, me doy cuenta que lo de ayer no fueron solo 20 kilómetros, ni más de 2000 metros de desnivel acumulado, ni un 2º puesto en la carrera bajando de 2 horas, ni un subcampeonato de Copa Asturias. Ayer fueron sensaciones que no quiero dejar de tener, amigos en todas partes, vistas incomparables, momentos únicos por ser sólo tuyos y doy gracias por vivirlos y por poder compartirlos. Porque ayer corrí, sufrí, me sentí cansado y extenuado, pero, sobre todo, me sentí querido, arropado y acompañado, y doy gracias a todos por hacerme sentir así.
¡Hasta el 2012!
Juan Fuego Martínez
QUE GRANDE MENUDO CARRERON!!!
MUCHA SUERTE PARA EL FUTURO.
solo tambien decirte que en la montaña como en todos los lugares ,hay cabida para todo tipo de personas,pero por suerte en este nuestro deporte no es lo más normal.
salut.